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PERFIL

El arder oculto de Esdras Parra

La experiencia de su escritura transgénero empieza a ser estudiada a la luz de renovadas lecturas

  • MARITZA JIMÉNEZ

03/10/2021 01:00 am

“Seguir el monólogo de Esdras Parra, de un poema a otro, en un espacio continuamente desdibujado —borrado, como hoja sacudida en medio de una gran borrasca—, nos ofrece la experiencia de asistir al recorrido de alguien cuyo único destino pareciera concentrarse en resolver el enigma de toda su existencia”.

Las palabras del crítico y poeta José Napoleón Oropeza hablan de un recorrido ontológico en una obra a la que ha denominado “una indagación original e inédita en el devenir de la poesía venezolana”. Signada por la decisión que en 1978 la llevó a optar por el cambio de identidad genérica, su experiencia aflora a una poesía que nos invita al esfuerzo del descubrimiento en su lectura:

“Quien quiera saber mi vida, que busque en mi escritura”, declaró ella. Para eso, hay que transitar el profundo bosque de palabras de cada uno de esos objetos verbales en los que se ha construido el alma del poema.

De formación filosófica, Esdras Parra (Santa Cruz de Mora, 1929; Caracas, 2004), se revela como autora de una obra que constituye, en efecto, un profundo camino ontológico a través del ser del lenguaje.

“El riesgo de la poesía es doble: es del poeta que estructura su lenguaje según su preferencia, y el del lector que debe descubrir ese mensaje”, declaró Esdras Parra al periodista y poeta José Pulido en 2001. “Yo intento –añadía- dislocar el orden común del lenguaje, por eso hablo de una poesía subversiva, que vaya a contracorriente de cualquier otra búsqueda”.

Tres libros en prosa, a partir de 1967, inscriben su nombre en nuestras letras: El insurgente (1967), Por el norte el mar de las Antillas y Juego limpio (1968), seguidos de un largo silencio durante el cual, sin embargo, permanece activa en su devoción por el arte y la palabra, ejercida desde la crítica cinematográfica, el periodismo literario en publicaciones como Imagen, la Revista Nacional de Cultura, al frente de Monte Ávila Editores, o en su atenta entrega al dibujo.

Casi tres décadas pasarán hasta que su voz renazca en el asombro de la poesía con Este suelo secreto, premiado en 1993 en la II Bienal Mariano Picón Salas de Mérida. Le siguen dos títulos más que afianzarán su destino poético, Antigüedad del frío (2001) y Aún no (publicado póstumamente en 2004).

Su pasión por la palabra habrá de dejar otros dos títulos inéditos, que, gracias a la paciente lealtad de su amigo, el crítico y poeta José Napoleón Oropeza, llegan hasta nosotros en una edición de Fundación La Poeteca, Lo que trae el relámpago, que constituye un aporte y una invitación a aproximarnos a la belleza de su compleja poesía, que apenas ahora comienza a ser estudiada a la luz de su novedosa propuesta.

Collage de Pamela Rahm (CORTESÍA FUNDACIÓN LA POETECA)  

“La poesía de Esdras Parra es la de una vida que se quiere decir en su arder oculto, un silencio empalabrado, templado por el verbo en la dureza y la desnudez del aire”, señala el ensayista y docente José Malavé Méndez en la presentación de Este suelo secreto (1995), su primer poemario, premiado en la II Bienal Mariano Picón Salas. Un título cercano a la experiencia, desde el que leemos:

“Estas opiniones sobre tu vida/ queman tus labios/ arrastran en silencio/ el pan rancio de tus ideas/ no te detengas ante el umbral/ de esa morada/ que hace girar polvo y ceniza/ sobre tus sienes/ las nostalgias/ los bosques/ se enredan en tus piernas/ mientras persigues/ la fervorosa quimera.”

En una ponencia titulada “Esdras Parra: Transgeneridad telúrica y estratigrafías poéticas”, la investigadora colombiana Mercedes Luisa Fernanda Mancera Rodríguez sostiene que esta obra “invita a pensar la posibilidad de una ‘escritura trans’, la cual conlleva moverse a través de territorios fronterizos, y observar cómo el tránsito trae consigo devenires imprevistos, transformaciones e interconexiones dolorosas, ambivalentes y poderosas, capaces de poner en crisis las nociones tradicionales de humanidad y dejar ver otros mundos posibles”.

“Lo que me unió a su literatura fue una emoción muy pura”, afirma, por su parte, María Alejandra Colmenares León (Caracas, 1996), poeta y estudiante de Letras en la Universidad Católica Andrés Bello, quien actualmente trabaja en su tesis “Aproximación a la identidad de la voz poética y la noción de la memoria en el poemario ‘Antigüedad del frío’ (2000) de Esdras Parra”.

“Me parece hermosa la manera en que, así como ella hizo una transición de género, su escritura también lo hizo”, afirma, y explica:

-Poiesis significa creación; siempre pensé que eso fue exactamente lo que ella hizo con su cuerpo. Escribió sobre éste y reescribió cuanto quiso. Creó un cuerpo sobre su cuerpo, como un texto que se reescribe varias veces y eso me parece maravilloso. La manera en que su voz poética se desplaza por las dimensiones de tiempo, la manera en que reconstruye recuerdos de su infancia y dibuja lo esencial, plantea una reflexión muy potente sobre el propio hecho de la escritura poética. Me parece que su poesía tiene una voz femenina tan tímida y solitaria como furiosa y airosa”.

“Desde muy joven, me gustó escribir con una voz poética andrógina que, en ocasiones, se enuncia en masculino y, en otras, en femenino. Este juego lo encontré magníficamente logrado por Esdras Parra”, señala la joven poeta, ganadora del primer lugar en el III Concurso Physis para Jóvenes Poetas del CEL UCAB y finalista del V Concurso de Poesía Joven Rafael Cadenas.

El 5 de octubre, a las 4:00 pm (hora local), La Poeteca ofrecerá a través de Zoom la conversación "Hacia una comprensión de la poesía de Esdras Parra", con la participación de Gisela Kozak, José Napoleón Oropeza, María Antonieta Flores, Alexis Romero, María Alejandra Colmenares y Jaime Yáñez, moderados por Arturo Gutiérrez Plaza.

También por Zoom se realizará el 7 de octubre, a las 4:00 pm (hora Caracas), una lectura coral de Lo que trae el relámpago y se lanzará la edición digital del poemario para descarga gratuita desde el portal de La Poeteca. Asimismo, se publicará el audiolibro que ha contado con las voces de Flavia Pesci Feltri, Zaira Castro y Hernán Zamora, y música de Mario Labarca.
@weykapu



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