Se acabó. Pónganle punto final, denle Enter. Pasen la página.

Este miércoles millones de nosotros estaremos unidos en una misma sintonía, en esos primeros días del año caracterizados por su corte de energía cívica. Al cabo de pocos días también estoy seguro que reviviremos la facilidad con que se pasa de aplausos en el capitolio a despeñar desde la roca tarpeya: se elegirá una directiva con una de las últimas oportunidades para darle al calvario venezolano un giro inesperado, una Asamblea que sepa producir los gestos políticos con voluntad de darle otro cause a la Venezuela de Casas Muertas que estamos reviviendo.

Salvo que eventos extraordinarios quieran lucirse a principios (o cierre según se vea) de década, vienen los típicos días en cámara lenta. Ojalá permita al electorado seguir tomando distancia de los espejismos.

Dos Papas y dos Yedis
Diciembre trajo sus ofertas cinematográficas y dos de ellas pertenecen por pura cabida a principios básicos de la civilización, algo que el propio creador de Star Wars, George Lucas, le explicaba al realizador James Cameron, en agosto de 2018: “La mitología es la piedra angular de una sociedad. Para tener una sociedad empiezas con una familia. El padre es el jefe, y todo el mundo obedece sus reglas. Y luego se va haciendo más grande, se empieza a agregar a los tíos, las tías, los cuñados… entonces tienes dos o tres familias juntas, que forman una tribu. Y una vez que tienes una tribu, tienes un problema, porque tienes que encontrar un mecanismo social para controlarlos. De lo contrario se matarán entre sí”.

La saga Star Wars llegó a un final y con ella la resolución de sus antagónicos justo cuando el paolista Fernando Meirelles estrena otra historia de dos seres que también aclaran el choque de sus formas de control y transformación, Los dos Papas. El guión de Anthony McCarten también calza con otra reflexión del padre de Yoda: “creemos en los dioses, creemos en los mismos héroes, en el mismo sistema político, una vez tienes esas cosas, puedes poner a un montón de personas juntas y formar ciudades y civilizaciones. Por qué creemos en las cosas que creemos, por qué creemos en las ideas culturales que tenemos. Se vuelve más complejo según envejecemos. Creía que habíamos alcanzado un punto de estabilidad después de la Segunda Guerra Mundial, que es la época en la que crecí”, afirma Lucas, pero está visto que no.

Según la visión que tiene el filme sobre los prelados, los seres humanos estamos por dictado eterno buscando paz, conocimiento, serenidad, armonía, fuerza. Ello depende de un orden que calce lo mejor posible ante los hechos y lo que está por evolucionar.

Los libros del año
Fue complicado cumplir con mi meta anual de lectura. Mientras los marcalibros se instalan a vivir en tomos que suelto y retomo, comparto citas pertinentes a manera de corte de cuenta:

“Cuando dos personas consiguen tener un encuentro auténtico, queda entre ambas un espacio; no pueden abrirse la una a la otra; sólo nos encontramos con nosotros mismos; no podemos suprimir la soledad (…) se necesita de alguien diferente de sí mismo para que cada cual pueda hallar su propia verdad”. –Theodore Zeldin

“El destino siempre termina abatiendo la soberbia”. –Saramago

“No se debe juzgar a nadie por su apariencia. La gente aparenta por un propósito, cuando consiguen lo que quieren se van de al lado de uno. La letra se mueve en dos sentidos. Por ejemplo, no puedes dar tu verdadero rostro. Guárdatelo para el amor; pero tienes que cuidarte del rostro que te dan a ti. Es un asunto de esencia y personalidad. La esencia para comunicarse en amor; personalidad para el mundo”. –Zoé Valdés.

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