La derrota del Isis en el Medio Oriente abre una puerta para que este grupo active sus franquicias alrededor del mundo. El evento de Sri Lanka pareciera ser el inicio de esta nueva versión de un terrorismo que muta y crece cual virus maligno. En esta oportunidad logran, con muy buenos resultados, su primera prueba; un acto que pudiera servir de inspiración para quienes la paz es un obstáculo.
Sri Lanka todavía llora
El atentado deja 321 muertos, cientos de heridos y 40 detenidos. Sri Lanka todavía llora la secuela de un conflicto étnico y de una guerra civil que vivió por 26 años y en la cual derrotó a grupos separatistas que intentaron desequilibrar a un país muy atractivo en muchos sentidos.
Sri Lanka es apetecible para los terroristas por su estratégica posición geopolítica y, si tomamos en cuenta que muchos milicianos están regresando del conflicto en Siria e Irak al Cáucaso, Paquistán, Afganistán y Arabia Saudita, el caldo de cultivo es aún mayor. Allí hay condiciones perfectas para un caos, pues los musulmanes radicales perseguidos se han infiltrado en los grupos de los “moderados” y hacen mella.
La batalla es muy complicada porque no tienen el apoyo de los musulmanes “buenos” que saben quiénes se radicalizan, pero no los quieren identificar.
Es triste no ver a la comunidad musulmana de gente buena, que dicen es mayoría protestando y solidarizándose con las víctimas; eso genera aún más islamofobia. Naciones Unidas no se moviliza con apuro, da más rédito, condenar a Israel, por defenderse de esos mismos que atentaron en Sri Lanka.
Diversidad de caras
Hoy hay una diversidad de caras en la tragedia; esos rostros amplifican el daño y los terroristas lo saben. Hay que actuar con firmeza, pues los imanes radicales están captando jóvenes alrededor del mundo.
Llegará el momento en el que la indiferencia, la indignación y el dolor lleve a las mayorías de otras religiones a reaccionar ante este fenómeno del terrorismo y allí pagarán justos por pecadores. Será tarde para entonces. El silencio de muchos será sinónimo de una complicidad premeditada.
davidbittanobadia@gmail.com
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones