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Fuente Ovejuna lo hizo

Para los ciudadanos del siglo XXI es imposible comprender que no sea otra, que la soberanía popular, el origen del poder otorgado a los gobernantes. Esta soberanía, ahora es respetada hasta por los reyes

  • JOSÉ ANTONIO GÁMEZ E.

04/09/2024 05:01 am

“Ya, todo el árbol de paciencia roto; corre la nave de temor perdida; La hija quitan con tan gran fiereza; a un hombre honrado, de quien es regida; la patria en que vivís, y en la cabeça; la vara quiebran tan injustamente; ¿Que esclavo se trató con más baxeza?”. (Lope de Vega, Fuente Ovejuna)

La inclusión en el tercer acto de su inmortal obra Fuente Ovejuna, por parte de Lope de Vega, de lo que la crítica ha llamado “el personaje colectivo”, significa toda una novedad artística que todavía se considera vanguardia. La posición de Lope respecto al dilema moral que se plantea en la obra, es bien conocida. Tratar de llevar el fervor y la excitación popular narrada en las crónicas anteriores, al curso del derecho y la visión política del siglo XVI. Teniendo en cuenta que nuestro autor es defensor de la monarquía absoluta y el derecho divino de los reyes.

Sin este contexto, es imposible comprender adecuadamente lo que se plantea en el drama. La propuesta artística de presentar su argumento en dos acciones y tres actos, muestra la intención de desarrollar su teatro no solo a un nivel sociológico, histórico, sino también intemporal. Algunos críticos se atreven a calificarlo como “Metafísico”. Sea como fuere, lo que contempla el espectador es la manifestación de un uso del lenguaje y del pensamiento, muy superior. El orden social comienza por el orden en el amor. Estas dos nociones se encuentran imbricadas según la mentalidad del siglo XVII en el teatro del Fénix.

Mientras que la versión de las crónicas de Rades, que sirven de fuente, defienden una tradición donde la soberanía reside en el pueblo. Lope insiste en que el poder tiene un origen divino, que descansa en la monarquía. Para el súbdito del siglo XVI, el poder que la Providencia otorga a la monarquía era, sin duda, irrevocable. Aunque parezca paradójico no era así para el villano del XV. Para los ciudadanos del siglo XXI es imposible comprender que no sea otra, que la soberanía popular, el origen del poder otorgado a los gobernantes. Esta soberanía, ahora es respetada hasta por los reyes.

Aunque el servilismo siga existiendo como realidad social y hasta políticamente promovida, es inaceptable para nosotros. De esta forma, el posible destino de quien promueve el secuestro de la expresión de la villa, queda muy claro. No haría falta que Lope de Vega viniera a tratar de hacer una adaptación de las crónicas del siglo XV, a partir de este hecho inédito y aborrecible. Así la noción de libertad está presente de una forma implícita. No es parte central del argumento, pero es defendida desde su raíz más profunda. Cuando en el futuro se pregunten cómo fue posible que un pueblo reaccionara de esa forma, podremos repetir con el refranero castizo: “Fuente Ovejuna lo hizo”.

“¡Qué este demonio cruel; nos sea tan inoportuno; No nos dexa a sol ni a sombra; ¡Oh, rayo del cielo baxe; que sus locuras ataje!” (Lope de Vega, Fuente Ovejuna)

José Antonio Gámez E.
jagamez@gmail.com
@vida.vibra
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