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A CONTROL REMOTO

Cherry Navarro alcanzó el éxito que la muerte truncó

A pesar de su corta carrera musical, el cantante sigue siendo recordado como una de las grandes estrellas juveniles de los años sesenta

  • AQUILINO JOSÉ MATA

05/09/2021 01:00 am

El fin de su vida le llegó muy temprano, a los 23 años, cuando apenas tenía cuatro de haber iniciado una carrera que, aunque breve, resultó notablemente destacada en una época, la década de los 60, especialmente brillante y llena de oportunidades para las estrellas nacionales. Disfrutaba, de igual a igual, la misma estelaridad de otros ídolos juveniles de entonces, como José Luis Rodríguez, Mirla Castellanos, las hermanas Rosa Virginia y María Teresa Chacín, Héctor Cabrera, Los Impala, Los Darts, Los Supersónicos y Mirtha Pérez.

Hablamos de Cherry Navarro, de quien este 28 de septiembre se estarán cumpliendo 54 años de su desaparición, víctima de una aplasia medular, una enfermedad poco usual que le impedía a su organismo producir glóbulos rojos, lo cual le afectaba el sistema inmunológico. Antes de su fallecimiento, estuvo convaleciente 10 días en el Hospital Vargas de Caracas, acompañado de sus familiares y amigos más allegados, así como de su novia, María de las Casas McGill, Miss Venezuela 1965, quien estuvo pendiente de él en todo momento.

Alexis Enrique Navarro Velásquez, que así era su verdadero nombre, había nacido en Caripito, estado Monagas, el 9 de julio de 1944. A los 14 años se mudó con su familia a Caracas. Estudiando bachillerato aquí en la capital, conoció a José Luis Rodríguez, se hacen amigos y forman el grupo Canaima, con el que tocaban en fiestas y reuniones familiares. Así fue el inicio de ambos como aficionados al canto.

Progresivamente Cherry se fue dando a conocer en locales que marcaban la pauta juvenil en la vida nocturna caraqueña de la época, como el Club del Twist, en Altamira, donde el músico Luis Guillermo Rangel, cuatrista del grupo de Chelique Sarabia, se impresionó con su estilo y su carismática simpatía y se lo presentó al compositor de Ansiedad, entonces gerente de producción de Radio Caracas Televisión, quien lo contrata y le produce sus primeros discos. Mi propio yo, Orinoco río abajo, Chinita de Maracaibo y Como yo te quiero fueron algunos de sus temas más exitosos de entonces, gracias a los cuales se haría popular a través del programa juvenil diario Club Musical, de RCTV, y en los shows televisivos de Víctor Saume y Renny Ottolina.

Tiempo después, ya afianzada su imagen artística, formó parte por una corta temporada de la orquesta Los Melódicos, al ser firmado por su director, Renato Capriles, para competir con su amigo José Luis Rodríguez, quien había sido contratado por la Billo’s Caracas Boys como bolerista.

La versatilidad se erigió como uno de los rasgos artísticos más resaltantes de Cherry. “En todos los géneros en los que incursionó lo hizo muy bien. No fue un cantante de un solo estilo”, refiere Chelique Sarabia, su descubridor.

La balada Aleluya, del cantautor español Luis Eduardo Aute, incluida en su último disco, grabado en Madrid con miras a su lanzamiento internacional, es indudablemente su canción emblema. Lanzada poco antes de su muerte, estuvo sonando insistentemente en la radio durante más de un año, reafirmando así su impronta como el ídolo popular que hoy recordamos a 54 años de su muy temprana desaparición.
@aquilinojmata



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