Mosca con la casus belli
“De vez en cuando las palabras deben servir para ocultar los hechos”. Nicolás Maquiavelo
Mientras la Corte Suprema de Estados Unidos permite al gobierno de Trump, utilizar una ley de tiempos de guerra del siglo XVIII para deportar a migrantes venezolanos a El Salvador, y por ahora, parece imponerse la línea de “máxima presión” sobre Venezuela, impulsada por el secretario de estado de USA, un trío de congresistas del estado de Florida, y la jefa de la oposición mayoritaria venezolana, se van conociendo datos que desmienten la narrativa que sostiene la campaña de estigmatización contra nuestros ciudadanos en EEUU.
De acuerdo con los datos del Pew Research Center, y del Migration Policy Institute, en EEUU, hasta 2023 había 814 mil venezolanos en ese país y todavía no llega a los 900 mil, de los cuales, 600 mil tienen Estatus de Protección Temporal (TPS).
De acuerdo con los datos del Pew Research Center, y del Migration Policy Institute, en EEUU, hasta 2023 había 814 mil venezolanos en ese país y todavía no llega a los 900 mil, de los cuales, 600 mil tienen Estatus de Protección Temporal (TPS).
El gobierno de Biden designó a Venezuela para el TPS en 2021, lo que permitió que un número significativo que ya se encontraban en USA, recibieran autorización de trabajo y protección contra la deportación; luego, en 2023 se amplió la elegibilidad. Para enero de 2025, se estimaba que aproximadamente 607.000 ciudadanos venezolanos estaban cubiertos por el TPS.
Los venezolanos con un patrocinador en Estados Unidos también podían participar en un programa especial de permiso humanitario (conocido como CHNV) para ingresar legalmente a Estados Unidos. Más de 117.000 venezolanos obtuvieron el permiso bajo este programa entre enero de 2023 y diciembre de 2024.
El regreso de la administración Trump en enero de 2025 significó cambios profundos en la política migratoria, en particular para los venezolanos. En su primer día en el cargo, Trump puso fin al CHNV para recién llegados y, posteriormente, otorgó discreción a las autoridades para la “deportación express”. También canceló la extensión de última hora del TPS para venezolanos, propuesta por la administración Biden, por lo que expirará en dos etapas a finales de 2025.
El presidente estadounidense comenzó su persecución contra la migración venezolana, cuando cerca de 300 mil compatriotas con TPS recibieron un aviso, otorgándoles tan solo 60 días para desarraigar a sus familias y abandonar el país. Familias enteras, niños y jóvenes, profesores, maestros, deportistas, músicos, estudiantes, trabajadores, ancianos, entre muchos venezolanos de bien, deberán negociar sus viviendas, dejar sus empleos, salir de sus escuelas, para cumplir con la orden de Trump.
El presidente estadounidense comenzó su persecución contra la migración venezolana, cuando cerca de 300 mil compatriotas con TPS recibieron un aviso, otorgándoles tan solo 60 días para desarraigar a sus familias y abandonar el país. Familias enteras, niños y jóvenes, profesores, maestros, deportistas, músicos, estudiantes, trabajadores, ancianos, entre muchos venezolanos de bien, deberán negociar sus viviendas, dejar sus empleos, salir de sus escuelas, para cumplir con la orden de Trump.
En 2019, los venezolanos solo representaban un insignificante 2% de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados que residen en EE.UU. Según el Pew Research Center, el 80% de nuestros compatriotas en ese país tienen entre 15 y 49 años, el 21% son nacidos en el extranjero con más de 20 años residiendo en ese país, y el 35% ya son ciudadanos estadounidenses.
La población venezolana se concentra en Florida (47%), Texas (15%), Georgia (4%), Nueva York (4%) y Nueva Jersey (4%).
El ingreso económico personal anual promedio de los venezolanos en EE.UU. es de $31.200 (2021). El 57%. tienen un título universitario, en comparación con el 35% de los estadounidenses y el 34% de otros inmigrantes en EE.UU. Los venezolanos. participan en la fuerza laboral en tasas mucho más altas que la población nativa y la población extranjera en general.
En 2021, aproximadamente el 74% de los migrantes venezolanos mayores de 16 años formaban parte de la fuerza laboral civil, en comparación con el 66% de los migrantes en general y el 62% de los nacidos en EE.UU. (según el Migration Policy Institute). Los venezolanos tienen mayor oportunidad de trabajar en ventas y oficinas. Además, tienen más probabilidades de contar con seguro de salud privado y no dependen de seguros públicos en comparación con otros inmigrantes y los estadounidenses nativos.
Pero quizá el dato más revelador de esta investigación, es que tan sólo el 0.28% de los venezolanos en EE.UU. han sido vinculados a bandas criminales, incluyendo el Tren de Aragua.
Pero a pesar de estos datos, el jefe de la diplomacia estadounidense, los tres congresistas de Miami y la caudilla venezolana, insisten en presentar la migración venezolana como agentes del gobierno venezolano para “desestabilizar” a Estados Unidos, aún a sabiendas que los servicios de inteligencia encabezados por la CIA, han descartado que el Tren de Aragua, tenga relación alguna con el gobierno venezolano.
La revocación de las licencias petroleras como la de Chevron, y la imposición de aranceles a los países que compren petróleo o gas venezolano, sin duda han sido estimuladas por este discurso que parece apuntar a terminar de convencer a Trump, que Venezuela representa “una amenaza a la seguridad de los EEUU”.
Falta saber si se impondrán los enemigos de Venezuela y retumbarán los tambores de la guerra por cualquier causa (belli), o si, por el contrario, se impondrá la verdad, el sentido común y la voluntad de paz de los pueblos de USA y Venezuela.
JOSÉ GREGORIO RODRÍGUEZ R.
jotaerre577@gmail.com
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