A los 97 años falleció en París el artista venezolano Narciso Debourg
Fue uno de los fundadores del arte cinético, junto a Jesús Soto y Carlos Cruz Diez
MARITZA JIMÉNEZ
Nacido en Caracas el 14 de marzo de 1925, Debourg cursó estudios en la Escuela de Artes Plásticas entre 1940 y 1945, cuando participó en la huelga estudiantil que en ese último año protestó contra la enseñanza académica de la institución, dando como resultado el surgimiento de los grupos la Barraca de Maripérez y la Barraca de Guaicaipuro, de los que formó parte.

Para esa fecha, su pintura todavía figurativa, busca aires de renovación en los planteamientos cubistas de la época, pero al año siguiente marcha a París, donde figura, junto a Jesús Soto y otros, entre los artistas venezolanos que encuentran en la música un medio de sobrevivencia en la capital francesa.
“La música fue la mejor solución económica no solo para mí y para Soto, sino para muchos que se fueron a estudar teatro y música de conservatorio”, declaró en una entrevista con la periodista Mary Ferrero. “Esa circunstancia obligó a que mi trabajo creador amainara”, afirmó.

Sin embargo, pronto aparece su nombre entre los primeros en encabezar el documento de Los Disidentes, que señala nuevos derroteros en el arte venezolano e internacional, sobre la base de la pintura abstracta, punto de partida de las indagaciones del arte geométrico, y, posteriormente, cinético.
“A partir las primeras tendencias geométricas, me incliné hacia la búsqueda del serialismo, hacia la acumulación de elementos, tratando de lograr una relación entre ellos. Podría decir que el interés primordial de mi trabajo es la búsqueda de la luz. De allí el carácter serial y la forma oblicua de mis obras, que persiguen la captación de la luz”, explicó a Ferrero.
EL UNIVERSAL
La mañana de este domingo 23 de enero, llega desde París la noticia del fallecimiento del artista venezolano Narciso Debourg, cuyo nombre figura, junto a los de Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez, como uno de los fundadores del arte cinético en la capital francesa en la década de los cincuenta.
La mañana de este domingo 23 de enero, llega desde París la noticia del fallecimiento del artista venezolano Narciso Debourg, cuyo nombre figura, junto a los de Jesús Soto y Carlos Cruz-Diez, como uno de los fundadores del arte cinético en la capital francesa en la década de los cincuenta.
Nacido en Caracas el 14 de marzo de 1925, Debourg cursó estudios en la Escuela de Artes Plásticas entre 1940 y 1945, cuando participó en la huelga estudiantil que en ese último año protestó contra la enseñanza académica de la institución, dando como resultado el surgimiento de los grupos la Barraca de Maripérez y la Barraca de Guaicaipuro, de los que formó parte.

Los tres venezolanos fundadores del arte cinético: Soto, Cruz-Diez y Debourg, en 1965 (ATELIER SOTO PARÍS)
En 1948 entra al Taller Libre de Arte, que se reúne en el primer piso del edificio Cipreses, frente a la fachada sur del Teatro Nacional, donde se lleva a cabo, entre otras, la Exposición de las Nuevas Generaciones de Pintores Venezolanos, coordinada por los pintores José Fernández Díaz (FEZ) y Rafael Rivero Oramas.
Para esa fecha, su pintura todavía figurativa, busca aires de renovación en los planteamientos cubistas de la época, pero al año siguiente marcha a París, donde figura, junto a Jesús Soto y otros, entre los artistas venezolanos que encuentran en la música un medio de sobrevivencia en la capital francesa.
“La música fue la mejor solución económica no solo para mí y para Soto, sino para muchos que se fueron a estudar teatro y música de conservatorio”, declaró en una entrevista con la periodista Mary Ferrero. “Esa circunstancia obligó a que mi trabajo creador amainara”, afirmó.

“Blancobalt Noire” (1980) (CORTESÍA)
Sin embargo, pronto aparece su nombre entre los primeros en encabezar el documento de Los Disidentes, que señala nuevos derroteros en el arte venezolano e internacional, sobre la base de la pintura abstracta, punto de partida de las indagaciones del arte geométrico, y, posteriormente, cinético.
“A partir las primeras tendencias geométricas, me incliné hacia la búsqueda del serialismo, hacia la acumulación de elementos, tratando de lograr una relación entre ellos. Podría decir que el interés primordial de mi trabajo es la búsqueda de la luz. De allí el carácter serial y la forma oblicua de mis obras, que persiguen la captación de la luz”, explicó a Ferrero.
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