Un linaje de grandes músicos
Amílcar Rivas Dugarte, pianista y director de orquesta y coros, profesor fundador de la Licenciatura en Música de la Facultad de Arte de la ULA, con quien hice una amistad que se mantiene incólume...
Tengo el privilegio de conocer a personajes connotados en todos los órdenes del acontecer del país, pero pocos de ellos poseen, además del talento por el que se les aplaude, el don de gentes. Cuando ingresé como Miembro Correspondiente Estadal de la Academia de Mérida conocí a uno de ellos, el académico Amílcar Rivas Dugarte, pianista y director de orquesta y coros, profesor fundador de la Licenciatura en Música de la Facultad de Arte de la ULA, con quien hice una amistad que se mantiene incólume en el tiempo.
Para mi sorpresa, ignorante del mundo musical como lo soy (aunque no menos amante), el colega proviene de un extraordinario linaje de músicos que abarca ya cuatro generaciones, que parte con su padre, José Rafael Rivas (Mucutuy, 1902 y Mérida 1982), quien fuera director, compositor, docente, ejecutante de violín, guitarra, piano y bombardino, fundador de la Banda del estado Mérida la cual dirigió por varias décadas y creador del Orfeón Universitario de la ULA. Resulta que la madre de Amílcar, Mery Dugarte de Rivas, fue formada por su esposo y se hizo ejecutante del piano y pedagoga musical. Los hermanos de Amílcar forman parte también de ese portento musical: el también amigo Rafael Ángel, amén de ser miembro de la Academia de Mérida, Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Lengua (España), es ejecutante de flauta, piano y acordeón. Diógenes es oboísta, pianista, director y compositor. José Argenis fue clarinetista en su juventud y llegó a ser excelente ejecutante del saxofón. Rubén es pianista, compositor, director de orquesta y coros (se casó con Teresa y bajo la formación de su esposo se hizo directora de coros infantiles y fue la fundadora de los Niños Cantores del Táchira) y Mariluz fue profesora de música en escuelas públicas de la ciudad de Mérida, es profesora de piano y hoy en Lima prosigue su labor educativa.
Alejandro Rivas Durán, hijo de Rubén y Teresa es cellista y director de orquesta, con una envidiable formación musical y trayectoria internacional. Sus hermanas: María Teresa es solista y directora de coros y Esther Valentina fue integrante del Coro Universitario de la UNET y directora de los Niños Cantores del Táchira.
Cierran (hasta hoy) la estirpe musical, los hijos de Alejandro, quienes formados en parte por su padre han hecho brillante carrera: María Pierina realiza actualmente estudios de violoncello con Richard Lester en el Royal College of Music en Londres y es miembro de la Royal College Symphony Orchestra, María Alejandra ha sido miembro de la fila de violoncelos de la Orquesta Sinfónica de Chetham’s, Sinfonia, GT Orchestra y Peabody’s Young Artist Orchestra en Baltimore, y de L’Orchestra Nazionale per i Giovanidell’Umbria, en Perugia, Italia.
Su hermano, Ilich Eduardo, último eslabón de este hilo de oro, fue catalogado como niño prodigio de la música, debutó como director a los 16 años al frente de la Orquesta Sinfónica de Atlanta, ha dirigido con éxito la Verbier Festival Orchestra, declarándosele (ese año) como el músico más destacado del festival, fue director asistente de la Baltimore Symphony Orchestra y más tarde de la London Philharmonic Orchestra. Ha sido invitado de distintas orquestas en América Latina, Suiza, Suecia, Líbano, España, Francia, República Checa, Turquía, Bielorusia, Moldavia, Azerbaijan, Polonia, Ucrania, Georgia, Armenia e Irlanda.
Si bien Ilich no es conocido en Venezuela, a sus 26 años se perfila como uno de los genios musicales de este lado del mundo.
Enhorabuena por la estirpe de los Rivas. Salud don Amílcar.
@GilOtaiza
rigilo99@hotmail.com
Para mi sorpresa, ignorante del mundo musical como lo soy (aunque no menos amante), el colega proviene de un extraordinario linaje de músicos que abarca ya cuatro generaciones, que parte con su padre, José Rafael Rivas (Mucutuy, 1902 y Mérida 1982), quien fuera director, compositor, docente, ejecutante de violín, guitarra, piano y bombardino, fundador de la Banda del estado Mérida la cual dirigió por varias décadas y creador del Orfeón Universitario de la ULA. Resulta que la madre de Amílcar, Mery Dugarte de Rivas, fue formada por su esposo y se hizo ejecutante del piano y pedagoga musical. Los hermanos de Amílcar forman parte también de ese portento musical: el también amigo Rafael Ángel, amén de ser miembro de la Academia de Mérida, Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Lengua (España), es ejecutante de flauta, piano y acordeón. Diógenes es oboísta, pianista, director y compositor. José Argenis fue clarinetista en su juventud y llegó a ser excelente ejecutante del saxofón. Rubén es pianista, compositor, director de orquesta y coros (se casó con Teresa y bajo la formación de su esposo se hizo directora de coros infantiles y fue la fundadora de los Niños Cantores del Táchira) y Mariluz fue profesora de música en escuelas públicas de la ciudad de Mérida, es profesora de piano y hoy en Lima prosigue su labor educativa.
Alejandro Rivas Durán, hijo de Rubén y Teresa es cellista y director de orquesta, con una envidiable formación musical y trayectoria internacional. Sus hermanas: María Teresa es solista y directora de coros y Esther Valentina fue integrante del Coro Universitario de la UNET y directora de los Niños Cantores del Táchira.
Cierran (hasta hoy) la estirpe musical, los hijos de Alejandro, quienes formados en parte por su padre han hecho brillante carrera: María Pierina realiza actualmente estudios de violoncello con Richard Lester en el Royal College of Music en Londres y es miembro de la Royal College Symphony Orchestra, María Alejandra ha sido miembro de la fila de violoncelos de la Orquesta Sinfónica de Chetham’s, Sinfonia, GT Orchestra y Peabody’s Young Artist Orchestra en Baltimore, y de L’Orchestra Nazionale per i Giovanidell’Umbria, en Perugia, Italia.
Su hermano, Ilich Eduardo, último eslabón de este hilo de oro, fue catalogado como niño prodigio de la música, debutó como director a los 16 años al frente de la Orquesta Sinfónica de Atlanta, ha dirigido con éxito la Verbier Festival Orchestra, declarándosele (ese año) como el músico más destacado del festival, fue director asistente de la Baltimore Symphony Orchestra y más tarde de la London Philharmonic Orchestra. Ha sido invitado de distintas orquestas en América Latina, Suiza, Suecia, Líbano, España, Francia, República Checa, Turquía, Bielorusia, Moldavia, Azerbaijan, Polonia, Ucrania, Georgia, Armenia e Irlanda.
Si bien Ilich no es conocido en Venezuela, a sus 26 años se perfila como uno de los genios musicales de este lado del mundo.
Enhorabuena por la estirpe de los Rivas. Salud don Amílcar.
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