Espacio publicitario

La contramano de Dios

Al final no fue ejemplo de nada. Sin duda no en lo que respecta a sus patanerías, insultos y vanidades, pero es que ni siquiera en la cancha es un modelo a emular porque sencillamente era un genio insuperable y ese tipo de genialidad no puede imitarse...

  • JORGE SAYEGH

27/11/2020 05:03 am

Me gustaría decir que estoy triste. No puedo decir que me haya alegrado. Muchos años atrás fui un irreductible admirador de quien era, sin la menor duda, el mejor y más excepcional futbolista de la historia. La cruzada que la FIFA y la estupidez conservadora de la humanidad emprendieron en contra de un drogadicto irreverente me pareció, me parece y me parecerá uno de los actos de injusticia más perniciosos para el espíritu humano.

No hay nada en el consumo de cocaína que ayude a ser mejor atleta, eso es un hecho comprobable. Tiene sentido que las sustancias que otorguen ventaja artificial sobre otros competidores deban ser prohibidas y su uso penalizado. Pero este no es el caso, por el contrario, quien se haya metido una rumba de alcohol y alcaloides un par de noches antes de una contienda donde hay que correr por 90 minutos está en franca desventaja física y mental. Y él siempre era un gigante en la cancha. El castigo por su adicción a la juerga fue siempre moralista, no deportivo. Esa injusticia determinó su triste destino.

Su estrambótica carrera profesional como jugador o director técnico -signada por altos y bajos dramáticos- tuvo su último pico cuando dirigió la selección argentina en 2010. La década siguiente fue un solo barranco abajo, cuando su amistad conspicua con dictadores tropicales lo transformó en una “celebridad” tarifada para la propaganda política. Un asco. El espectáculo bochornoso de sus recurrentes estados de ebriedad e inconsciencia haciendo el ridículo terminaron convirtiéndolo en una esperpéntica caricatura de sí mismo.

Al final no fue ejemplo de nada. Sin duda no en lo que respecta a sus patanerías, insultos y vanidades, pero es que ni siquiera en la cancha es un modelo a emular porque sencillamente era un genio insuperable y ese tipo de genialidad no puede imitarse. Sólo quedaran, paradójicamente, las glorias efímeras y el perdón de los agraviados, si son (somos) lo suficientemente cristianos.

La mano de Dios no era perfecta.

@JorgeSayegh
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario