Escribir de Ibsen Martínez es retrotraerse a páginas de la telenovela venezolana que rescató lo popular y lo más profundo de nuestras barriadas, sin por ello perder de vista lo más recóndito del ciudadano común quien se debatía entre lo rural y lo urbano, entre lo básico y sublime.
Desde su sencillez Ibsen recoge, con magistral encanto, una dilatada trayectoria entre la novela, el teatro y el cine criollo. Sin lugar a dudas, sus artículos frecuentes nos mostraban a ese autor prolífico que encuentra en su entorno, lo que desde niño recogió en su afición por la lectura.
Desde su sencillez Ibsen recoge, con magistral encanto, una dilatada trayectoria entre la novela, el teatro y el cine criollo. Sin lugar a dudas, sus artículos frecuentes nos mostraban a ese autor prolífico que encuentra en su entorno, lo que desde niño recogió en su afición por la lectura.
Su militancia de izquierda en el partido Movimiento al Socialismo, la ejerció en la comisión de propaganda, junto a Teodoro Petkoff, ello le permitió estar muy inmerso en la política, no le era ajena.
Antaño los talentos no llegaban a la TV, no porque los canales no los admitían, sino porque éstos descartaron que un intelectual se ligara a algo tan “mass cult” como la TV., indicaba Ibsen Martínez a un medio nacional.
Conmueve la partida de Ibsen Martínez... Era un novelista, un guionista, un hombre perceptivo, un poeta. Sin menoscabo, un pulcro escritor, que manejaba con enorme naturalidad la literatura y el pensamiento inglés.
Esto no es un simple escribir en pocas líneas la vida de alguien que conocimos por “entregas” a través de la televisión lo que permitía hacerlo cercano a todos.
Se fue Ibsen Martínez, pero su obra queda plasmada en lo cotidiano, en el día a día…
@RafaelMartinezN
@RafaelMartinezN
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones