El país chatarra
Es de reconocer la capacidad ejecutiva del Estado para exportar en tiempo récord la chatarra que el mismo ha producido en 25 años de revolución, que incluye la de obras públicas nunca terminadas o en estado de abandono
Del país petrolero al país chatarra que en 25 años, los comunistas locales y sus socios del Eje del Mal han convertido a Venezuela, da cuenta las exportaciones nacionales que en 2022, lideró la chatarra en primer lugar inclusive sobre el coque de petróleo y petróleo crudo. Así en 2022, según OEC.World (2024), “Venezuela exportó un total de $4,3MM, siendo el exportador número 132 en el mundo. Durante los últimos cinco años reportados, las exportaciones de Venezuela han cambiado por -$27,9MM desde $32,2MM en 2017 a $4,3MM en 2022. Las exportaciones más recientes son lideradas por Chatarra ($564M), Coque de petróleo ($509M), Petróleo crudo ($495M), Alcoholes acíclicos ($418M), y Aluminio crudo ($337M). Los destinos más común de exportación Venezuela son China ($703M), Turquía ($597M), España ($518M), Estados Unidos ($438M), y Brasil ($361M). Los datos obtenidos son datos espejo. El comercio de países que no reportan datos actuales puede reconstruirse en base a los datos reportados por países socios con datos actuales disponibles.”
De cómo la chatarra llegó a ser el primer rubro de exportación de Venezuela, explican los Decretos Nº3.586 del 21 de agosto de 2018 y el N°4.455 del 24 de febrero de 2021, ambos precedidos de la acostumbrada paja revolucionaria: “Con el supremo compromiso y voluntad de lograr la profundización de la revolución» en la búsqueda de la construcción del Socialismo, y refundación de la Patria Venezolana, basado en principios humanistas, sustentado en condiciones morales y éticas que persiguen el progreso del país y del colectivo, por mandato del pueblo….bla, bla, bla. Con ellos monopolizaron para el Estado la compra y exportación de la chatarra en toda Venezuela, declarando “de carácter estratégico para el desarrollo de la economía nacional los desechos y residuos metálicos, ferrosos , de aluminio, cobre, hierro, bronce, acero, níquel u otro tipo de metal, la chatarra naval, aeronáutica, de fibra y electrónica, en cualquier condición, así como los residuos sólidos no metálicos, fibra óptica y fibra secundaria, producto del reciclaje de papel y cartón, en cualquier condición, que a efectos de este Decreto se denominarán en su conjunto "material estratégico susceptible de reciclaje". Así reservaron al Ejecutivo Nacional, a través de la Corporación Ecosocialista Ezequiel Zamora, S.A. (CORPOEZ), la compra de material estratégico susceptible de reciclaje proveniente del sector público.
Al respecto es de reconocer la capacidad ejecutiva del Estado para exportar en tiempo récord la chatarra que el mismo ha producido en 25 años de revolución, que incluye la de obras públicas nunca terminadas o en estado de abandono. Tanto así que hace a cualquiera pensar, cómo sería Venezuela hoy día si toda esa energía y capacidad destructiva y de mal, que todavía oprime, empobrece y arruina el país y a los venezolanos, hubiese sido utilizada para el bienestar y progreso nacional. De haber sido así, no habrían visto forzados 8 millones de compatriotas a emigrar mientras los que quedamos, clamamos por democracia, libertad y estado de derecho. Tampoco el otrora más rico país petrolero de la América del Sur sería hoy un país chatarra y chatarrero, no solo por lo que exporta del rubro sino por la decadencia y pauperismo de la debacle causada por el desgobierno.
Por fortuna para Venezuela y los venezolanos, la fulana “revolución” y los “revolucionarios” de ideario Castro-comunista, llega ya a su fin. Y es que como planteó el economista Adam Smith en su libro La Riqueza de las Naciones (1776), “Ninguna sociedad puede ser feliz y próspera si la mayor parte de sus ciudadanos son pobres y miserables (…) La gran multiplicación de la producción de todos los diversos oficios, derivada de la división del trabajo, da lugar, en una sociedad bien gobernada, a esa riqueza universal que se extiende hasta las clases más bajas del pueblo.”
ppinate@gmail.com
De cómo la chatarra llegó a ser el primer rubro de exportación de Venezuela, explican los Decretos Nº3.586 del 21 de agosto de 2018 y el N°4.455 del 24 de febrero de 2021, ambos precedidos de la acostumbrada paja revolucionaria: “Con el supremo compromiso y voluntad de lograr la profundización de la revolución» en la búsqueda de la construcción del Socialismo, y refundación de la Patria Venezolana, basado en principios humanistas, sustentado en condiciones morales y éticas que persiguen el progreso del país y del colectivo, por mandato del pueblo….bla, bla, bla. Con ellos monopolizaron para el Estado la compra y exportación de la chatarra en toda Venezuela, declarando “de carácter estratégico para el desarrollo de la economía nacional los desechos y residuos metálicos, ferrosos , de aluminio, cobre, hierro, bronce, acero, níquel u otro tipo de metal, la chatarra naval, aeronáutica, de fibra y electrónica, en cualquier condición, así como los residuos sólidos no metálicos, fibra óptica y fibra secundaria, producto del reciclaje de papel y cartón, en cualquier condición, que a efectos de este Decreto se denominarán en su conjunto "material estratégico susceptible de reciclaje". Así reservaron al Ejecutivo Nacional, a través de la Corporación Ecosocialista Ezequiel Zamora, S.A. (CORPOEZ), la compra de material estratégico susceptible de reciclaje proveniente del sector público.
Al respecto es de reconocer la capacidad ejecutiva del Estado para exportar en tiempo récord la chatarra que el mismo ha producido en 25 años de revolución, que incluye la de obras públicas nunca terminadas o en estado de abandono. Tanto así que hace a cualquiera pensar, cómo sería Venezuela hoy día si toda esa energía y capacidad destructiva y de mal, que todavía oprime, empobrece y arruina el país y a los venezolanos, hubiese sido utilizada para el bienestar y progreso nacional. De haber sido así, no habrían visto forzados 8 millones de compatriotas a emigrar mientras los que quedamos, clamamos por democracia, libertad y estado de derecho. Tampoco el otrora más rico país petrolero de la América del Sur sería hoy un país chatarra y chatarrero, no solo por lo que exporta del rubro sino por la decadencia y pauperismo de la debacle causada por el desgobierno.
Por fortuna para Venezuela y los venezolanos, la fulana “revolución” y los “revolucionarios” de ideario Castro-comunista, llega ya a su fin. Y es que como planteó el economista Adam Smith en su libro La Riqueza de las Naciones (1776), “Ninguna sociedad puede ser feliz y próspera si la mayor parte de sus ciudadanos son pobres y miserables (…) La gran multiplicación de la producción de todos los diversos oficios, derivada de la división del trabajo, da lugar, en una sociedad bien gobernada, a esa riqueza universal que se extiende hasta las clases más bajas del pueblo.”
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