Controlando el riesgo cardiovascular
El riesgo global de enfermedad cardiovascular para quienes tienen todos los factores alcanza el 38 % en hombres y 24 % en mujeres, mientras que cae al 21 % y 13 %, respectivamente, para quienes no presentan tales riesgos
Un estudio monumental del The New England Journal of Medicine (NEJM), nos revela con inusual contundencia algo que la medicina sospechaba por décadas: cinco factores de riesgo modificables determinan buena parte de nuestra esperanza de vida libre de enfermedad cardiovascular y muerte prematura. Pero ahora sabemos cuánto exactamente podemos ganar en años de vida saludable si los controlamos.(1)
En un análisis sobre más de 2 millones de personas en 133 cohortes y 39 países, se pudo comprobar que la ausencia de hipertensión, grasas en la sangre (colesterol LDL, triglicéridos), bajo o alto peso corporal (IMC), diabetes y tabaquismo a los 50 años, se asocia con más de una década adicional de vida libre de enfermedad cardiovascular y muerte por cualquier causa. Las cifras son contundentes. Según el estudio, las mujeres con ninguno de esos cinco factores de riesgo ganan hasta 13,3 años libres de enfermedad cardiovascular y 14,5 años libres de muerte prematura en comparación con sus pares que presentan todos los factores. En los hombres, esas ganancias son de 10,6 años y 11,8 años, respectivamente.
El riesgo global de enfermedad cardiovascular para quienes tienen todos los factores alcanza el 38 % en hombres y 24 % en mujeres, mientras que cae al 21 % y 13 %, respectivamente, para quienes no presentan tales riesgos. Pero incluso en personas aparentemente sanas, el riesgo residual no es despreciable, lo que subraya la necesidad de vigilancia continua y prevención. Un hallazgo fascinante fue que el control de la hipertensión entre los 55 y 60 años se asocia con la mayor cantidad de años de vida libres de enfermedad cardiovascular, mientras que dejar de fumar en ese mismo periodo otorga el mayor beneficio en años de vida libres de muerte por cualquier causa. Este trabajo refuerza la idea de que la medicina preventiva no solo prolonga la vida, sino que prolonga la vida sana, algo esencial en el contexto de la economía plateada y la creciente longevidad global.
Sin embargo, los autores advierten que los datos, aunque sólidos, son observacionales y no prueban causalidad directa. Aun así, los resultados ofrecen una guía poderosa para clínicos, sistemas de salud y, sobre todo, para cada uno de nosotros como individuos responsables de nuestra salud. Para quienes trabajamos en medicina digital y preventiva, este artículo del NEJM es una llamada a la acción: identificar y controlar estos cinco factores es una inversión segura en más años de vida y mejor calidad de vida.
@rrangelaldao
1. Magnussen C. et al. N Engl J Med. 2025; 393:125-138. DOI: 10.1056/NEJMoa2415879
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