La agenda woke, trans, la diversidad de género y el aborto opacan la visibilidad de este tipo de crimen. El Vaticano y su papa socialista, en “modo avión” al respecto.

En estos crímenes media una relación desigual y de poder entre víctima y agresor, se le arrebata la infancia, la inocencia y la dignidad de un niño. Los abusadores manipulan a sus víctimas para que guarden silencio, les hacen creer que es una actividad normal, también les infunden culpa y por ello en la mayoría de los casos no se denuncia, la víctima evita romper el entorno cercano, además comentarlo genera vergüenza.

Las cifras sobre son alarmantes, en Estados Unidos para el 2023: El 93% de las menores víctimas de abuso sexual conocían a los depredadores; El 20% de los menores son abusados ante de los ocho años; Uno de cada tres niñas y uno de cada cinco niños serán víctimas de abuso sexual infantil antes de cumplir los 18 años de edad.

En Europa ocurre algo similar, Save Children, señala que estos abusos empiezan mayoritariamente a los 11 años y que solo un 15% de los casos se denuncian ; una de cada cinco personas ha sufrido alguna de las formas de violencia sexual durante la infancia y el 96% de los abusadores no tiene antecedentes penales relacionados con violencia sexual.

“En 2023, en España en ocho de cada diez casos la persona agresora es familiar o conocida. En un 40,6%, familiares a menudo, pareja de la madre o el padre. En un 42,3%, los victimarios pertenecen al entorno conocido, como amistades o profesionales que trabajan con los menores, y solo en un 17,2% son desconocidos. En casi siete de cada diez casos, los agresores son hombres y no tienen antecedentes”.

Ni hablar de Medio-Oriente o Africa, eso si que es una tragedia, niñas de 9 años las venden para el matrimonio a unos monstruos 40 o 50 años mayores, Unicef no dice nada, sólo se limita a reportar algunos casos como los de Sudán, se olvidan también los niños Yazidies, sometidos a esclavitud y a violaciones permanentemente por parte del Estado islámico en Irak y en Siria, o la común mutilación de los genitales a las niñas, una práctica que hacen unos asquerosos en las narices de todos.

Educar a los niños en el entorno familiar, propiciar espacios seguros en nuestra mesa para que cuenten el día a día , enseñarlos a identificar cuando pueden estar siendo objeto de abusos, prepararlos para rechazar lo que no les gusta y frenar a los demás para que respeten su espacio y su cuerpo es prioritario. Acercarlos a la fe es una muy buena idea.

El trauma que esto produce se manifiesta a lo largo de la vida, la conocida Doctora Edith Shiro, quien en su libro sobre el trauma, ( el cual recomiendo), da una luz y una esperanza para entender que todo se puede sanar con ayuda.

La apertura de Internet para los niños es gravísima y constituyen un caldo de cultivo para promover la agresión sexual entre menores también.

Hay que conseguir que todos los países decreten la imprescriptibilidad de estos delitos yo creo en la pena capital para estas conductas, porque más del 40% de los depredadores sexuales infantiles reinciden.

Yo soy uno más de los que se mancharía las manos de sangre si uno de los míos es objeto de un depredador ¿y usted?.

¡Todos contra este crimen por favor!

davidbittanobadia@gmail.com
Twitter: @davidbittano