Abandonados a nuestra suerte
Se necesita asegurar y adquirir de la mejor fuente confiable sin corrupción, 30 millones de dosis de vacunas anti Covid-19 para 15 millones de venezolanos comenzando por los mayores de 60 años...
Tal como escribió Thomas Carlyle (1795-1881), “De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único bueno que puede hacer es intentar mejorarlos”. Por eso abandonados a nuestra suerte por el Estado, los venezolanos lejos de lamentarnos debemos es procurar soluciones a los más urgentes problemas que nos afectan. Comenzando por resolver el hambre y la pandemia de Covid-19, ambos letales. De hambre y de Covid-19 mueren venezolanos todos los días. Sobre cuántos y demás estadísticas nadie sabe dada la manipulación oficial de la información. Nada nuevo desde hace 22 años que desaparecieron las estadísticas confiables dando paso a las manipuladas, junto al derecho ciudadano de información. Así en 2021 nada hay más incierto que una cifra “oficial”. De allí que la planificación y respuesta estatal adecuada a cualquier asunto álgido sea nula sobre la base de números irreales. Esto con la notable excepción de los asuntos electorales en los que el mismo organismo encargado, quién ahora lleva también los registros de nacimientos y defunciones, hace y deshace como le venga en gana asegurando los resultados a favor oficial.
Debiendo los venezolanos para sobrevivir, superar el hambre, al Covid-19 y al desgobierno, no queda la menor duda que el cambio político-militar hay que lograr. Hasta la fecha, todas la evidencias indican la negación y/o ineptitud del régimen ilegítimo a resolver el hambre y a luchar efectivamente contra el Covid-19. El hambre por escasez y carestía de alimentos requiere de auxilio alimentario focalizado libre de corrupción oficial y como solución permanente el impulso y desarrollo a la agricultura y los agricultores, que aumentan y aseguran la mayor oferta interna y con ella se estabilizan los precios. Sin embargo el clientelismo y la corrupción se hacen con el auxilio alimentario que termina es nutriendo al mercado negro. Y en el caso de la agricultura es tan obvio su abandono por el Estado que no necesita muchas explicaciones porque no se produce.
En cuanto a Covid-19, la postura estatal inefectiva hasta ahora alegre podría llegar a ser criminal, a menos que se asegure la vacunación masiva de la población. No como hasta ahora privilegio de unos pocos en el régimen y “enchufados”, sino del 60% de la población con vacuna efectiva aprobada debidamente por la Organización Mundial de la Salud - OMS. Para ello se necesita asegurar y adquirir de la mejor fuente confiable sin corrupción, 30 millones de dosis de vacunas anti Covid-19 para 15 millones de venezolanos comenzando por los mayores de 60 años, personal de salud, y demás según riesgo y sin desviaciones ni vacunación inmoral VIP. Y es que de negarse o retrasarse la vacunación masiva anti Covid-19, las consecuencias podrían ser terribles para los venezolanos.
ppinate@gmail.com
Debiendo los venezolanos para sobrevivir, superar el hambre, al Covid-19 y al desgobierno, no queda la menor duda que el cambio político-militar hay que lograr. Hasta la fecha, todas la evidencias indican la negación y/o ineptitud del régimen ilegítimo a resolver el hambre y a luchar efectivamente contra el Covid-19. El hambre por escasez y carestía de alimentos requiere de auxilio alimentario focalizado libre de corrupción oficial y como solución permanente el impulso y desarrollo a la agricultura y los agricultores, que aumentan y aseguran la mayor oferta interna y con ella se estabilizan los precios. Sin embargo el clientelismo y la corrupción se hacen con el auxilio alimentario que termina es nutriendo al mercado negro. Y en el caso de la agricultura es tan obvio su abandono por el Estado que no necesita muchas explicaciones porque no se produce.
En cuanto a Covid-19, la postura estatal inefectiva hasta ahora alegre podría llegar a ser criminal, a menos que se asegure la vacunación masiva de la población. No como hasta ahora privilegio de unos pocos en el régimen y “enchufados”, sino del 60% de la población con vacuna efectiva aprobada debidamente por la Organización Mundial de la Salud - OMS. Para ello se necesita asegurar y adquirir de la mejor fuente confiable sin corrupción, 30 millones de dosis de vacunas anti Covid-19 para 15 millones de venezolanos comenzando por los mayores de 60 años, personal de salud, y demás según riesgo y sin desviaciones ni vacunación inmoral VIP. Y es que de negarse o retrasarse la vacunación masiva anti Covid-19, las consecuencias podrían ser terribles para los venezolanos.
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