A los empleados universitarios de LUZ
Por convicción ética, las puertas de la Universidad del Zulia se mantienen abiertas con la voluntad y nobleza de sus trabajadores
El 15 de mayo de 1964 se crea la Asociación de Empleados de la Universidad del Zulia (Asdeluz), primera asociación sindical que los agrupó como fuente de liderazgo en la universidad. Posteriormente se sumaron otros sindicatos y asociaciones como el Sindicato de Profesionales y Técnicos de LUZ (Siproluz) para ampliar la diversidad y el empuje de las reivindicaciones.
Hoy, en pleno 2020 y frente a una pandemia que ha tenido paralizadas las actividades académicas presenciales de nuestra institución y ha sumido a las actividades administrativas a su mínima operatividad, es meritorio reconocer en el Día del Empleado Universitario de LUZ, la labor que los hombres y mujeres de nuestra casa de estudios realizan a diario.
Por convicción ética, las puertas de la Universidad del Zulia se mantienen abiertas con la voluntad y nobleza de sus trabajadores. Seres humanos excepcionales que le han dedicado una buena parte de sus vidas a la universidad y al trabajo que realizan.
Cada trabajo que los universitarios realizan, sobre todo en estos tiempos, representa un esfuerzo digno de admiración, ya que en la actualidad no es bien remunerado y el sueldo percibido no satisface las necesidades de los empleados y las de su núcleo familiar.
A lo largo de todos estos años, muchas han sido las luchas por salarios justos y acordes a una realidad nacional. La universidad venezolana, en particular, siempre ha estado al lado del pueblo y de sus reivindicaciones. Revisemos la historia y no olvidemos el papel de nuestras instituciones de educación superior en los cambios políticos y sociales de la Venezuela contemporánea.
Es necesario que a cada universitario, docente, empleado administrativo y obrero se le reconozca el esfuerzo que hacen en contribuir con la formación profesional de la juventud venezolana y se les asigne un salario acorde que les permita trasladarse a sus puesto de trabajo y poder adquirir los principales productos de la cesta básica.
Recordemos que la grandeza de un país reside en el reconocimiento a la dignidad de sus trabajadores, dispuestos a recorrer el camino del deber y de la austeridad pero al mismo tiempo con derecho a compartir las riquezas de la patria.
Los tiempos difíciles blindan el liderazgo universitario para hacer frente a injusticias. Juntos como una familia, hay que exigir lo que por ley nos corresponde y luchar por los derechos de los que hacemos vida en una institución centenaria como lo es LUZ.
Extiendo un cordial saludo junto a las más sinceras felicitaciones, a todo el personal administrativo activo y jubilado de nuestra Universidad del Zulia. Ustedes son constructores del prestigio institucional y sus méritos son imprescindibles en la defensa de la institución, única y sólida.
Hoy, en pleno 2020 y frente a una pandemia que ha tenido paralizadas las actividades académicas presenciales de nuestra institución y ha sumido a las actividades administrativas a su mínima operatividad, es meritorio reconocer en el Día del Empleado Universitario de LUZ, la labor que los hombres y mujeres de nuestra casa de estudios realizan a diario.
Por convicción ética, las puertas de la Universidad del Zulia se mantienen abiertas con la voluntad y nobleza de sus trabajadores. Seres humanos excepcionales que le han dedicado una buena parte de sus vidas a la universidad y al trabajo que realizan.
Cada trabajo que los universitarios realizan, sobre todo en estos tiempos, representa un esfuerzo digno de admiración, ya que en la actualidad no es bien remunerado y el sueldo percibido no satisface las necesidades de los empleados y las de su núcleo familiar.
A lo largo de todos estos años, muchas han sido las luchas por salarios justos y acordes a una realidad nacional. La universidad venezolana, en particular, siempre ha estado al lado del pueblo y de sus reivindicaciones. Revisemos la historia y no olvidemos el papel de nuestras instituciones de educación superior en los cambios políticos y sociales de la Venezuela contemporánea.
Es necesario que a cada universitario, docente, empleado administrativo y obrero se le reconozca el esfuerzo que hacen en contribuir con la formación profesional de la juventud venezolana y se les asigne un salario acorde que les permita trasladarse a sus puesto de trabajo y poder adquirir los principales productos de la cesta básica.
Recordemos que la grandeza de un país reside en el reconocimiento a la dignidad de sus trabajadores, dispuestos a recorrer el camino del deber y de la austeridad pero al mismo tiempo con derecho a compartir las riquezas de la patria.
Los tiempos difíciles blindan el liderazgo universitario para hacer frente a injusticias. Juntos como una familia, hay que exigir lo que por ley nos corresponde y luchar por los derechos de los que hacemos vida en una institución centenaria como lo es LUZ.
Extiendo un cordial saludo junto a las más sinceras felicitaciones, a todo el personal administrativo activo y jubilado de nuestra Universidad del Zulia. Ustedes son constructores del prestigio institucional y sus méritos son imprescindibles en la defensa de la institución, única y sólida.
Rectora encargada de LUZ
judith.aular@viceacademico.luz.edu.ve
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