Desempleo en Venezuela
El empleo es un elemento esencial para el sostenimiento y desarrollo de cualquier sociedad, porque es la base de la economía productiva
Es preocupante la realidad económica del país, producto de la inestabilidad que ha conllevado al poco interés de la inversión extranjera y nacional, ello se refleja en el alto índice de desempleo en donde son muchos que le es difícil integrarse a la fuerza laboral. Las repercusiones del desempleo actual en Venezuela, representa el poder alcanzar la calidad de vida al que el venezolano tiene derecho, más en un país favorecido con grandes riquezas naturales con las que cuenta. Inquieta seriamente el observar en el escenario nacional cómo se manifiesta el desempleo en el país, especialmente cuando nos encontramos con niños, jóvenes, y mujeres pidiendo ayuda económica en las calles.
El empleo es un elemento esencial para el sostenimiento y desarrollo de cualquier sociedad, porque es la base de la economía productiva y, como tal, un factor básico para el crecimiento y funcionamiento económico. Pero el empleo funciona también como factor de cohesión y justicia social, posibilitando la participación de las personas, la distribución de la riqueza, y la garantía de los derechos.
Además, a nivel individual, el empleo actúa como elemento de integración social, permite la mejora de los estándares de vida y las cotas de bienestar personal y social y, en definitiva, permite a las personas llevar una vida más digna. Lógicamente estamos hablando siempre de los empleos que cumplen los mínimos estándares de calidad. En la última década se ha agudizado el problema del desempleo, consecuencia de la caída de la tasa de crecimiento económico, crisis externa y desequilibrio fiscal, entre otros, lo que ha configurado una situación en la cual el crecimiento de la fuerza de trabajo supera el número de empleos, con una remuneración estable para palear la crisis y poder adquisitivo de los ciudadano.
En este marco ¿qué significa socialmente el desempleo? El desempleo es una situación anómala, fuera de lo deseable. Si el empleo es un factor de inclusión e integración de las personas dentro de la sociedad de la que forman parte, el desempleo es lo contrario, un factor de desintegración. Al quedar al margen de la estructura productiva, las personas desempleadas se alejan simbólicamente del sistema de sus sociedades, de la participación, la riqueza y la garantía de los derechos que se articulan en torno al empleo. Esto restringe sus capacidades personales de desarrollo, y a menudo también las familiares. El desempleo, a su vez, aleja a las personas de otras posibilidades de participación social y de oportunidades de socialización, por no contar con los medios suficientes para poder participar activamente en la dinámica social. El desempleo, por tanto, expone a las personas a una situación de vulnerabilidad ante la exclusión social. Hay una cuestión de status y reconocimiento e interacción asociado al empleo.
Aunque el empleo no es la única vía de integración social de las personas, sí es la fundamental en términos de participación y normalización. A través del empleo, los derechos formales se convierten en derechos fácticos, pensemos, por ejemplo, en el derecho a una vivienda digna, y qué complicado es alcanzarlo sin tener empleo.
Por lo general, las personas están de acuerdo en cuanto a la necesidad de que existan políticas sociales inclusivas, de unos adecuados sistemas de protección social o del desarrollo de medidas positivas, para garantizar la igualdad de oportunidades de acceso al empleo, así como para proporcionar unos niveles mínimos de seguridad. No hay que olvidar que nuestro Estado, además de democrático y de derecho, es social, y este elemento es esencial a la función protectora de los ciudadanos y redistribuidora de recursos. Al mismo tiempo, es sabido que el trabajo además de permitirle al hombre y a la mujer proveerse de un sinfín de otras cosas (objetos o servicios) también le brinda riqueza intelectual e incluso social ya que le da oportunidades de interactuar con otras personas, de conocer más sobre la actividad que realiza, de sentirse útil, de descubrir capacidades y habilidades que no conocía, de decidir sobre su vida, de tener un porvenir y planear el futuro. Para poder alcanzar un puesto de trabajo. El ser humano actual debe perfeccionarse y especializarse en una determinada actividad. De este modo, las posibilidades de conseguir un trabajo más estable, seguro, duradero y que le provea de mejores beneficios, serán más altas.
Para identificar la motivación para el logro debemos pensar en una persona que lucha para tener éxito en su vida laboral, no lucha por el resultado de una evaluación. Sino que lo hace por una necesidad de superación. El trabajo es un rol básico y central en la vida para los seres humanos, por la cantidad de tiempo que dedicamos a trabajar, porque permite la satisfacción de necesidades económicas y por su interrelación con otras áreas de la vida.
En fin, es evidente entonces la necesidad de rescatar y fortalecer la cultura del trabajo en Venezuela, lo que necesariamente pasa por la reactivación de la economía, el rescate de la producción nacional, basado en el respeto, la formación individual y colectiva, la productividad, la eficiencia, la meritocracia y en la expresión de las potencialidades y talentos de todos sus ciudadanos.
@el54r
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