¿Qué pasará en Venezuela en el 2020?
Deben haber elecciones para diputados de la Asamblea durante este año 2020. ¿Irá la oposición a esas elecciones? Hay asesores que susurran en los oídos de los líderes que no deben presentar candidatos
Existen muchos aspectos que unen a la mayoría de los venezolanos. En general son los relativos a tradiciones, asuntos familiares, comidas, música y sentido de pertenencia. Pero hay un punto de nuestro “mundo de vida” como lo llamaba el recién fallecido padre Alejandro Moreno, que tiene que ver con la libertad, la democracia y el derecho de pensar diferente. La democracia y la libertad son valores profundamente arraigados en la mente de la mayoría de venezolanos. Nos dan la oportunidad de disentir, de contrastar nuestras diferentes miradas sin que ello conforme un delito, sin que tengamos que ser castigados por ello. Los venezolanos estamos obligados a convivir en este bello pedacito de tierra a pesar de nuestras diferencias. No podemos eliminarnos mutuamente. Los defensores del gobierno no van a desaparecer, ni los opositores tampoco. Entonces no nos queda otra vía que entendernos. Eso es lo que pasará en Venezuela en el 2020 inevitablemente.
Hacer predicciones en nuestro país se ha convertido en un trabajo parecido al ejercicio de la magia pero con la bola de cristal empañada. En esta fecha del año pasado nadie se imaginaba que surgiría un liderazgo joven y desconocido como el de Juan Guaidó para aglutinar a la oposición. Tampoco hubiéramos imaginado que los billetes de dólares circularían por las calles de toda Venezuela en una forma abundante, fluida y descontrolada. Pero vamos con nuestras predicciones: En lo político muy probablemente con la incorporación de los diputados del gobierno a las sesiones de la Asamblea Nacional, se podrá lograr la designación de los sustitutos de las rectoras del CNE que tienen su período vencido, en la forma constitucionalmente prevista y no forzada con triquiñuelas legales. El período legal de mandato de los diputados de la Asamblea Nacional es de cinco años, que se vencen en enero del año 2021. Eso significa que constitucionalmente deben haber elecciones para diputados de la Asamblea durante este año 2020. ¿Irá la oposición a esas elecciones? Hay asesores que susurran en los oídos de los líderes que no deben presentar candidatos. Ya esa estrategia fue utilizada en el año 2005 porque no había condiciones y con el fin de “deslegitimar” la propia elección. Ni las condiciones mejoraron ni se deslegitimó a nadie. Dejaron cómodos a los diputados del gobierno legislando solos a sus anchas, tiñendo a las instituciones venezolanas con su color partidista. Cuando la oposición cambió de estrategia y decidió ir unida a las elecciones con las mismas condiciones de ventajismo obsceno y el mismo CNE gobiernero, ganaron por paliza. ¿Elecciones presidenciales también este año? Hoy y a esta hora parece poco probable, pero la política es el arte de lo imposible. Esa elección puede salir producto de una negociación que nadie sabrá sino hasta el último instante.
En la economía el efecto narcótico que ha tenido la circulación descontrolada de billetes de dólares en el comercio venezolano, dando una sensación de bonanza que parece un espejismo lleno de agua fresca en el desierto, seguirá marcando el termómetro del año 2020. El comercio se moverá pero la industria no. La producción nacional, que es tan necesaria para la salud financiera del país, seguirá en sus niveles más bajos. Corremos el riesgo de convertirnos en una economía de puertos, donde nada se produce y todo se importa. Las medidas gubernamentales de eliminar impuestos de importación no ayudan a la producción nacional. Con el nuevo liderazgo en Fedecámaras, lleno de juventud y de ideas para salir de la crisis, es posible que el planteamiento de los industriales venezolanos sea escuchado por todos. No piden prebendas sino que los dejen trabajar. ¡Feliz año para todos!
alvaromont@gmail.com
Hacer predicciones en nuestro país se ha convertido en un trabajo parecido al ejercicio de la magia pero con la bola de cristal empañada. En esta fecha del año pasado nadie se imaginaba que surgiría un liderazgo joven y desconocido como el de Juan Guaidó para aglutinar a la oposición. Tampoco hubiéramos imaginado que los billetes de dólares circularían por las calles de toda Venezuela en una forma abundante, fluida y descontrolada. Pero vamos con nuestras predicciones: En lo político muy probablemente con la incorporación de los diputados del gobierno a las sesiones de la Asamblea Nacional, se podrá lograr la designación de los sustitutos de las rectoras del CNE que tienen su período vencido, en la forma constitucionalmente prevista y no forzada con triquiñuelas legales. El período legal de mandato de los diputados de la Asamblea Nacional es de cinco años, que se vencen en enero del año 2021. Eso significa que constitucionalmente deben haber elecciones para diputados de la Asamblea durante este año 2020. ¿Irá la oposición a esas elecciones? Hay asesores que susurran en los oídos de los líderes que no deben presentar candidatos. Ya esa estrategia fue utilizada en el año 2005 porque no había condiciones y con el fin de “deslegitimar” la propia elección. Ni las condiciones mejoraron ni se deslegitimó a nadie. Dejaron cómodos a los diputados del gobierno legislando solos a sus anchas, tiñendo a las instituciones venezolanas con su color partidista. Cuando la oposición cambió de estrategia y decidió ir unida a las elecciones con las mismas condiciones de ventajismo obsceno y el mismo CNE gobiernero, ganaron por paliza. ¿Elecciones presidenciales también este año? Hoy y a esta hora parece poco probable, pero la política es el arte de lo imposible. Esa elección puede salir producto de una negociación que nadie sabrá sino hasta el último instante.
En la economía el efecto narcótico que ha tenido la circulación descontrolada de billetes de dólares en el comercio venezolano, dando una sensación de bonanza que parece un espejismo lleno de agua fresca en el desierto, seguirá marcando el termómetro del año 2020. El comercio se moverá pero la industria no. La producción nacional, que es tan necesaria para la salud financiera del país, seguirá en sus niveles más bajos. Corremos el riesgo de convertirnos en una economía de puertos, donde nada se produce y todo se importa. Las medidas gubernamentales de eliminar impuestos de importación no ayudan a la producción nacional. Con el nuevo liderazgo en Fedecámaras, lleno de juventud y de ideas para salir de la crisis, es posible que el planteamiento de los industriales venezolanos sea escuchado por todos. No piden prebendas sino que los dejen trabajar. ¡Feliz año para todos!
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