El mundo de los videojuegos está tomando cada espacio de Internet por estos días. Con plataformas como Twitch, Discord o Youtube, ahora es imposible escapar de ese expansivo mundo del streaming y el gaming.

Los llamados gamers (fanáticos de los videojuegos) han existido desde que las primeras consolas salieron al mercado tecnológico al igual que los primeros juegos para PC, pero es desde que este hobby se convirtió en una ocupación o casi un deporte de tiempo completo, que el término se empezó a emplear, específicamente desde que los usuarios pudieron crearse avatares y vivir una especie de vida virtual en tiempo real dentro de ciertos videojuegos.

¿Pero qué pasaría si ese mundo virtual se materializa en la realidad? ¿O si la inteligencia artificial se vuelve independiente?

En el nuevo filme de comedia y acción Free Guy: Tomando el control, de Shawn Levy, protagonizado por Ryan Reynolds, esa realidad virtual cobra vida cuando uno de los personajes del juego Free City se libera y desarrolla conciencia propia y se da cuenta de que el mundo que conocía fue creado por unos jóvenes programadores, descubriendo que existe un universo más allá, uno “real” fuera de su pantalla del que no tiene ni idea.

Pero esta película no solo se trata de vivir a través de un juego de video, también ofrece un plano cercano a esa relevancia que ha tomado la industria del gaming a todo nivel, y de cómo se ha convertido en un sector que genera millonarios ingresos cada año; así, a lo largo de la cinta, se puede ver la interacción entre los personajes ficticios, los jugadores e internautas, youtubers y streamers de diferentes partes del mundo, que hacen en sus respectivos cameos. Un recurso que el director del filme aprovecha muy bien para plasmar la actualidad de esas comunidades, y en parte, cómo se desenvuelve nuestra vida social actual.

“Esta película trataba sobre enhebrar la aguja entre querer representar el mundo de los videojuegos de manera correcta y precisa. Y para eso hablé con muchos editores, codificadores y diseñadores de juegos, y también jugué y vi muchos juegos en preproducción. Entonces, hacerlo bien fue realmente importante. Pero también lo era hacer una película que no fuese solo de un espectador que es un jugador, sino también hacerla cálida, divertida, romántica y agradable al mismo tiempo”, comentó Shawn Levy en un encuentro online con los medios de todo el mundo antes del estreno del filme.

Para Ryan Reynolds, participar en una película como ésta, también como productor, representó un reto para llevar a la pantalla “un reflejo del mundo en el que vivimos ahora”. El actor, quien también estuvo presente en el encuentro por Zoom, explicó cómo llegó a involucrarse codo a codo con el proyecto de Levy. “Leí sobre la historia y lo siguiente que recuerdo es tener a Shawn en mi sala hablando sobre este mundo de los juegos y de cómo podríamos construirlo haciendo cambios que harían este filme relevante; porque es difícil hacer una nueva película, es difícil hacer algo así -de esta temática- que no se base en alguna cosa preexistente, un cómic o una secuela”.

“Fue desafiante, -continúa- porque era algo nuevo; no tienes una historia detrás o un conocimiento previo, tampoco tienes un fandom… por lo que tienes que hacerlo mejor y salir a demostrarlo a la antigua. Ese fue el desafío, pero gracias a Dios, Shawn y todos los miembros del elenco estábamos preparados”.