La muerte de la muerte
Hoy podemos demostrar que la inmortalidad biológica no solo es posible, sino que existe desde el inicio mismo de la vida con las bacterias de división simétrica y luego con las células germinales...
Acaba de ser publicado en francés mi bestseller original La muerte de la muerte. La primera edición en castellano fue hace algo más de dos años con la editorial Planeta de Barcelona, España. Un año después presenté la segunda edición en español y también la primera edición en portugués: A morte da morte. Ahora acaba de aparecer La mort de la mort para el mundo francófono. En los próximos meses saldrán las ediciones en chino y luego en ruso. Así sucesivamente para cubrir muchos de los principales idiomas del mundo, desde el árabe hasta el vietnamita.
Aunque pocas personas lo saben, la inmortalidad biológica existe desde el origen mismo de la vida. Las primeras formas de vida en nuestro planeta, bacterias que se dividen simétricamente, son consideradas biológicamente inmortales pues después de reproducirse la bacteria madre es básicamente igual a la bacteria hija. Esto continúa hasta hoy con las células germinales, que también se consideran biológicamente inmortales en organismos multicelulares. Todos nosotros tenemos muchas células somáticas (de la palabra soma o cuerpo en griego) que envejecen y pocas células germinales (de la palabra germen u origen en griego) que no envejecen (por lo que se dice que son biológicamente inmortales).
El cáncer es una serie de mutaciones que convierte una célula normal somática que envejece en una célula mutante que deja de envejecer. Ahora los científicos están investigando por qué las células germinales no envejecen, y además cuáles son las mutaciones que detienen el envejecimiento celular de las células de cáncer.
Mucha gente todavía cree que la inmortalidad es imposible, pues no saben que las células germinales y las células de cáncer son biológicamente inmortales. De hecho, hoy podemos demostrar que la inmortalidad biológica no solo es posible, sino que existe desde el inicio mismo de la vida con las bacterias de división simétrica y luego con las células germinales. Hasta el cáncer descubrió como no envejecer para poder seguir creciendo y reproduciéndose. La prueba de que la inmortalidad es posible es que ya existe.
www.cordeiro.org
Aunque pocas personas lo saben, la inmortalidad biológica existe desde el origen mismo de la vida. Las primeras formas de vida en nuestro planeta, bacterias que se dividen simétricamente, son consideradas biológicamente inmortales pues después de reproducirse la bacteria madre es básicamente igual a la bacteria hija. Esto continúa hasta hoy con las células germinales, que también se consideran biológicamente inmortales en organismos multicelulares. Todos nosotros tenemos muchas células somáticas (de la palabra soma o cuerpo en griego) que envejecen y pocas células germinales (de la palabra germen u origen en griego) que no envejecen (por lo que se dice que son biológicamente inmortales).
El cáncer es una serie de mutaciones que convierte una célula normal somática que envejece en una célula mutante que deja de envejecer. Ahora los científicos están investigando por qué las células germinales no envejecen, y además cuáles son las mutaciones que detienen el envejecimiento celular de las células de cáncer.
Mucha gente todavía cree que la inmortalidad es imposible, pues no saben que las células germinales y las células de cáncer son biológicamente inmortales. De hecho, hoy podemos demostrar que la inmortalidad biológica no solo es posible, sino que existe desde el inicio mismo de la vida con las bacterias de división simétrica y luego con las células germinales. Hasta el cáncer descubrió como no envejecer para poder seguir creciendo y reproduciéndose. La prueba de que la inmortalidad es posible es que ya existe.
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