El analfabetismo… político
PAOLO MONTANARI TIGRI De acuerdo a la RAE (Real Academia Española), “analfabetismo” es la falta de instrucción elemental referida especialmente a esos ciudadanos que no saben ni leer ni escribir pero… no solamente.
PAOLO MONTANARI TIGRI
De acuerdo
a la RAE (Real Academia Española), “analfabetismo”
es la falta de instrucción elemental referida especialmente a esos ciudadanos que no saben ni leer ni
escribir pero… no solamente. Con un concepto más extensivo de la palabra
entonces, “analfabetismo” es la falta
de rudimentos y de nociones básicas sobre una disciplina particular que convierte
al elemento en cuestión en un profano en la materia. En el caso específico de
hoy, cuando hablo de “analfabetismo político”, me refiero
concretamente a esas personas que, no solamente carecen de esos conocimientos
mínimos necesarios para poder evaluar con criterio, y por ende planificar un evento político
sino que, pecando de presunción y de soberbia, pretenden emitir juicios al
respecto. A tal propósito me permito reportar un interesante concepto del “analfabeta político” expresado por el
famoso dramaturgo alemán, Bertold Brecht (1898 – 1956). Léanlo con cuidado
porque hay algunas coincidencias con
situaciones conocidas.
-La peor analfabeta -dice Bertold Brecht-
es el analfabeta político. No oye, no habla,
no entiende o… entiende mal. No sabe que
el costo de la vida, de los artículos de primera necesidad, de las medicinas,
de nuestra vida cotidiana, depende de las decisiones que él tome. No sabe -y si lo sabe
no quiere tomar conciencia de eso y, por lo tanto es un irresponsable- que de su ignorancia política nace el niño
abandonado, la prostituta, el pobre, el atracador, el mafioso, el
narcotraficante, el ladrón y el peor de todos los bandidos, que es el “político deshonesto y autoritario” y no
sabe, o no quiere saber, que con su comportamiento se ha convertido en un cómplice
de un gobierno corrupto”. Parecen palabras escritas hoy, porque su concepto
está en sintonía perfecta con situaciones conocidas que vivimos en nuestra
cotidianidad.
El
problema del “analfabeta político” entonces, no es solamente su
desconocimiento de la situación real del país sino, y esto es mucho más grave,
el hecho de que con su comportamiento, con su indiferencia, con su arrogancia y
con su presunción al mismo tiempo, avala todos los atropellos y todos los
abusos que se cometen. No es posible, por ejemplo, que una persona con un mínimo
de discernimiento imponga todavía el control de cambio, que hoy día existe
solamente en esos países con dictadura comunista como Cuba, Corea del Norte etc.,
control que reduce al mínimo el mercado de capitales, condición básica para el
desarrollo de un país. No es posible, que una persona no tome conciencia de que
ese dominio total de los poderes públicos es completamente antidemocrático. No
es posible esa pretensión de controlar todos los medios de comunicación,
cerrando o amenazando con cerrar aquellos que no compartan la ideología del
gobierno, cercenando abusivamente la libertad de expresión. No es posible, en fin,
que haya “políticos” que no entiendan
que esa estatización de los medios de
producción y esa invasión de tierras productivas, acaba con la economía de un país,
aumentando drásticamente la tasa de inflación y acelerando esa carrera dramática
hacia el modelo cubano! Estas son solamente algunas de las características de
ese “analfabetismo
político”… pero no se olviden nunca que si hay “políticos analfabetos” es
porque ha habido y sigue habiendo electores igualmente analfabetos que con su
voto se han convertido en cómplices de ese desastre provocado por ese “analfabetismo
político”. ¡Por supuesto cualquier parecido con situaciones… conocidas,
es pura casualidad!
Desde Italia