¿Cómo veo a los demás?
La gente es más feliz y productiva cuando se la elogia y anima (con honestidad); más que cuando se le hace pasar humillaciones y se la trata con impaciencia e indiferencia
Seguimos con la serie Concentrándonos en la perspectiva de Dios. En “Construyendo relaciones” citamos: ...para Dios debe ser muy importante que tengamos éxito en nuestras relaciones con los demás…para ser constructores de relaciones con los demás la clave es la humildad. Por otro lado en “Influencia para bien” dijimos: ...quiere decir que un día Dios va a comparar la energía y el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos, con el que destinamos para el bien y el provecho de otras personas.
A continuación algunos detalles sobre cómo mejorar nuestras relaciones, para lo cual será preciso que elijamos la humildad en nuestras interacciones. Por ejemplo, es un hecho que nuestra actitud se refleja en nuestra relación con los demás. Tanto así que lo que una persona espera de otra puede influir en su comportamiento; la gente suele convertirse en lo que se espera de ella. Es usual que cuando el médico tiene esperanzas, eso muchas veces contribuye a la recuperación del paciente.
A continuación algunos detalles sobre cómo mejorar nuestras relaciones, para lo cual será preciso que elijamos la humildad en nuestras interacciones. Por ejemplo, es un hecho que nuestra actitud se refleja en nuestra relación con los demás. Tanto así que lo que una persona espera de otra puede influir en su comportamiento; la gente suele convertirse en lo que se espera de ella. Es usual que cuando el médico tiene esperanzas, eso muchas veces contribuye a la recuperación del paciente.
En un campamento juvenil hicieron pensar a la mitad de los instructores de natación que sus alumnos, de 7 a 14 años, eran un grupo con muchas posibilidades. Estos aprendieron a nadar mejor que los demás ¡aunque en realidad no había ninguna diferencia entre los dos grupos!
La gente es más feliz y productiva cuando se la elogia y anima (con honestidad); más que cuando se le hace pasar humillaciones y se la trata con impaciencia e indiferencia. Si vemos en la personas posibilidades en vez de problemas, virtudes en vez de puntos flacos, capacidades idóneas en vez de torpeza y apatía, veremos que se superan y desarrollan al máximo esas capacidades; de hecho así nos ve Dios a cada uno. Cuando tenemos respeto e interés sinceros por los demás, ellos lo perciben tan claramente como la fragancia del ambiente, y nuestras relaciones serán positivas.
Un factor muy importante para que nuestras relaciones progresen será aprender a ver a la gente con otros ojos, mejor aún como los ve Dios. Y sería muy conveniente si cada uno sinceramente se preguntara y respondiera lo siguiente: ¿Cómo veo a los demás? ¿Los miro con actitud crítica y dejo que sus defectos y errores me molesten? ¿O veo el lado positivo y lo bueno que tienen? En fin ¿qué actitud adopto usualmente ante los demás? Al final la realidad es que si queremos tener éxito en nuestra relación con otros, dependerá mucho de con qué ojos los miramos. Además será vital que el interés que mostremos por la gente sea sincero. Cierto que un poco de reconocimiento puede hasta cambiar la vida de una persona.
@viviendovalores
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