El Palacio y la Villa de Lerma de España, donde nació la Real Universidad de Caracas
Un mes antes de la Boda Real Felipe V e Isabel de Farnesio (segunda esposa del Rey) ya estaban en Lerma entre preparativos ceremoniales y despacho de asuntos reales, entre los que se encontraba la solicitud de erección de la Universidad de Caracas
Hace algunos años tuvimos la gran fortuna de poder visitar la villa de Lerma, pequeña ciudad amurallada desde la Edad Media, ubicada sobre una elevación a un costado de la carretera hacia Burgos y a orillas del río Arlanza. No teníamos conocimiento de que ningún historiador de la universidad venezolana hubiese pasado por allí antes y, por ello, tomamos un autobús en la Estación Méndez Álvaro de Madrid que nos dejó a medio camino hacia Burgos en una solitaria parada, cercana al Puente Medieval de Lerma. Caminamos una leve cuesta y traspasamos una hermosa muralla de piedra castellana, por una gran puerta redondeada llena de aromas a antigüedad. Nos dirigimos directamente al centro de la ciudad donde, por lecturas previas, sabíamos se encontraba la gran plaza y el Palacio Ducal de Lerma. Una hermosa mole de piedras amarillas, dotada de cuatro Torres, dos elevadas plantas, una gran puerta central con los escudos del Duque de Lerma y sus correspondientes jardines, parque y huerto, todo ello medio abandonado por estar en obras de refacción para un futuro Hotel de lujo o tal vez un Parador Real.
Sabemos por el libro de Luis Cervera Vera “Lerma” (1991) que desde hace más de 2000 años Lerma ya estaba poblada por los Pueblos Vacceos (Celtas) agricultores de cereales y ganaderos, con chozas de madera y adobe, con dominio del hierro y rodeados de bosques de robles y encinas. Quienes fueron conquistados por los romanos en tiempos del emperador Augusto (19 dc) y más tarde por los Visigodos del siglo V. Por obra del Rey Leovigildo Lerma fue unificada a los dominios de los godos desde el siglo VI, y posteriormente, su hijo el Rey Recaredo al convertirse al catolicismo en el 587 dc. Convocó al Concilio Católico de Toledo de 587 dc abandonando la versión cristiana de Arrianismo como religión de Estado. El siglo VIII fue de duras guerras contra los invasores musulmanes, especialmente bajo el Rey guerrero Alfonso I, generando devastación y despoblación de Lerma. Finalmente, los siglos IX y X, gracias al reinado de Alfonso III se inició la repoblación y el amurallamiento de Lerma, con su puente e Iglesias iniciales.
Desde el siglo XV, con el gobierno de los reyes católicos se fortalece el reino de Castilla con Isabel I de Castilla y Fernando de Aragón y, con ello, Lerma como punto estratégico entre Aranda del Duero y Burgos, la ciudad contaba con un castillo señorial desde el siglo IX, que al menos desde 1581 recibió en la cabeza de don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas el Título de Duque de Lerma, quien desde 1601 asumió la tarea de convertir el viejo castillo de Lerma en un conjunto palaciego de gran importancia, encargado al arquitecto Francisco de Mora, con lo que se intentaba elevar el rango del Ducado y de su Palacio, especialmente por el acercamiento de la corte Real la cercana ciudad castellana de Valladolid.
Con la llegada de Felipe III al trono de España se disparó el poder y la riqueza del duque de Lerma, llegando a convertirse en Valido del Rey, privilegio que duro hasta 1518, cuando fue desplazado por el poder creciente del Conde-Duque de Olivares. El Duque de Lerma falleció en Valladolid en 1625, entrando su linaje y palacio en una declinación progresiva.
Buscando, casi policialmente, por qué Felipe V escogió el Palacio de Lerma para firmar la Real Cédula de Erección de la real Universidad de Caracas en 1721, tarea en la cual agotamos buena parte de la bibliografía sobre Felipe V y su familia sin ningún resultado, hasta que nos topamos con el libro de Alfonso Danvila “Luis I y Luisa Isabel de Orleans” (1997), donde se citan las Memorias del Duque de Saint-Simon (Embajador de Luis XIV de Francia), y se comprueba que la Corte de Felipe V, siguiendo una tradición real de usar aquel Palacio como casa de festejos especiales, se seleccionó al Palacio de Lerma y a la Iglesia Colegial de esa población, para recibir a Luisa Isabel de Orleans, hija del Duque de Orleans regente de Francia por la minoridad del futuro Luis XV, una adolescente de doce años que contraería matrimonio con Luis de Borbón hijo de Felipe V con María de Saboya, primera esposa de dicho Rey. Al mismo tiempo se despedía a la pequeña infanta española de apenas tres años de edad, quien era llevada a Francia para un posible matrimonio con el también adolescente futuro Rey de Francia Luis XV.
El intercambio de princesas se hizo en la frontera con Francia (Isla de los Faisanes) entre llantos e incertidumbre de las niñas reales, pero con la satisfacción de los reyes, la corte y los embajadores que colmaron el Palacio Ducal que, en esos momentos era posesión del Duque del Infantado (octavo Duque de Lerma) quien residía en Guadalajara. Luisa Isabel de Orleans llegó a Lerma el 20 de enero de 1722 y ese mismo día se realizó la boda real oficiada por el Cardenal Francisco de Borja.
Un mes antes de la Boda Real Felipe V e Isabel de Farnesio (segunda esposa del Rey) ya estaban en Lerma entre preparativos ceremoniales y despacho de asuntos reales, entre los que se encontraba la solicitud de erección de la Universidad de Caracas, cuya firma estampó aquel 22 de diciembre de 1721, junto al Secretario Francisco de Arana, Real Cédula que en su parte resolutoria rezaba: “He resuelto concederle (como le concedo) facultad para que pueda dar grados y erigirse este Colegio en Universidad, en la misma conformidad y con iguales circunstancias y prerrogativas que la de Santo Domingo y con el título de Real, como le tiene dicha Universidad.”
ANB Cronista de la UCV
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