Los caraqueños mixtos de hoy no reposan en su mentalidad con el significado de espacios y esquinas de sentido significado histórico, como las Ibarras, la Marrón, Dr. Paúl, La Bolsa, Mercaderes, Solís, Veroes, etc. Eso ocurre también con la céntrica esquina del Dr. Paúl, un enigma para el improvisado caminante, obnubilado por sus compras, diligencias y gestiones sin destino que normalmente ocupan a los venezolanos sin influencias ni padrinos. Esta valiosa pero casi olvidada familia de los Paúl descendía de un funcionario español del período provincial-colonial, llamado Francisco Paúl Alburga, escribano de la Gobernación y Capitanía General de Venezuela y luego dela Intendencia del Ejército y Real Hacienda de Caracas, pera finalmente ser Administrador de la Renta del Tabaco en Guayana, asentado en Santiago de León de Caracas desde 1851 y casado con doña Petronila Terreros, de familia reconocida.

Del matrimonio Paúl Terreros nacieron siete hijos, quienes tuvieron una vida económicamente limitada tras la muerte del padre en 1788, por lo que solo dos de los hijos pudieron escalar carreras profesionales, el primero de ellos Francisco “Coto” Paúl quien cursó estudios de Derecho en la Real y pontificia Universidad de Caracas llegando a ser abogado en ejercicio desde 1807 y se incorporó a la causa patriota desde 1810 y falleció en 1820 de paludismo en Santa Marta de la Nueva Granada. El otro hijo, Felipe Fermín Paúl Terreros, nacido en Caracas en 1774, cursó estudios de Teología en la misma Universidad Caraqueña siendo Bachiller ya en 1797. Pasando a dictar la Cátedra de Latín hasta obtener el grado de Doctor en Ciencias eclesiásticas para 1800 y contrayendo matrimonio con doña Josefa de la Motta, fijando su residencia en el centro de Caracas, donde queda hoy la esquina del Dr. Paúl, importante Prócer civil de nuestra independencia, con obra y gestiones patrióticas mucho más importantes que la de militares que se autoatribuyerion los triunfos republicanos de aquella época, ignorando que la acción política es cosa inseparable de la guerra y, muchas veces, más importante que la mortandad bélica.

Desde la Primera República Felipe Fermín Paúl se desempeñó como Magistrado del Tribunal de Apelaciones que sustituyó a la anterior Real Audiencia luego de 1810., siendo también Diputado y Presidente del Congreso Constituyente de 1811, votando por la Independencia de Venezuela y haciendo un llamado al civismo y a la moderación de los actores, actitud que reafirmó en el momento de la firma de la Constitución de dicho año. En 1812 era secretario de Hacienda Gracia y Justicia del gobierno Federal, aunque el Fuero Universitario le protegió en 1812 durante la ocupación de Caracas por las fuerzas realistas del capitán Monteverde ya derrumbada dicha Primera República. De la misma manera en 1813 desempeñó un papel importante en la capitulación de las fuerzas realistas luego de la reconquista de Caracas por Simón Bolívar. Con la nueva ocupación sangrienta de Caracas por las fuerzas de José Tomás Boves, el Dr. Paúl debió migrar hacia Saint Thomas, permaneciendo allí hasta 1816.

Desde 1817 Felipe Fermín Paúl regresó a Caracas y a su Universidad, desempeñando un importante papel reconciliador entre españoles y republicanos americanos, invocando el espíritu de la Constitución de Cádiz de 1812. Más tarde, para 1821 viajó a Madrid y Cádiz como Diputado por Venezuela ante las Cortes de España durante el régimen Liberal que había relegado al absolutismo de Fernando VII por tres años, pero en 1823 tiene que regresar a Venezuela, ya liberada en las acciones de Carabobo, del Lago de Maracaibo y la toma de Puerto Cabello, reincorporándose definitivamente a la Universidad de Caracas, llegando a ser su Rector entre 1823 y 1825 y luego, entre 1823 y 1827, también desarrolló una importante amistad y representación legal de los intereses de Simón Bolívar en Venezuela.

Finalmente, ya dentro de los Estatutos Republicanos de la Universidad Central de Venezuela desde 1827, se desempeñó hasta su muerte en 1843 en el dictado la Cátedras de Derecho Práctico y Economía Política, siendo también miembro de la Sociedad de Amigos del País y Secretario de Interior y Justicia en 1837. Su obra política se compaginó siempre con la labor docente siendo sus discípulos futuros presidentes republicanos como José María Vargas y Andrés Narvarte entre otros notables. Antes de los Estatutos Republicanos de 1827 ya el Dr. Paúl había sido Rector de la Universidad de Caracas en tiempo republicano.

ANB Cronista Oficial UCV.