Desarrollo agrícola
La política financiera rural es una parte importante de la política de acceso, ya que la financiación es en muchos casos un prerequisito para obtener insumos y comercializar los productos”.
Del por qué en Venezuela nada avanzamos en la solución del hambre aunque ésta golpea duramente a la población pobre y vulnerable que es la mayoría, la respuesta está en la anti-política agrícola que prevalece contra el interés nacional. De allí el entorno contrario y de oídos sordos al clamor del campo que persiste igual como en octubre de 2017 en estas páginas de El Universal, escribí: “Desde el campo las voces se elevan llamando la atención de todos los actores públicos y privados de la agricultura y alimentación de la nación. Los venezolanos de hoy y mañana necesitamos comer completo los 365 días de cada año. Ello implica la producción nacional de alimentos en forma costo-eficiente y competitiva en igualdad de condiciones con la producción importada que sea justo la necesaria para satisfacer la oferta al consumo normativo de la población. En esa dirección la política agrícola que es parte de la económica debe orientarse. El pragmatismo o sea la preferencia por lo práctico o útil, debe reemplazar la teoría inútil que tanto retrasa nuestro desarrollo agropecuario y agroindustrial”.
Como sea que los conceptos y principios de las políticas agrícolas son universales, tal como resumidos por la FAO (2004), su foco está en los productores: “Para poder trabajar provechosamente, los productores necesitan tres cosas básicas: incentivos adecuados para producir, una base de recursos segura (tierra agrícola, agua) y acceso a los mercados de insumos y productos, incluyendo la tecnología. En consecuencia, la política agrícola consta de tres grandes componentes: 1) Política de precios, que en la economía de mercado está determinada en su mayor parte, pero no totalmente, por las políticas macroeconómicas. 2) Políticas de recursos; incluyendo la política de tenencia de tierras y las políticas de manejo de los recursos (tierra, agua, bosques y pesquerías). 3) Políticas de acceso, incluyendo el acceso a insumos agrícolas, mercados de productos y tecnología. La política financiera rural es una parte importante de la política de acceso, ya que la financiación es en muchos casos un prerequisito para obtener insumos y comercializar los productos”.
Ciertamente en Venezuela la solución del hambre está en la agricultura. Seguir retrasando el desarrollo agrícola es por tanto inaceptable.
Como sea que los conceptos y principios de las políticas agrícolas son universales, tal como resumidos por la FAO (2004), su foco está en los productores: “Para poder trabajar provechosamente, los productores necesitan tres cosas básicas: incentivos adecuados para producir, una base de recursos segura (tierra agrícola, agua) y acceso a los mercados de insumos y productos, incluyendo la tecnología. En consecuencia, la política agrícola consta de tres grandes componentes: 1) Política de precios, que en la economía de mercado está determinada en su mayor parte, pero no totalmente, por las políticas macroeconómicas. 2) Políticas de recursos; incluyendo la política de tenencia de tierras y las políticas de manejo de los recursos (tierra, agua, bosques y pesquerías). 3) Políticas de acceso, incluyendo el acceso a insumos agrícolas, mercados de productos y tecnología. La política financiera rural es una parte importante de la política de acceso, ya que la financiación es en muchos casos un prerequisito para obtener insumos y comercializar los productos”.
Ciertamente en Venezuela la solución del hambre está en la agricultura. Seguir retrasando el desarrollo agrícola es por tanto inaceptable.
ppinate@gmail.com
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