“Free Guy: Tomando el control” o la quintaesencia pop en un videojuego
“Mi búsqueda fue crear una película que fuera una carta de amor a la cultura de los videojuegos, pero también una crítica sobre lo que está pasando, que en ocasiones es poco sano y se vuelve tóxico", sostiene el director Shawn Levy
Es probable que para las personas desesperadas por etiquetar todo en la vida sea incómodo leer que no hay una única forma de definir a Free Guy: Tomando el control, aunque el consenso general sea catalogarla en el renglón de comedia de acción.
“Mi búsqueda fue crear una película que fuera una carta de amor a la cultura de los videojuegos, pero también una crítica sobre lo que está pasando, que en ocasiones es poco sano y se vuelve tóxico. Pero no diría que es una película sobre un videojuego, porque eso no sería correcto”, sostiene su director Shawn Levy, recordado por Más barato por docena, Gigantes de acero y la trilogía de Una noche en el museo, entre otras producciones.
Y se agradece la franqueza del realizador canadiense porque la nueva película protagonizada por Ryan Reynolds, producida por 20th Century Studios y distribuida por Walt Disney Studios Motion Pictures, da pie a muchas lecturas, quizás, la más directa tenga que ver con una historia que se desarrolla en un videojuego adosado con escenas de vertiginosa acción e hilarante humor; seguida de una con marcado acento de reality show en la pantalla grande; mientras que otra, plantea una profunda mirada interna hacia las creencias y convicciones de los seres humanos.
Eso sí, inspirado en un guion de Matt Lieberman y Zak Penn, Levy empaqueta de una manera hábil y atractiva el viaje de Guy, un personaje secundario de un violento videojuego de nombre Free City. El rol encarnado por Reynolds descubre que puede anhelar mucho más que el destino que le fue asignado y, sin imaginarlo, le dará un golpe de timón al monótono día a día de la competencia virtual y, en el ínterin, inspirará a otros a hacer lo mismo.
A lo largo de 115 minutos, el espectador reirá -ciertamente, disfrutará de cameos que le harán trabajar sus abdominales de manera inesperada, se paseará por un sinfín de referencias inherentes a la cultura pop contemporánea, pero también se planteará muchas interrogantes que lo conducirán a cuestionar a la sociedad mundial y hasta su propio universo personal.
La mezcla resulta tan potente que mientras transcurre la acción, quien mira no sabrá si lo que tiene ante sus ojos es una versión 2.0 de los planteamientos que hicieron en su momento El show de Truman, El efecto mariposa y hasta Her.
¿Guy y Ryan Reynolds comparten el mismo deseo de libertad? Según lo que le contó el actor canadiense a La Nación, de Argentina, sí. ¿Por qué? Porque hace siete u ocho años sintió que no era verdaderamente libre en lo que se refería a su trayectoria profesional.
“Y entonces comencé a involucrarme más en la producción, en actuar sobre los guiones, las personas con las que quería trabajar… Fue un trabajo extra, pero me dio muchas satisfacciones. Meterme de lleno en el mundo de la producción fue un aprendizaje, pero hizo que pudiera acercarme a lo que realmente quería ser”, reveló la también estrella de la saga de Deadpool. Siguiendo esa necesidad artística, el artista comparte créditos con Levy y Greg Berlanti, Sarah Schechter y Adam Kolbrenner como productor de este largometraje.
En Free Guy: Tomando el control, el laureado director y actor Taika Waititi Gómez repite como un desenfadado villano (ya la audiencia lo había visto haciendo lo propio en Jojo Rabbit). Completan el elenco: Jodie Comer (Killing Eve), Lil Rel Howery (Get Out), Joe Keery (Stranger Things) y Utkarsh Ambudkar (Pitch Perfect). @yolimer
“Mi búsqueda fue crear una película que fuera una carta de amor a la cultura de los videojuegos, pero también una crítica sobre lo que está pasando, que en ocasiones es poco sano y se vuelve tóxico. Pero no diría que es una película sobre un videojuego, porque eso no sería correcto”, sostiene su director Shawn Levy, recordado por Más barato por docena, Gigantes de acero y la trilogía de Una noche en el museo, entre otras producciones.
Y se agradece la franqueza del realizador canadiense porque la nueva película protagonizada por Ryan Reynolds, producida por 20th Century Studios y distribuida por Walt Disney Studios Motion Pictures, da pie a muchas lecturas, quizás, la más directa tenga que ver con una historia que se desarrolla en un videojuego adosado con escenas de vertiginosa acción e hilarante humor; seguida de una con marcado acento de reality show en la pantalla grande; mientras que otra, plantea una profunda mirada interna hacia las creencias y convicciones de los seres humanos.
Eso sí, inspirado en un guion de Matt Lieberman y Zak Penn, Levy empaqueta de una manera hábil y atractiva el viaje de Guy, un personaje secundario de un violento videojuego de nombre Free City. El rol encarnado por Reynolds descubre que puede anhelar mucho más que el destino que le fue asignado y, sin imaginarlo, le dará un golpe de timón al monótono día a día de la competencia virtual y, en el ínterin, inspirará a otros a hacer lo mismo.
A lo largo de 115 minutos, el espectador reirá -ciertamente, disfrutará de cameos que le harán trabajar sus abdominales de manera inesperada, se paseará por un sinfín de referencias inherentes a la cultura pop contemporánea, pero también se planteará muchas interrogantes que lo conducirán a cuestionar a la sociedad mundial y hasta su propio universo personal.
La mezcla resulta tan potente que mientras transcurre la acción, quien mira no sabrá si lo que tiene ante sus ojos es una versión 2.0 de los planteamientos que hicieron en su momento El show de Truman, El efecto mariposa y hasta Her.
¿Guy y Ryan Reynolds comparten el mismo deseo de libertad? Según lo que le contó el actor canadiense a La Nación, de Argentina, sí. ¿Por qué? Porque hace siete u ocho años sintió que no era verdaderamente libre en lo que se refería a su trayectoria profesional.
“Y entonces comencé a involucrarme más en la producción, en actuar sobre los guiones, las personas con las que quería trabajar… Fue un trabajo extra, pero me dio muchas satisfacciones. Meterme de lleno en el mundo de la producción fue un aprendizaje, pero hizo que pudiera acercarme a lo que realmente quería ser”, reveló la también estrella de la saga de Deadpool. Siguiendo esa necesidad artística, el artista comparte créditos con Levy y Greg Berlanti, Sarah Schechter y Adam Kolbrenner como productor de este largometraje.
En Free Guy: Tomando el control, el laureado director y actor Taika Waititi Gómez repite como un desenfadado villano (ya la audiencia lo había visto haciendo lo propio en Jojo Rabbit). Completan el elenco: Jodie Comer (Killing Eve), Lil Rel Howery (Get Out), Joe Keery (Stranger Things) y Utkarsh Ambudkar (Pitch Perfect). @yolimer
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