Se acabó
En la Caracas antigua, nació un folclórico refrán “Se acabó el pan de piquito y el de a locha también” para referirse a un acontecimiento que rompía con la rutina, y el refrán fue creado dada la competencia que existía entre dos panaderos...
El llamado pan de piquito, que hoy no existe, al menos que yo sepa, era sumamente sabroso, cuenta la historia, tan es así, que cuando se vendían todos, la gente entristecía.
El chusco en cuestión, era elaborado en las panaderías de Ramella, que tenía otros locales, pues era dueño de otras cinco tiendas de esa especie. Las más famosas estaban ubicadas, una en la esquina de Gradillas, donde se horneó el primer pan de jamón en Caracas, y otra estaba en la esquina de El Guanábano, donde se hizo muy popular el panecillo arriba mencionado.
El chusco en cuestión, era elaborado en las panaderías de Ramella, que tenía otros locales, pues era dueño de otras cinco tiendas de esa especie. Las más famosas estaban ubicadas, una en la esquina de Gradillas, donde se horneó el primer pan de jamón en Caracas, y otra estaba en la esquina de El Guanábano, donde se hizo muy popular el panecillo arriba mencionado.
En la Caracas antigua, nació un folclórico refrán “Se acabó el pan de piquito y el de a locha también” para referirse a un acontecimiento que rompía con la rutina, y el refrán fue creado dada la competencia que existía entre los panaderos mas exitosos de aquella época, Ramella y Montalbán, su competidor, que era propietario de tres panaderías, entre ellas la de la esquina de San Juan, creadora del denominado pan isleño.
La lucha entre ambos era, como se dice ahora, a muerte, y sus repartidores, así se distribuía antes el pan, eran identificados con las iniciales de sus apellidos, R y M. Se narra que, Ramella, que era el más atrevido, le asestó un duro golpe publicitario a Montalbán cuando publicó varias fotografías de su tienda en Las Gradillas en El Cojo Ilustrado, periódico de la época, en la que también aparecían los panaderos con gorro y uniformados.
También peleaban ambos panaderos por el pan de jamón, hasta que aparecieron otros competidores, los Banchs, que acabaron, al menos con ese conflicto, haciéndolos en sus tahonas, ubicadas, una en la esquina de Altagracia y otra en la de Solís. Estos señores, a mediados de noviembre, colgaban las piernas de jamón de las vigas de los recintos en ambos establecimientos, y en lo que comenzaba diciembre, las cortaban en lonjas y cuadros, labor que le permitían hacer a los estudiantes a título de diversión, para luego elaborar grandes panes, de casi un metro, que rellenos con los recortes del anca del puerco y pasas, eran vendidos en 20 bolívares, que solo podía pagar la gente pudiente de aquel entonces.
Entonces la frase “Se acabó el pan de piquito” se comenzó a utilizar cuando se perdía algo, de manera definitiva, que se nos hacía posible, bien fácilmente o bien de manera difícil. Fue tan popular la frase, que la célebre orquesta Dimensión Latina compuso una canción a ese respecto.
Hoy, con la reciente trifulca electoral entre la oposición y el oficialismo, en la que cada uno de ellos se atribuía el haberlas ganado, la versión opositora decía que por amplio margen, llegó a su fin con la sentencia dictada por el TSJ en su Sala Electoral.
El viernes 2 de agosto de 2024, el Consejo Nacional Electoral afirmó públicamente, y así lo refiere El Universal, que luego de la transmisión del 96.87% de las actas, Nicolás Maduro había obtenido 6.408.844 votos, 51.95% de los sufragios.
El 22 de agosto, la Presidenta del TSJ anunció que se dictó sentencia, en virtud del recurso interpuesto por Nicolas Maduro, asegurando, después de determinar su competencia para conocer del caso, que los boletines emitidos por el CNE con respecto a las elecciones del 28 de julio, “mantienen plena coincidencia con las bases de datos de los centros nacionales de totalización” declarando con lugar el recurso contencioso electoral “tras el peritaje realizado de manera inequívoca y fundamentado en el informe elaborado por los expertos” El fallo también confirmó que el ente electoral sufrió un ataque cibernético masivo la noche de las elecciones. Por último, exhortó al CNE a publicar los resultados definitivos.
Así que se acabó el pan de piquito.
@gadeaperez
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