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Tatuaje y delincuencia

En atención a mi formación y convicciones no puedo afirmar que el hombre nace delincuente, sin embargo, es una realidad hoy que el tatuaje es también un patrón muy importante y presente en el mundillo delincuencial

  • DAVID BITTAN OBADÍA

11/05/2025 05:06 am

Los tatuajes en el pasado se han usado para subyugar, castigar y estereotipar. Hay grupos delictivos cuyos tatuajes suelen contener algunas pistas importantes en cuanto a sus antecedentes, su pandilla, sus creencias religiosas o condenas anteriores.

La legislación en materia de menores es uniforme en prohibir que se tatúen niños entre cero y doce años.

La OMS se hace la vista gorda con el tema y solo se limitan a comentar que mientras se haga en establecimientos que cumplan con las reglas de higiene no pasa nada, se saltan a la torera toda la cantidad de informes que indican lo perjudicial de las sustancias químicas -cancerígenas, como aminas aromáticas primarias, hidrocarburos aromáticos policíclicos y metales que contienen las tintas.

Un estudio en Dinamarca ha demostrado que las personas con tatuajes elevan hasta en un 60% el riesgo de tener cáncer de piel y si el tatuaje es mayor a la palma de una mano este riesgo se eleva al 130%

El reconocido médico, criminólogo, psiquiatra, ensayista y escritor César Lombroso fue sumamente polémico con su teoría sobre la biología del delincuente, asomando durante mucho tiempo que el hombre nacía delincuente, famosos como: Raffaele Garófalo y Enrico Ferri, siguieron sus ideas.
Hoy hablar de esto es un delito, sin embargo, lo traemos a colación por un trabajo de Lombroso denominado “Los orígenes del tatuaje”. Sus estudios en la población penitenciaria demostraron que los tatuajes “funcionan a menudo como señales secretas de reconocimiento, otros manifiestan los deseos de venganza o indican la forma como se producirá cuando logren salir de la prisión”.

Descartando a Lombroso la realidad es que estamos apreciando como el tatuaje es una especie de tarjeta de presentación y de jerarquía entre los delincuentes. Las grandes pandillas en Centroamérica -Suramérica, son una muestra de ello.

Deportistas e influencers, han incentivado en la última década como nunca el tatuaje, una moda que va pasando de moda. Algunas estadísticas caseras demuestran que más del 60% de las personas que se tatúan en su adolescencia se arrepienten después de los 50 años, (ni hablar las que se tatuaron el nombre del amor que pensaron que era para toda la vida), por ello hoy es un gran negocio el borrado de los tatuajes sin embargo el láser por ejemplo no lo logra por completo. Hoy una persona tatuada lamentablemente se convierte en sospechosa en algunos países.

A mis los tatuajes no me llaman la atención, para los hebreos está prohibido: (Levítico 19:28), obviamente todos hemos tenido alguna novia en el pasado con una manzana prohibida tatuada en alguna parte de su cuerpo y no ha pasado nada.

La criminología y la antropología moderna no pueden dejar de hojear de vez en cuando lo planteado por Lombroso así lo hagan en “voz baja”

En atención a mi formación y convicciones no puedo afirmar que el hombre nace delincuente, sin embargo, es una realidad hoy que el tatuaje es también un patrón muy importante y presente en el mundillo delincuencial.

davidbittanobadia@gmail.com
Twitter: @davidbittano
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