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Radio Caracas Televisión

Hay que decirlo: no se equivocó RCTV en sus firmes posturas editoriales, ya que luego de 14 años de su cierre, la crisis venezolana es aún mayor que entonces. Sin temor a pecar por exceso, considero que aquel hecho marcó un importante punto de quiebre...

  • RICARDO GIL OTAIZA

30/05/2021 05:03 am

Fui de los que se trasnochó la fatídica medianoche del 27 de mayo de 2007, cuando la pantalla de RCTV se quedó en negro, para dar paso a la nada, a un sobrevenido fantasma, y de eso se cumplieron ya 14 años el pasado jueves. Por la magia de las redes sociales, específicamente de YouTube, pude ver de nuevo hace poco la programación de ese día, y créanme, amigos, la sensación de rabia e impotencia fue la misma que entonces. Duele ver en el gigantesco estudio de RCTV a varias figuras hoy fallecidas, quienes seguramente esperaron con ansias el regreso del más querido canal de todos los venezolanos. El último programa del canal, con señal abierta, fue de una calidad extrema, porque no solo lució sobrio, sentido y anecdótico, sino que además mostró una densidad poco vista en la televisión, no digo yo local, sino de toda América Latina.

En aquellos espacios colmados las más relevantes figuras de la televisión nacional, dieron un testimonio de fe en el futuro, sin dejar de lamentar, muchos con lágrimas en los ojos, el inusitado cese de la concesión, que, como todos sabemos, obedeció a razones de orden político, aduciéndose, entre tantas cuestiones, su línea editorial nada condescendiente con el gobierno, crítica frente a sus políticas que han conducido a la nación a un estado de postración económica, social, educativa, sanitaria, política y moral, que es asombro del mundo civilizado. La autárquica decisión gubernamental dejó sin empleo directo a 3000 personas, y otros tantos empleados indirectos sufrieron gravísimas consecuencias personales y familiares. Si aquello se sopesa con la necesaria cabeza fría, la conclusión no puede ser otra: toda una tragedia sin precedentes en el país y en el contexto regional.

Pero hay que decirlo: no se equivocó RCTV en sus firmes posturas editoriales, ya que luego de 14 años de su cierre, la crisis venezolana es aún mayor que entonces. Sin temor a pecar por exceso, considero que aquel hecho marcó un importante punto de quiebre en la vida nacional, y fue el comienzo de la diáspora, que hoy es para el país una de sus más grandes vergüenzas, ya que lanzó al extranjero a muchas de las figuras que habían puesto todo su talento y su vida en manos de RCTV, un canal reconocido dentro y fuera del país, con una magnífica proyección en los distintos segmentos que eran sus fuertes: noticieros, dramáticos, entretenimiento, opinión y cultura.
 
Muy digna, por cierto, fue la postura del doctor Marcel Granier, presidente de las empresas 1BC, dueñas del canal, y hay que reconocerlo, ya que con el aplomo que le caracteriza y con una dignidad llevada al extremo del estoicismo, hizo frente al momento, y sin quebrarse. La entrevista que concedió a los medios de comunicación nacionales y extranjeros aquella noche, a pocas horas del cierre, fue contundente, sin fisuras, y en ella dejó en claro cuáles eran las razones para aquella injusta decisión por parte del gobierno, cuáles habían sido los alegatos de defensa del canal, qué le aguardaba a RCTV luego de la medianoche y, sobre todo, la firme convicción de que la historia les dará la razón, que tarde o temprano habrá un reparo, y que como una gran familia estaban unidos en aquel infausto momento: tristes, pero con esperanzas frente al futuro. Sorprende, además, su conocimiento de la justicia venezolana porque en ningún momento afirmó que aquello sería resuelto en poco tiempo. Es más, fue categórico al afirmar que al personal se le pagaría lo adeudado (y algo más), y que no dejarían a su gente en el aire. Debo reconocer que el doctor Granier estuvo a la altura del momento, que su gallardía, puesta a prueba en aquella terrible hora, sirvió para que aquel espectáculo de despedida, jamás visto en la televisión mundial, no resultara más doloroso de lo que ya era para todos.
 
Y para el logro de este objetivo, es digno reconocer también a los animadores quienes estuvieron frente al gran público agolpado en los estudios, y que resultara para ellos una prueba de fuego. No puedo nombrar a todos, pero recuerdo a la gran Marietta Santana, periodista estrella de RCTV, quien con su prudencia y señorío, amalgamado con los años (y luego de su regreso definitivo a la casa que le había dado su época de gloria profesional), supo hilvanar con su inteligencia pasado y presente, y como pez en el agua se movía en el gran estudio y la voz no le temblaba en aquel momento culminante de su carrera. El broche de oro lo puso Nelson Bustamante, quien con su eterna sonrisa y locuacidad, supo llevar con temple e inteligencia los últimos momentos de su muy amado canal televisivo, al que tantos éxitos le entregó.
 
Los televidentes seguimos a la espera de RCTV en señal abierta. Hoy cuando se adelantan “diálogos” entre la oposición y el gobierno, en los que asomarán temas como la ayuda humanitaria, los presos políticos, las vacunas y las elecciones libres, propongo desde esta humilde atalaya impresa y digital, que se incorpore el tema RCTV. Todo lo perdido en estas dos décadas deberá estar en la anunciada agenda.
 
@GilOtaiza

@ricardogilotaiza

rigilo99@gmail.com
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