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El instante decisivo

El significado del “instante decisivo” no surge del azar, este concepto tan famoso como las fotografías del autor, para poder entenderlo debemos conocer el origen del mismo

  • MÓNICA PUPO

10/09/2019 05:00 am

Es habitual cuando finalizamos el programa de radio, hacerlo con una frase de algún fotógrafo o artista reconocido. La oración de esta semana fue del fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson: “una fotografía debería ser el resultado de situar la cabeza, el corazón y los ojos en el mismo eje”. Esta oración dio motivo de conversación con el equipo de producción, con quien comenzamos a reflexionar y profundizar sobre qué quiso decir el fotógrafo.

Fue un rato muy interesante, debido a que nos planteamos varias interrogantes, específicamente sobre el “instante decisivo”, término que está tan difundido y que es acuñado al padre de la fotografía de calle y del fotoperiodismo. Algunas de las preguntas que nos hicimos fue, ¿Es para el autor, el “instante decisivo” cuando están situados en el mismo eje, la cabeza, el corazón y los ojos?, ¿representan estos algunos elementos claves en el lenguaje compositivo de una buena foto?, ¿Entendemos lo que quiso decir con “el instante decisivo”?

La fotografía para él era una forma de dibujar, “un boceto inmediato, hecho intuición”, el cual no podía ser corregido después de haber sido ejecutado. Hasta para el más experto fotógrafo, los instantes son fugases ¿Cuántos de nosotros podemos asegurar haber captado el momento decisivo? Pero, también ¿a cuántos se nos ha escapado un buen momento de fotografiar? Y es que el mismo Cartier Bresson lo decía “la vida es muy fluida y a veces las imágenes desaparecen”.

El significado del “instante decisivo” no surge del azar, este concepto tan famoso como las fotografías del autor, para poder entenderlo debemos conocer el origen del mismo. Formado en el surrealismo, Cartier-Bresson documentó los momentos cotidianos y sociales de los años treinta, los cuales se pueden ver reflejados en sus imágenes, influenciados con la fuerte y delicada estética de París. En “La fotografía del siglo XX” se dice sobre Henri Cartier Bresson, “No hay ningún otro fotógrafo que, como él, sea citado tan a menudo para ilustrar una de las grandes posibilidades de la fotografía: la del fijar el instante. (…) Pero no se trata de cualquier instante, para él sólo contaba “el momento decisivo”, aquél que lo lleva en sí mismo la esencia de una situación”, menciona Reinhold Mibelbeck.

Para el fotógrafo, la pintura y el dibujo fueron sus primeras pasiones artísticas. Sin embargo, por haber retenido muchas veces “la realidad en una fracción de segundo”, es que lo conocemos mundialmente y es referencia para muchos.

Durante toda su vida, defendió la importancia de no forzar la fotografía, sino dejarla fluir. Cartier-Bresson persistía constantemente en observar la realidad, se destacaba extraordinariamente en comprender su entorno y poseía la capacidad de reaccionar rápidamente a los hechos, de aquí su inquietud por registrar fielmente la realidad: “De todos los medios de expresión, la fotografía es el único que fija el instante preciso. Jugamos con cosas que desaparecen y que, una vez desaparecidas, es imposible revivir. (…) Para nosotros, lo que desaparece, desaparece para siempre jamás: de ahí nuestra angustia y también la originalidad esencial de nuestro oficio. Nuestra tarea consiste en observar la realidad con (…) nuestra cámara; fijar la realidad, pero no manipularla ni durante la toma, ni en el laboratorio jugando a las cocinitas”.

Es pues, “el instante decisivo” el anticiparse a un hecho con el fin de capturar en una fracción de segundo un momento. Donde se conjugan el tiempo, con el tema y no sólo es el instante plasmado, la obra de Henri Cartier-Bresson se caracteriza en su habilidad magnífica en el arte de la composición. Recordemos las siguientes imágenes del autor: Marruecos Español, Asilah (1933), aquí el autor convierte una escena de niños que juegan en la playa de Asilah, en un estudio surrealista de dibujo. También me viene a la mente, la foto de un niño mirando hacia arriba, caminando junto a una pared en ruinas, en donde Cartier-Bresson eliminó el contexto: el niño se disponía tomar la pelota que había lanzado al aire. También, la imagen de los niños que juegan en primer plano se ven tan empequeñecidos por la gran y brillante pared detrás, aquí Cartier-Bresson yuxtapone la inocencia y vibrante energía con la geometría formal del fondo. “Las fotografías que me importan, son fotografías que puedo mirar más de dos minutos”, dijo.

Ese día, al terminar el programa de radio e iniciado ese momento reflexivo con mis compañeros sobre “el instante decisivo”, comprendimos que Henri Cartier-Bresson fue un gran observador, un destacado fotógrafo con gran capacidad para ver más allá, y capturar lo que se quiere y lo que realmente interesa. Sin duda alguna, concluimos que “situar la cabeza, el corazón y los ojos en el mismo eje”, es la piedra angular en la fotografía plasmando el “instante decisivo”.

Twitter: @Lepuppe
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