23 de enero, 60 años ha
La fecha histórica más significativa y de más trascendencia histórica, de la segunda mitad del siglo XX, y los primeros 20 años del XXI, con la desaparición de la bonanza creada por la explotación e industrialización del “oro negro”, con la transformación de un país eminentemente agrícola, en uno pujante y con un ritmo acelerado hacia una nación altamente productiva.
La fecha histórica más significativa y de más trascendencia histórica, de la segunda mitad del siglo XX, y los primeros 20 años del XXI, con la desaparición de la bonanza creada por la explotación e industrialización del “oro negro”, con la transformación de un país eminentemente agrícola, en uno pujante y con un ritmo acelerado hacia una nación altamente productiva, con una moneda fuerte y con la consideración de equipararse con las divisas más sólidas del planeta. El 23 de enero de 1958 cesan 10 años de una aparente dictadura militar, iniciada el 24 de noviembre de 1948, cuando los comandantes Carlos Delgado Gómez Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez, derrocan al Presidente Rómulo Gallegos Freire, instaurando una “dictablanda” con características muy particulares. Especialmente cuando Rafael Simón Urbina y un grupo de matones, asesina al Presidente de la Junta Militar, Carlos Delgado, el 13 de noviembre de 1950, asumiendo tal condición el doctor Germán Suárez Flamerich; y el coronel Pérez Jiménez ocupa la Presidencia Provisional de Venezuela, luego de ser desconocidos los resultados de la elección para la Asamblea Constituyente, del 30 de noviembre de 1952, donde se impuso la tarjeta amarilla de Unión Republicana Democrática, cuyos líderes son prácticamente expulsados al exilio. Y es constituida una Asamblea Nacional Constituyente espuria, presidida por el doctor Ricardo González; quien tomó el juramento del coronel Marcos Evangelista Pérez Jiménez, como Presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, el 17 de abril de 1953, tomando posesión oficial, dos días más tarde o sea el 19 de abril. Hay que destacar que el subsiguiente 1ª de mayo, se celebró la primera “Semana de la Patria”.
A pesar de la tenaz oposición de los miembros del partido Acción Democrática y de algunos militantes del Partido Comunista –con “todos los hierros”-, Pérez Jiménez se propuso y lo logró, desarrollar a Venezuela de manera eficiente, construyendo obras de trascendencia aún vigentes, tales como los modernos hospitales en cada capital de estado, la autopista Caracas-La Guaira, la autopista central Valencia-Caracas –quedando solo pendiente la parte final en la denominada Tazón-Fuerte Tiuna-, la administración pública fue tecnificada, son inauguradas las torres del Centro Simón Bolívar, la ciudad vacacional obrera en “Los Caracas”, la planta Petroquímica de Morón, se inició la red ferrocarrilera nacional con la puesta en servicio del tren Barquisimeto-Puerto Cabello. Fueron construidas las plantas: Siderúrgica del Orinoco y la de Matanzas, como primera parte del complejo eléctrico del Guri, la represa del Guárico en las cercanías de Calabozo; con un presupuesto anual en el orden de menos de 5 mil millones de bolívares –al cambio real y efectivo de 3,35 por dólar norteamericano-, con ingresos brutos de unos 14 mil millones de bolívares anuales.
Fue nacionalizada la empresa nacional telefónica en manos de los ingleses, arrancando un contrato con empresas del país, a fin de instalar 100 mil líneas nuevas; para comodidad de los militares y sus familiares, fue construido el Círculo de las Fuerzas Armadas, en Caracas, y varios similares en algunas capitales del interior, evidenciando el auge de la construcción en toda la nación; así mismo urbanizaciones con los denominados “superbloques” con cientos de apartamentos para la clase trabajadora, contando con locales comerciales, y escuelas cercanas. Es significativo que en este régimen fue inaugurada la Ciudad Universitaria de la Universidad Central de Venezuela –decretada en el Gobierno del general Isaías Medina Angarita en 1943-; con fecha 02 de marzo de 1954. Es necesario hacer pública la decisión del Presidente Pérez Jiménez de ordenar la liberación de más de 400 presos políticos, el 1ª de enero de 1954; más del 50 % de los detenidos por actuaciones irregulares, de sabotajes y de notorio “petardismo” de los militantes armados del partido Acción Democrática.
Por supuesto que la represión de los sicarios de la Seguridad Nacional, dirigida por el sádico y venial “Chacal de Guiria”, Pedro Estrada, constituyó una negativa referencia para el régimen de Pérez Jiménez; ascendido a general de Brigada, el 5 de julio de 1955; y a general de División el 5 de julio de 1957. Tal vez su craso error fue seguir las sugerencias de pragmático Laureano Vallenilla Planchart, abogado y economista graduado en la Universidad de París, ministro de Relaciones Interiores durante el “perezjimenizmo”; en el sentido de realizar el plebiscito celebrado el 15 de diciembre de 1957, con el rotundo triunfo del militar de Michelena, que fue determinante en el rechazo de su popularidad, y de la conjunción de los gremios profesionales, en el sentido de manifestarse en contra del régimen, contando con el significativo esfuerzo de Fabricio Ojeda, máximo dirigente de la Junta Patriótica, y su llamado a la huelga general. Entonces el general Pérez Jiménez abandonó su cargo y el país. Nadie lo derrocó. ¡Es la absoluta verdad!