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De Anaxágoras a Zubiri

Apenas estamos iniciando el desarrollo de las posibilidades científicas de la mente. Del cerebro. De la inteligencia. Y tenemos que seguir en este proceso de estudio y aplicación

  • Diario El Universal

11/03/2020 05:00 am

JOSÉ DOMÍNGUEZ 
“Sabemos, sin que ofrezca duda, que Anaxágoras se consagró al examen de este punto de vista de la ciencia. Puede decirse, sin embargo, que Hermotimo de Clazomene lo indicó el primero. Estos dos filósofos alcanzaron, pues, la concepción de la Inteligencia…”
Aristóteles, “Metafísica”.

Se termina así con la materia como causa única y principio de todas las cosas. Pasaron el agua, el fuego, Océano y Tetis. Los dos, maestro y discípulo, Hermotimo y Anaxágoras, de Clazomene, abren en el año 499 antes de Cristo las puertas del futuro y que hoy, de nuevo, es motivo de esperanza frente a la crisis general que nos rodea. Y en esta línea sus discípulos Arquelao de Atenas y Metrodoro de Lamp-saco. Tendemos hoy, en estos tiempos de la Inteligencia artificial y de la robótica, como entonces, que salir del caos.

Por ese mismo camino de la inteligencia, del saber, el conocer, el comprender, de lo inteligible, inteligencia en reposo diría Plotino, han transitado notables mentes. Los griegos sobre todo. ¿Habrá algo en que no pensaron? Grecia y el Mediterráneo, también en esto, orilla de partida.

Platón, lo sensible y lo inteligible, Aristóteles no solo en la Metafísica, también en De Anima, Teofrasto, Simplicio, Alejandro de Afrodisia, Avicena y Averroes. Árabes y judíos. La polémica entre inmanentista y trascendestistas. Entre el intelecto único y la concepción dual del intento activo y pasivo. Y pasan los siglos. Y corre tinta y llueve sangre y sigue la cuestión fundamental: la inteligencia. San Alberto Magno, San Agustín, Santo Tomás, la unión de la inteligencia a la conciencia, la sabiduría y la prudencia (Sto. Tomás), o a las potencias, memoria y voluntad. Y pasan Sectarismos y Cruzadas. Inquisiciones y Revoluciones. Y el mundo se hace redondo. Y en algún imperio el sol se pone. Y sigue la cuestión por esencia, inteligencia, siendo objeto de estudio y meditación. Ahí están Fichte y Hegel, con su sistema de inteligencia y su facultad cognoscitiva, respectivamente. Y luego Taine y Bergson. Y siguen los filósofos. Y empieza el amanecer de los Psicólogos. Y una y otra guerra pasa. Y se llaman Cattel, Binet, Terman, Sperman, Thurstone, Guilford, Weschler, y Köhler con sus chimpancés, Oden, Thorndike, Jensen. Y Skinner. Y a todo esto desde 1800, en este galope histórico, atravesamos el existencialismo, el estructuralismo, el marxismo, el psicoanálisis, la fenomenología, el evolucionismo, el pragmatismo, el pensamiento técnico y el positivismo, el cientifismo, el sociologismo, el conductismo y llegamos a la cibernética y la teoría de la información.

Y hoy, sin profecías ni apocalipsis y en esta crisis global paradójicamente tenemos, como nunca antes, la mayor cantidad de conocimiento y de sabios y científicos vivos. Más en los últimos dos mil años. Y dominio casi total del espacio exterior. ¿Pero … y de nuestro espacio interior? Apenas estamos iniciando el desarrollo de las posibilidades científicas de la mente. Del cerebro. De la inteligencia. Y tenemos que seguir en este proceso de estudio y aplicación. Pero con técnicas y ciencias de las que no dispusieron ni Anaxágoras ni Plotino. Porque sabemos que además de un componente genético, la inteligencia es una realidad componencial, multifactorial, educable, influíble, desarrollable. La genética y el medio ambiente. Genes y realidad socio cultural. Y por eso la clara y visionaria decisión del Presidente de Venezuela, Luis Herrera Campíns quien creo, en 1979, el Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia, y nombró como su Ministro al Dr. Luis Alberto Machado. Ellos han dado al Desarrollo de la Inteligencia, sobre una base científica, un contenido político de promisorias consecuencias sociales.

La historia que se empezó a escribir con Anaxágoras y que en este tiempo, en nuestro tiempo expresa Zubirí, con su preocupación por Dios y la historia, cuasi creación la llamó, con su tratado de la Esencia y ahora, con su última obra, magnifica, “Inteligencia Sentiente”. Tenemos que lamentar que como en todos los demás aspectos positivos de la realidad venezolana, el chavismo también canceló el proyecto y los varios programas desarrollados en el país con participación y asesoría de diversas instituciones de Europa y Estados Unidos.

Luis Alberto Machado es el autor de los libros: “La revolución de la inteligencia” y “El derecho de ser inteligente”, ambos de enorme éxito editados por Seix y Barral.

jdominguez@cremadescalvosotelo.com
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