La Navaja de Ockham
Nos falta una cultura del equilibrio, valga citar la visita de la Relatora de la ONU para efectos de Sanciones. Aún en la emoción hay que madurar. En toda postura se destaca lo provechoso, como el duro relato de una crisis humanitaria innegable...
La tendencia en este país es a las opiniones afincadas sobre lo blanco y sobre lo negro, unas donde se obvian los matices y donde el objeto analizado es cómo cada quien quiere verlo reforzado. La rectificación a unos cuantos se les hace penosa, un pecadillo a no cometer a la vista de todos.
La ubicación de la mirada cambia al objeto. No volvemos a citar a Einstein ni a la tesis de la mirada lateral o de la mirada compleja, mejor viajemos a otros siglos –ya casi una necesidad en este país- y detengámonos por un instante en lo que en ciencia política aún se conoce como “La Navaja de”, por algunos señalada como “principio de parsimonia” (lex parsimoniae) y atribuida al lógico escolástico Guillermo de Ockham (1280-1349).
Si bien la mayoría de los grandes filósofos la atacaron o corrigieron, hay que rescatar aquello de “en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable”. Traducido, quiere decir que cuando en igualdad de condiciones dos teorías tienen la misma consecuencia, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser la correcta.
Veamos: Si vamos a elecciones y ganamos 15 gobernaciones nos van a nombrar quince protectores, alegan algunos. Si no vamos a elecciones no tendremos gobernadores, se concluye fácilmente, por parte de otros. Aquí las consecuencias son distintas, pero la explicación más sencilla es la válida, conforme a Ockham. Es preferible tener los gobernadores.
Por lo demás, la tesis más suficiente puede no ser la verdadera. Traducido a nuestra precaria realidad, los 15 gobernadores del ejemplo que ponemos, puede que no existan. Y no existirán si la vergüenza los sigue acogotando o insisten en “iremos, si nos conviene”.
Nos falta una cultura del equilibrio, valga citar la visita de la Relatora de la ONU para efectos de Sanciones. Aún en la emoción hay que madurar. En toda postura se destaca lo provechoso, como el duro relato de una crisis humanitaria innegable, para obtener alivio para nuestra gente.
Veremos, entonces, como logran superar los pruritos de admitir errores y cómo logran aumento de la asistencia mundial. Esperemos, en primer lugar, que se atrevan. Yo aún no tengo la explicación de por qué a la tesis la llaman la “navaja”. Quizás porque haya que cortar.
@tlopezmelendez
La ubicación de la mirada cambia al objeto. No volvemos a citar a Einstein ni a la tesis de la mirada lateral o de la mirada compleja, mejor viajemos a otros siglos –ya casi una necesidad en este país- y detengámonos por un instante en lo que en ciencia política aún se conoce como “La Navaja de”, por algunos señalada como “principio de parsimonia” (lex parsimoniae) y atribuida al lógico escolástico Guillermo de Ockham (1280-1349).
Si bien la mayoría de los grandes filósofos la atacaron o corrigieron, hay que rescatar aquello de “en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable”. Traducido, quiere decir que cuando en igualdad de condiciones dos teorías tienen la misma consecuencia, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser la correcta.
Veamos: Si vamos a elecciones y ganamos 15 gobernaciones nos van a nombrar quince protectores, alegan algunos. Si no vamos a elecciones no tendremos gobernadores, se concluye fácilmente, por parte de otros. Aquí las consecuencias son distintas, pero la explicación más sencilla es la válida, conforme a Ockham. Es preferible tener los gobernadores.
Por lo demás, la tesis más suficiente puede no ser la verdadera. Traducido a nuestra precaria realidad, los 15 gobernadores del ejemplo que ponemos, puede que no existan. Y no existirán si la vergüenza los sigue acogotando o insisten en “iremos, si nos conviene”.
Nos falta una cultura del equilibrio, valga citar la visita de la Relatora de la ONU para efectos de Sanciones. Aún en la emoción hay que madurar. En toda postura se destaca lo provechoso, como el duro relato de una crisis humanitaria innegable, para obtener alivio para nuestra gente.
Veremos, entonces, como logran superar los pruritos de admitir errores y cómo logran aumento de la asistencia mundial. Esperemos, en primer lugar, que se atrevan. Yo aún no tengo la explicación de por qué a la tesis la llaman la “navaja”. Quizás porque haya que cortar.
@tlopezmelendez
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