Sea de ejercicio directo por el propietario o por gerente contratado, la administración moderna de fincas trata es de la toma e implementación de decisiones para su mejor organización y funcionamiento, maximizando la producción rentable en armonía con el ambiente y satisfaciendo con repetibilidad las exigencias de demanda del mercado. De allí que hecho por estudios o auto superación, el administrador de finca requiere de variados conocimientos desde las ciencias de la producción agrícola y animal, de economía agrícola, de ambiente y ecología, de sociología, de leyes y reglamentos, y en fin de las materias y temas específicos según el propósito y empresas de cada finca. Además, debe apoyarse en los servicios y asistencia o consultoría profesional veterinaria, agronómica, contable, financiera, legal, de recursos humanos, ingeniería ambiental, etc.

En nuestra experiencia, una finca sin técnico es barco sin navegante. Cual capitán de una nave, el administrador de finca, debe ser capaz de navegar día y noche, todo el año, en las más variadas condiciones y grados de dificultad. Desde las aguas tranquilas y la mejor visibilidad hasta las aguas tormentosa y la más oscura bruma. Todo esto llevando segura la nave a cada puerto destino con su valiosa carga de productos y tripulación. Haciendo esto debe manejar eficientemente los recursos disponibles, superando las dificultades de los costos, precios y mercados, del clima, y sobre todo, del entorno. Esto es puertas adentro y puertas afuera de la finca, y considerando la naturaleza biológica de la producción, que dicta una constante atención.

También no debe olvidarse que se trabaja es con gente, cuyo manejo, entrenamiento, supervisión, motivación y recompensa de beneficios, son claves. En el caso de las fincas familiares, el propietario administrador y jefe de familia, debe manejar y evitar el potencial conflicto entre el interés de cada familiar y el de la finca y sus negocios. Esto previendo la sucesión y el cambio generacional menos traumático para la continuidad de la finca. Indistintamente, sea familiar o empresarial, pequeña, mediana o grande, monoproductora o diversificada, los resultados serán los del desempeño administrativo de acuerdo al entorno, que es el viento a favor, neutro o en contra que enfrenta todo capitán de nave.

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