Aunque todavía no se tienen los detalles definidos del anuncio de un acuerdo para establecer "precios concertados" de distintos rubros de primera necesidad, lo que podemos decir es que no es la primera vez que una medida de este tipo se aplica en Venezuela.

Podemos remontarnos al período del presidente Luis Herrera Campins, cuando se ensayó por primera vez esta política que fue una de las más significativas que se recuerde en muchos años y no resultó, se desestimuló el consumo y la producción nacional.

Podemos decir que no dio resultado en el tiempo.

Y las razones son simples. La relación de precio y abastecimiento tiene una significación importante en la vida del país.

No es sostenible

Se puede hacer un esquema de precios concertados durante unos meses como se ha hecho con los supermercados anteriormente, pero el mismo daña hacia abajo la cadena comercial.

Daña también al país y a los gobiernos, que de momento se congracian con la población y después reciben rechazo y protestas del pueblo, cuando se tienen que ajustar bruscamente.

Generalmente, la relación es: precio que se establece, precio que se queda y después termina siendo una semiregulación de precios.

Uno de los rumores más grandes que han corrido en los últimos días, ha sido que viene el control de precios y de cambio, lo cual no responde a la información real ni al trabajo de la foto país que tenemos.

Se señala claramente que el Ejecutivo nacional aprendió considerablemente las consecuencias de los controles de precios, cuando el país se desabasteció.

Posteriormente, se señala que el presidente de la República decidió ajustar los aranceles, bajarlos y ello se ha quedado así, entrando al país todo tipo de productos, dañando la industria nacional, pero la consecuencia es que se desestimuló el aparato productivo por los rubros importados.

De hecho, de lo que más se comenta en América Latina, a diferencia de años atrás, es que hay pleno abastecimiento en Venezuela, donde se consiguen, incluso, productos que no hay en países como EE.UU. y algunos de Europa.

Qué preferimos

Entonces cabe la pregunta: ¿Qué preferimos, eso o que el mercado se desestimule?

Lo más importante es que los precios están compuestos de una forma que cuando llega al consumidor, con el precio final, es el que generalmente se cuestiona más, con la palabra especulación y echándole la culpa al sector privado.

Cuando en realidad el primero que aumenta los precios es el ejecutivo que ajusta como es lógico los servicios como la electricidad, el agua, las comunicaciones, que terminan incidiendo en ese costo final que termina pagando el venezolano de a pie.

Estos ajustes obligan al sector privado a hacer lo mismo y llevar esos costos al precio final.

Pero, el precio final no es el problema. Tampoco lo es el comerciante intermediario que tiene una posibilidad de competir con el margen como tal.

Regular significa que no haya suficiente competencia comercial en el país, afectando a todos los sectores implicados.

La industria nacional y la agricultura son los que salen más perjudicados cuando se regulan los precios.

Cómo vamos a ir a unos precios concertados con todos estos errores, cuando el mismo presidente ha llamado a que los temas relacionados con el petróleo y las sanciones requieren un mayor nacionalismo.

Al igual, cuando la producción nacional solo se puede impulsar con medidas alejadas de los controles.

La información que tenemos es que se ha impuesto, en este caso, el grupo de los ideológicos en el gabinete que piensan que con los controles son eficientes y que todo se puede arreglar con los programas sociales, frente a los pragmáticos que creen en un socialismo, pero con mayor libertad.

Al final, todo termina en una semiregulación de precios porque no se han escuchado los planteamientos de los sectores de que regular no es la vía.

Vinculado al dólar

Todo esto viene del problema con más divisas y la brecha cambiaria.

Una vía habría sido ir ajustando la divisa paulatinamente y no tan bruscamente como se hizo.

Además, se debió frenar la importación nacional, multiplicado en crédito y eliminado el IGTF, para que la producción nacional hubiera crecido con músculo propio de una manera importante.

Al crecer la producción nacional hay más ofertas y los precios tienen a competir a la baja.

El autor fue ministro de Industria y Comercio y presidente de CAVIDEA

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