Fuera de todo ámbito y descontextualización mundial
Pero, estamos íngrimos, en una peninsularidad sociopolítica, ante un autobloqueo infranqueable, restringidos y de espaldas a realidades mundiales
Vista objetivamente, la confrontación o disputa político diplomática poselectoral; ya cercana a poco más de unos 90 días por la reelección, pertinente o no, tan objetada del presidente Nicolás Maduro, además de la oposición venezolana, así como de algunos gobernantes y líderes de Estado, por entremetimiento de estos, en temas de política interna, hecho que ha conllevado irracionalmente, una “suspensión temporal” y hasta cese radical de relaciones diplomáticas, consulares y comerciales, con algunos países y comunidades de relevancia, se trata de un punto de inflexión que merma nuestro progreso en un mundo globalizante. Y, aunque de concepto bastante impreciso sobremanera, multipolar, porque gracias a los adelantos que se han obtenido mediante el desarrollo de la aviación civil, entramos en relación mutua o interacción en función de bienes y servicios esenciales para el desarrollo tecnológico y científico, a causa de trastornos en la conectividad aérea, Venezuela se halla poco accesible; y, sea motu proprio o gubernamental. Pero, estamos íngrimos, en una peninsularidad sociopolítica, ante un autobloqueo infranqueable, restringidos y de espaldas a realidades mundiales. En efecto, Venezuela se halla apartada de la comunidad hemisférica; según la ONU, en una proporción cercana a poco más de un 54 por ciento.
Por tanto, está fuera de contexto o lugar; es decir, en una actitud inconveniente, que le resta oportunidades porque ostenta, entre otros, inseguridad político-jurídica con una crisis de igual naturaleza, condiciones óbices que anulan irrecusablemente, todo plan de inversiones, en un una nación de producción petrolera casi incipiente tras poco más de unos 20 años de desinversión.
isaimar@gmail.com
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