Exposiciones que hablan
Se termina de inaugurar en París una exposición dedicada al arte que Hitler quiso borrar de la historia. Se está realizando con fuerte apoyo en el museo Pablo Picasso de la ciudad luz
En 1937, Adolf Hitler inauguró en Alemania la exposición de arte degenerado. Fue una indicación muy fuerte de lo que estaba sucediendo en las entrañas del nazismo. La exposición indicaba la cercanía del infierno. En ella se presentaron 700 cuadros escogidos de los más destacados del arte moderno. Estaban allí el cubismo, el dadaísmo, el surrealismo, el impresionismo, y otras expresiones de la desbordante creatividad en pintura, escultura, y formas originales de arte de célebres creadores. La inauguró el Führer, mostrando la importancia que le otorgaba al tema, mientras terminaba de preparar la conquista de Europa, el más vasto intento de apoderarse del mundo entero e implantar el racismo total.
Fue muy claro en sus palabras. Esos artistas eran todos “escoria” Los llamó “cretinos, idiotas y desequilibrados”. Explicó que el único arte posible era el arte oficial, el que se apega al militarismo, discriminación de las razas inferiores, y describe directamente a los pro hombres del imperio y a la naturaleza. Lo otro era arte degenerado. Sus asesores habían preparado una lista “infame” de 1400 “artistas escoria” que ordenó proscribir y perseguir. Exigió que en cuanto se los atrapara fueran “reformados” en los campos de concentración.
Fue una orgía de destrucción del arte. Nombres como el de Picasso y Chagall eran anatema, palabra maldita. A duras penas pudieron escapar, muchos otros fueron asesinados. El gran pintor alemán, Ernst Ludwig Kirchner, al enterarse de que la mayor parte de sus inolvidables cuadros habían sido destruidos o enviados a sótanos, se suicidó. Sin embargo, los jerarcas nazis se preciaban de su interés por el arte. Goebbels, el Ministro de propaganda de Hitler, era aficionado a algunas de las figuras emblemáticas del arte moderno. Le preguntaron sobre ello cuando con total saña trató de aniquilarlos. Contestó, he cambiado mis puntos de vista. Alemania ha cambiado y yo también, soy la nueva Alemania. Después vino la gran matanza, la peor de la historia, la solución final con que los 18 burócratas al mando del nazismo respondieron a la pregunta de qué hacer con los judíos. Se decidió eliminarlos íntegramente.
¿Por qué el odio feroz de Hitler contra el arte moderno? Los historiadores citan con frecuencia que Hitler fue un pintor frustrado. Intentó en sus años jóvenes varias veces presentar cuadros en exposiciones en Alemania, y fueron rechazados por su mala calidad. La alta dirigencia nazi desató un robo gigantesco de cuadros, apropiándose de los que encontraba a su paso en el país y en los que ocupó.
Se termina de inaugurar en París una exposición dedicada al arte que Hitler quiso borrar de la historia. Se está realizando con fuerte apoyo en el museo Pablo Picasso de la ciudad luz. Allí hay en exhibición 59 obras que fueron trasladadas a tal fin, algunas de los principales museos del mundo que las prestaron. Es una manera terminante de contestar al asesino de judíos, gitanos, minorías étnicas, discapacitados, y personas de color.
El neonazismo
La lucha antinazi debe continuar con toda fuerza porque ha surgido una nueva generación de nostálgicos y cultivadores de las camisas pardas. Proliferan en los medios sociales dedicados a la desinformación. Allí están los supremacistas blancos y múltiples grupos neonazis. Kanye West, el difundido rapero, retó a los espectadores del superbowl, el espectáculo más concurrido de USA, contratando un aviso con una esvástica enorme y voceando “yo amo a Hitler, soy nazi”. Steve Bannon pronunció el saludo nazi en una reunión de ultraderechas.
Es hora de redoblar los esfuerzos como lo pide el Papa Francisco, por un mundo justo y fraternal.
(*) Asesor internacional. kliksberg@aol.com
Fue muy claro en sus palabras. Esos artistas eran todos “escoria” Los llamó “cretinos, idiotas y desequilibrados”. Explicó que el único arte posible era el arte oficial, el que se apega al militarismo, discriminación de las razas inferiores, y describe directamente a los pro hombres del imperio y a la naturaleza. Lo otro era arte degenerado. Sus asesores habían preparado una lista “infame” de 1400 “artistas escoria” que ordenó proscribir y perseguir. Exigió que en cuanto se los atrapara fueran “reformados” en los campos de concentración.
Fue una orgía de destrucción del arte. Nombres como el de Picasso y Chagall eran anatema, palabra maldita. A duras penas pudieron escapar, muchos otros fueron asesinados. El gran pintor alemán, Ernst Ludwig Kirchner, al enterarse de que la mayor parte de sus inolvidables cuadros habían sido destruidos o enviados a sótanos, se suicidó. Sin embargo, los jerarcas nazis se preciaban de su interés por el arte. Goebbels, el Ministro de propaganda de Hitler, era aficionado a algunas de las figuras emblemáticas del arte moderno. Le preguntaron sobre ello cuando con total saña trató de aniquilarlos. Contestó, he cambiado mis puntos de vista. Alemania ha cambiado y yo también, soy la nueva Alemania. Después vino la gran matanza, la peor de la historia, la solución final con que los 18 burócratas al mando del nazismo respondieron a la pregunta de qué hacer con los judíos. Se decidió eliminarlos íntegramente.
¿Por qué el odio feroz de Hitler contra el arte moderno? Los historiadores citan con frecuencia que Hitler fue un pintor frustrado. Intentó en sus años jóvenes varias veces presentar cuadros en exposiciones en Alemania, y fueron rechazados por su mala calidad. La alta dirigencia nazi desató un robo gigantesco de cuadros, apropiándose de los que encontraba a su paso en el país y en los que ocupó.
Se termina de inaugurar en París una exposición dedicada al arte que Hitler quiso borrar de la historia. Se está realizando con fuerte apoyo en el museo Pablo Picasso de la ciudad luz. Allí hay en exhibición 59 obras que fueron trasladadas a tal fin, algunas de los principales museos del mundo que las prestaron. Es una manera terminante de contestar al asesino de judíos, gitanos, minorías étnicas, discapacitados, y personas de color.
El neonazismo
La lucha antinazi debe continuar con toda fuerza porque ha surgido una nueva generación de nostálgicos y cultivadores de las camisas pardas. Proliferan en los medios sociales dedicados a la desinformación. Allí están los supremacistas blancos y múltiples grupos neonazis. Kanye West, el difundido rapero, retó a los espectadores del superbowl, el espectáculo más concurrido de USA, contratando un aviso con una esvástica enorme y voceando “yo amo a Hitler, soy nazi”. Steve Bannon pronunció el saludo nazi en una reunión de ultraderechas.
Es hora de redoblar los esfuerzos como lo pide el Papa Francisco, por un mundo justo y fraternal.
(*) Asesor internacional. kliksberg@aol.com
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