Una Filosofía para el Pinealismo
El Pinealismo, extendido en América Latina, presenta con la estimulación de la glándula pineal y su producción de melatonina, grandes beneficios para la salud física y mental...
Este 25 y 26 de septiembre nos reunimos en el Aula Magna de la Universidad Central los pinealistas de Venezuela. Para un ejercicio colectivo dentro de los nuevos aportes de la ciencia y la filosofía en el camino de la perfección del hombre; para los nuevos cambios en el cerebro pero también en el corazón. Maritza Rodríguez, la única acreditada en Venezuela del método cyclopea, nos lo ha hecho conocer en nuestro país, iniciado por la periodista chilena Fresia Castro. Maritza ha afirmado, y compartimos: “…el método abrió para mí una ventana a los secretos del universo, al descubrimiento de la verdadera vida”.
El Pinealismo, extendido en América Latina, presenta con la estimulación de la glándula pineal y su producción de melatonina, grandes beneficios para la salud física y mental, mediante la concentración y la meditación, elevando la frecuencia de los circuitos neuronales en las redes electromagnéticas, para un mejor bienestar y mayor felicidad, sintonizándolo el yo con el otro y con lo otro, en el holograma universal. La melatonina generada por la glándula pineal conocida por su efecto en el sueño y en el descanso, fortalece el sistema inmunológico y regenerativo, retarda el proceso de envejecimiento y la actividad creativa para una vida humana y responsable. Estos ejercicios estimulan este regulador biosiquico de todo el cuerpo mediante la meditación de plena conciencia (mindfulnes).
Más allá de la biología molecular, de la neuro cardiología, y la física cuántica; el método pineal se inscribe en el humanismo y su nuevo potencial propio de la filosofía existencialista, superando el racionalismo de la filosofía griega, medieval y del renacimiento que se cerró con Emmanuel Kant. La expresión más importante fue René Descartes, quien le asignó un papel especial a la glándula pineal por ser el vínculo entre el espíritu y la materia, entre el cuerpo y el alma. Pero Descartes no llega a valorar el papel de los sentidos y las emociones revalorizados en el existencialismo y lo que fue el pensamiento oriental en el budismo y taoísmo chino.
Con la afirmación de Sartre, de que la existencia precede la esencia, reafirma el planteamiento de la fenomenología que se había iniciado con Edmund Husserl (1859-1938) y que gracias a Arthur Schopenhauer (1788-1860) nos vinculó con la filosofía oriental. La fenomenología fue una reacción frente al racionalismo y una nueva dimensión del individuo. Lo que importa es la manifestación del ser, más que el noúmeno Kantiano o las ideas innatas o inclusive la razón; lo importante es el ser en lo que es, en sus manifestaciones y en su potencialidad. El alemán Martin Heidegger (1889-1976) en su obra “Ser y tiempo” desarrolló este nuevo planteamiento con la presencia del ser en la existencia. El “dasein” es “estar ahí”. Es la necesidad de ir más allá de las cuestiones abstractas para hacer filosofía de la realidad. Lo importante es el ser en lo que es, el estar allí presente.
En 1931 en Francia, el joven Jean-Paul Sartre (1905-1980) había leído a Heidegger, pero es por el filósofo francés Raymond Aron (1905-1983) donde profundiza en esta nueva visión disruptiva de la filosofía anterior. El existencialismo rompió con el racionalismo y la dualidad entre espíritu y cuerpo. Estos filósofos se divorciaron de los planteamientos de Descartes y Kant pero también de Hegel (1770-1831). Así apareció la nueva corriente que ellos denominaron existencialismo.
El Pinealismo, más allá de la filosofía y la ciencia con la estimulación de la glándula Pineal y la producción de la melatonina y sus beneficios para la salud física y mental, responde a este nuevo planteamiento del hombre y su potencial desconocido en su permanente hacerse. Como lo señala Joe Dispenza, hay gente corriente haciendo cosas extraordinarias, no somos esclavos de nuestros genes y podemos trasponer las limitantes del espacio y tiempo. La respiración y la meditación nos facilitan la coherencia cerebral, pero también cardíaca; el entrenamiento de la glándula pineal con los ejercicios de quienes lo han realizado constatan que los pensamientos y sentimientos elevados producen cambios favorables al individuo pero también a la colectividad.
Cristofer André, médico, psiquiatra y psicoterapeuta ha popularizado en Europa la práctica de la meditación personal y colectiva. Hace énfasis en las exploraciones científicas de las últimas décadas y los estudios del binomio: corazón y cerebro. El espíritu necesita entrenamiento como el cuerpo físico. Hemos asistido a experiencias de este tipo de meditación en universidades y centros cívicos, donde además del trabajo que realiza Cristofer André está también el del monje budista Matthiu Ricard. Hemos leído sus libros, y recomendamos El arte de la meditación¨ (2009) y La defensa de la felicidad (2011).
En la Guerra de la Galaxias y su realidad cuántica y existencial, vemos la escena cuando Luke Skywalker llega al planeta del maestro Yoda, y Luke se va a un bosque como parte de su entrenamiento y le pregunta a su maestro: “¿qué me voy a encontrar?”. Sin dudar y de forma taxativa el maestro le responde: “lo que llevas contigo”. En esa oportunidad, así nos sentimos en este encuentro universitario.
jcpineda01@gmail.com
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