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Los juicios de Nuremberg

Hitler, como todos los tiranos, fue muy cobarde y en sus últimos días; como dice el libreto, contaba con un premeditado plan de salvación exclusivamente para él y su grupo familiar

  • DAVID BITTAN OBADÍA

29/11/2020 05:02 am

Este 20 de noviembre se conmemora el 75 aniversario de los juicios de Nuremberg, en los que se juzgaron importantes dirigentes nazis.

Tras el supuesto suicidio de Hitler -que a mí no me queda claro, por todo el misterio que gira en torno a esa historia-, Joseph Goebbels y Heinrich Himmler se sentaron en el banquillo de los acusados para responder por sus crímenes durante la Segunda Guerra Mundial.

Hitler, como todos los tiranos, fue muy cobarde y en sus últimos días; como dice el libreto, contaba con un premeditado plan de salvación exclusivamente para él y su grupo familiar, olvidándose de su entorno.

Como bien comenta mi querida amiga Angelina, los juicios de Nuremberg aportaron una especie de justicia simbólica para tratar de reparar un hecho irreparable como fue el exterminio de 6 millones de personas, sin embargo, más allá de ese momento histórico, fue el comienzo formal de la justicia internacional, que permitió abrir la puerta al desarrollo de juicios en Tokio, Israel, Europa, la Unión Soviética y en muchos países donde se logró enjuiciar a bastantes criminales.

Nuremberg marca el inicio de las nociones de genocidios y crímenes de lesa humanidad que nos son tan familiares hoy en día y que han sido incorporados del derecho internacional. Asimismo la Corte Penal Internacional es una consecuencia de ese pasado.

El ideario nacionalsocialista debe ser más recordado en estos tiempos y tiene que convertirse en la alarma de la sociedad moderna; muchos de sus componentes lo vamos apreciando actualmente en distintos países. Un síntoma que avizora un mal mayor es la forma en la que los políticos, los medios de comunicación y las redes sociales manipulan hoy el lenguaje; esto es una herencia del nazismo y es el camino a nada bueno.

Esta fecha no podemos pasarla por alto y sea propicia la ocasión para recordar el histórico juicio de Adolf Eichmann en Israel. Ésta fue la única vez que, en ese país, se decretó una sentencia de muerte, para juzgarlo hubo que formar una jurisdicción internacional.

No se puede olvidar tampoco cómo los servicios secretos israelíes (dicen que el mejor del mundo) organizó la “Operación Garibaldi" en la que, magistralmente -tal y como ocurre en las películas-, se llevaron de Argentina a ese criminal a quien, increíblemente se le respetaron sus derechos y, a pesar de todo le hicieron un juicio en el que tuvo derecho a la defensa y a un debido proceso.

Nuremberg nos deja un mensaje subliminal que, con toda seguridad ronda permanentemente en la mente de los tiranos y sus colaboradores: la justicia a veces es lenta, pero llega y sobretodo nos muestra que los más perseguidos al final son los mandos medios y bajos: políticos, jueces, fiscales y policías.

Quizás el refrán venezolano, “a cada cochino le llega su sábado”, haya sido inspirado en los procesos de Nuremberg.

Nuremberg será la referencia para sentar en el banquillo a muchos lo de los que hoy, se sienten poderosos.

davidbittanobadia@gmail.com 
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