Estabilidad cambiaria con devaluación
El ejecutivo indica que no va a permitir un ajuste brusco de la moneda y asegura tener cuatro mil millones de dólares anuales divididos mensualmente, que va a tener que estirar y llegar incluso a cinco mil millones
Los precios que todos los días aumentan, por ende, la inflación, es un tema que preocupa mucho a los venezolanos, sobre todo en los últimos meses.
El tema se originó con un dólar oficial que se ha ido incrementando, haciendo más difícil la vida de los ciudadanos, más que nada de los más necesitados, de los emprendedores pequeños y medianos y de las empresas en general.
El ajuste sorpresivo de la moneda que hizo el Ejecutivo casi a finales del año pasado, empezó a deslizar la moneda paralelamente y muy rápidamente y ha desatado preocupación.
Esta preocupación no es solo entre los venezolanos comunes, sino entre los empresarios que al final son los que crean empleos, producen riquezas y mueven la economía.
Ese comportamiento de la moneda afecta también la planificación de las empresas y la reposición de los productos.
Y por último, todo ello finalmente siempre termina recayendo en el precio último de cada alimento, servicio o producto, sea o no de primera necesidad.
Se mantiene
Este ajuste de la moneda se ha mantenido durante los últimos meses, sin existir ni brindarse información después de haberse frenado la moneda como se hizo por un largo tiempo.
El tema se originó con un dólar oficial que se ha ido incrementando, haciendo más difícil la vida de los ciudadanos, más que nada de los más necesitados, de los emprendedores pequeños y medianos y de las empresas en general.
El ajuste sorpresivo de la moneda que hizo el Ejecutivo casi a finales del año pasado, empezó a deslizar la moneda paralelamente y muy rápidamente y ha desatado preocupación.
Esta preocupación no es solo entre los venezolanos comunes, sino entre los empresarios que al final son los que crean empleos, producen riquezas y mueven la economía.
Ese comportamiento de la moneda afecta también la planificación de las empresas y la reposición de los productos.
Y por último, todo ello finalmente siempre termina recayendo en el precio último de cada alimento, servicio o producto, sea o no de primera necesidad.
Se mantiene
Este ajuste de la moneda se ha mantenido durante los últimos meses, sin existir ni brindarse información después de haberse frenado la moneda como se hizo por un largo tiempo.
Pero más sorpresivamente, se dio un giro unido a la escasez de divisas de dólares americanos que el Banco Central decidió no suministrar al mercado a través de la banca.
Todo ello, creándose un quebradero de cabeza para todos, desde los ciudadanos, los empresarios, los emprendedores, agricultores y todos los sectores de la economía.
¿Qué está pasando?
El ejecutivo que debió impulsar ese ajuste de manera paulatina, como lo venimos diciendo desde hace tiempo, lo hizo de golpe y sin avisar.
Este ajuste abrupto muchos lo ligaron a la salida de las empresas petroleras de Venezuela y a la necesidad de ahorrar divisas, lo que ha llevado al final a un ajuste de la moneda diario, semanal y mensual, pero que al final se traduce en aumento de los precios.
Ahora, la pregunta es ¿Vamos a una gran devaluación como en años anteriores, cuando ya se tenía superada esa etapa?
La respuesta es que es no es la información que tenemos.
El ejecutivo indica que no va a permitir un ajuste brusco de la moneda y asegura tener cuatro mil millones de dólares anuales divididos mensualmente, que va a tener que estirar y llegar incluso a cinco mil millones.
Todo ello en un escenario de aquí a diciembre, lo que nos llevaría al mismo aumento diario y porcentaje mensual que tenemos en los últimos meses.
Esto nos lleva a ver también los argumentos por parte del Ejecutivo, que indican que muchos empresarios le habían señalado que el país era uno de los más caros del mundo y que estaba sobrevaluado.
Esos mismos empresarios, dicen voceros del Ejecutivo, ahora se quejan cuando por una u otras razones, se ajustó la moneda a valores más reales del mercado, más competitivos e incluso señalan más acordes con una política de exportación.
¿Pero lo que parece no tener respuesta es por qué no se hizo esto poco a poco y con el tiempo y no tan brusca y rápidamente, que ha causado descalabros en los bolsillos y en la capacidad de compra en el país y en la misma economía?
Todo ello se puede ver en una foto rápida del dólar cuando estaba a 60 bolívares y ahora en Bs. 130.
El escenario
Con este escenario se nos lleva a un país donde hay que aceptar el ajuste diario de la moneda, unido, como entendemos y aceptamos, al ajuste que en cada país también le hacen al dólar.
El ajuste diario no es malo de por sí, sino que no era parte de la política económica del Ejecutivo hasta ese momento y ahora muchos tienen el temor de que el ejecutivo vaya a una devaluación brusca.
Se podría decir que se puede vivir con un constante ajuste de la moneda, pero sabemos que en Venezuela no es tan así, por varios factores, entre ellos que no hay un salario acorde para los venezolanos que puedan ajustarse a los cambios o ajustes de la moneda.
Tampoco hay inversión extranjera a gran escala y no se atrae a empresas que puedan venir al país que no sean de países aliados.
Por otro lado, tampoco se le da la participación que el sector privado está pidiendo para empujar adelante a la nación y solucionar el tema del empleo, la producción y la generación de riquezas.
El Autor es Analista Económico y Político, fue Ministro de Industria y Comercio y Presidente de CAVIDEA.
Redes:
@tomassociasoficial y @TsociasL en todas las Redes, Facebook, Instagram, X, TikTok, YouTube y LinkedIn
Todo ello, creándose un quebradero de cabeza para todos, desde los ciudadanos, los empresarios, los emprendedores, agricultores y todos los sectores de la economía.
¿Qué está pasando?
El ejecutivo que debió impulsar ese ajuste de manera paulatina, como lo venimos diciendo desde hace tiempo, lo hizo de golpe y sin avisar.
Este ajuste abrupto muchos lo ligaron a la salida de las empresas petroleras de Venezuela y a la necesidad de ahorrar divisas, lo que ha llevado al final a un ajuste de la moneda diario, semanal y mensual, pero que al final se traduce en aumento de los precios.
Ahora, la pregunta es ¿Vamos a una gran devaluación como en años anteriores, cuando ya se tenía superada esa etapa?
La respuesta es que es no es la información que tenemos.
El ejecutivo indica que no va a permitir un ajuste brusco de la moneda y asegura tener cuatro mil millones de dólares anuales divididos mensualmente, que va a tener que estirar y llegar incluso a cinco mil millones.
Todo ello en un escenario de aquí a diciembre, lo que nos llevaría al mismo aumento diario y porcentaje mensual que tenemos en los últimos meses.
Esto nos lleva a ver también los argumentos por parte del Ejecutivo, que indican que muchos empresarios le habían señalado que el país era uno de los más caros del mundo y que estaba sobrevaluado.
Esos mismos empresarios, dicen voceros del Ejecutivo, ahora se quejan cuando por una u otras razones, se ajustó la moneda a valores más reales del mercado, más competitivos e incluso señalan más acordes con una política de exportación.
¿Pero lo que parece no tener respuesta es por qué no se hizo esto poco a poco y con el tiempo y no tan brusca y rápidamente, que ha causado descalabros en los bolsillos y en la capacidad de compra en el país y en la misma economía?
Todo ello se puede ver en una foto rápida del dólar cuando estaba a 60 bolívares y ahora en Bs. 130.
El escenario
Con este escenario se nos lleva a un país donde hay que aceptar el ajuste diario de la moneda, unido, como entendemos y aceptamos, al ajuste que en cada país también le hacen al dólar.
El ajuste diario no es malo de por sí, sino que no era parte de la política económica del Ejecutivo hasta ese momento y ahora muchos tienen el temor de que el ejecutivo vaya a una devaluación brusca.
Se podría decir que se puede vivir con un constante ajuste de la moneda, pero sabemos que en Venezuela no es tan así, por varios factores, entre ellos que no hay un salario acorde para los venezolanos que puedan ajustarse a los cambios o ajustes de la moneda.
Tampoco hay inversión extranjera a gran escala y no se atrae a empresas que puedan venir al país que no sean de países aliados.
Por otro lado, tampoco se le da la participación que el sector privado está pidiendo para empujar adelante a la nación y solucionar el tema del empleo, la producción y la generación de riquezas.
El Autor es Analista Económico y Político, fue Ministro de Industria y Comercio y Presidente de CAVIDEA.
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