Alea iacta est, la suerte está echada
Debería evitarse la actitud tan común de que “para bien o mal haya que votar por alguno de los dos candidatos” o de inhibirse porque igual ganará el oficialismo
A tan solo unos tres días para decidirnos por otro destino o liderazgo para Venezuela, hecho que por sus objetivos entrañará efectos de envergadura en los órdenes socioculturales y socioeconómicos de todo ciudadano que se desempeña en esta nación digna, logro de nuestros próceres quienes lucharon afanosamente, contra la Corona española por legárnosla, viene a colación esta frase célebre de Julio César cuando sopesaba cruzar al Rubicón –hoy, Pisciatello o Fiuminicino-, el cual separaba a Italia de la Galia cisalpina, lo que le permitiría sentar las bases para la creación de su Imperio por conquista de las Galias ya que una ley del Senado romano ordenaba que todo general al entraren Italia, frontera natural Francia/Italia al noreste de esta, y prohibía atravesar, además, sin que licenciara a las tropas antes de cruzarlo. No obstante, Y, es una frase propia para la toma de una decisión audaz tras indecisiones, tal y como ahora se expone el caso Venezuela en un momento álgido políticamente, cuando se medirán oficialismo vs alianza antichavista en virtud de un desasosiego y el umbral de involución entre los que se debate la suerte institucional de la sociedad venezolana. Pero, con dos opciones: la oficialista, bajo el liderato del presidente Maduro, quien ofrece la profundización del socialismo y la opositora, social-demócrata, a cargo de María Corina Machado/Edmundo González Urrutia con apoyo amplio –consenso- y acorde de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), y ofrece una “restitución de derechos”, a materializarse en “salarios, jubilaciones y pensiones justas”, así como inversiones en servicios públicos, y una transición explícita.
Debería evitarse la actitud tan común de que “para bien o mal haya que votar por alguno de los dos candidatos” o de inhibirse porque igual ganará el oficialismo; ¡NO!, por favor, tal actitud sería un error craso. Pues, el voto es un derecho inclusivo con el compromiso u obligación de ejercerlo y, así, espolear una alternabilidad republicana; tal se estableciera desde la Constitución de 1811, frente al continuismo como una cláusula pétrea. Asimismo, el Libertador Simón Bolívar en el Congreso de Angostura enfatizó: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder”.
isaimar@gmail.com


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