Espacio publicitario

Para una recomprensión del tiempo histórico venezolano

Los tiempos históricos se hacen cada vez más cortos, acercando las causas a los efectos, impidiendo lapsos de reflexión y potenciando el camino de la violencia y la represión como sistemas provisionales permanentes

  • ALBERTO NAVAS

23/05/2024 05:00 am

Desde hace unas dos décadas venimos trabajando en los cursos de postgrado en Historia de la Universidad Central de Venezuela, un nuevo planteamiento y propuesta, con bastante éxito, sobre una recomprensión necesaria del tiempo histórico venezolano, desde su pasado precolombino hasta nuestros días. La perspectiva histórica sobre unos 3.000 años de historia, desde el inicio de las sociedades complejas aborígenes en Venezuela hasta la contemporaneidad del presente, nos permite ya desechar las periodificaciones tradicionales, épicas y de perspectivas caducas que nos han enseñado desde la escuela primaria, secundaria y superior, desde los puntos de vista de los “vencedores” de turno: conquistadores, próceres emancipadores, caudillos, tiranuelos y demócratas recientes, todos ellos contaminados por los intereses de justificarse a sí mismos y sus intereses como actores de su dominación histórica.

Hemos logrado una importante audiencia, tanto en los postgrados de la UCV y UCAB, en conferencias y ponencias en las Universidades de Sevilla, Salamanca, Universidad del Zulia, Universidad Simón Rodríguez, Universidad Católica del Táchira y cursos como los desarrollados en el ITRE-UCAB y Fundación Rómulo Betancourt. Igualmente, en publicaciones en 2007 y 2012 por la Coordinación Académica de la Facultad de Humanidades de la UCV, por la editorial Sudaquia Publishing Services de New York en 2016 y por el Instituto de Estudios Hispanoamericanos de la UCV. También hemos dictado talleres a docentes, como el realizado en 2023 en la Academia de la Historia del Estado Carabobo. En fin, una propuesta o una hipótesis de trabajo general, con el interés de estimular a los jóvenes historiadores y cronistas a dejar atrás perspectivas “periclitadas” recordando el léxico de Rómulo Betancourt.

Nos hemos interesado, primeramente, en recuperar la importancia de la Unidad de Tiempo remotas de nuestro pasado prehispánico, sobre todo, desde los 1000 años A.C hasta el siglo XV D.C. con la llegada de los conquistadores españoles. Período reivindicado por nuestro profesor Mario Sanoja +, como el proceso de formación de las sociedades aldeanas-cacicales, de vocación sedentaria y agrícola-artesanal de cierta complejidad, con diversos grados de estratificación según el territorio, donde se integraba ya una sociedad basada en un modo de producción “tropical tributario”, con mayor complejidad hacia el Occidente. Destacándose importantes procesos migratorios desde el Orinoco de grupos “Caribes” hacia el centro-norte-costero de lo que iba a ser Venezuela.Fueron unos 2500 años de historia.

En segundo lugar, la Unidad de Tiempo que va desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XVIII, define el cruento y mecánico cambio de la dinámica histórica estructural de las antiguas comunidades indígenas, ya reseñadas, hacia una violenta adaptación a las necesidades del “mercantilismo” colonial del mundo del Atlántico. Con un foco de acumulación cultural y de capital surgido desde el Oriente (Margarita-Cumaná), basado en el tráfico de perlas y esclavos, capaz de formar expediciones (el mestizo Francisco Fajardo) hacia la conquista del centro (valle de Caracas principalmente) y, también, desde otro foco conquistador con el eje Coro- Tocuyo- Barquisimeto- Valencia. En el que el capitán Diego de Losada, con un pequeño ejército de españoles e indígenas de apoyo, también apuntaron hacia el Valle de Caracas (Toromaima) logrando conquistarlo en 1567. Ambas corrientes conquistadoras desde Oriente y Occidente echaron las bases del Proyecto Centro-Norte -Costero que iba a dominar la Historia de Venezuela hasta nuestros días. Conformado por el eje dominante Puerto Cabello/Valencia/Caracas/La Guaira. Unos 250 años de Historia.

Una Tercera Unidad de Tiempo, de apenas unos 150 años de duración, se inicia posiblemente desde los años de 1720 hasta el año de 1870. Que cubre tanto los “años dorados” del sistema colonial en Venezuela (ver Andrés Bello en su “Resumen de la Historia de Venezuela”) hasta la crisis del proyecto Liberal en los años de 1860, con la cruenta “Guerra Federal” y el advenimiento tiránico del Guzmanato. Las reformas Regalistas de Felipe V: en 1721 la creación de la Universidad de Caracas y de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, seguidas por las del ilustrado Carlos III, por la Capitanía General, la Real Audiencia, La Real Intendencia, las Milicias Regladas y el inicio de la autonomía Universitaria, entre otras, dejaron ya para inicios del siglo XIX siguiente, a una Venezuela ya estructurada, que pudo asumir el reto de la Independencia desde 1810. El Eje del proyecto dominante centro- norte -costero se afianzó, los guerreros de la emancipación y los caudillos del siglo XIX tuvieron siempre a Caracas como la meta político-militar del triunfo. La Guerra Federal hizo de Venezuela un verdadero estado fallido y el fin de un proyecto liberal “sin los pies en la tierra” como lo había sentenciado antes Simón Bolívar.

La Unidad de Tiempo siguiente, desde 1870 hasta 1935, implicó 65 años de ajuste correctivo y cruento de ese “Proyecto Liberal” de dominación desde el Centro ya reseñado. Los generales Guzmán Blanco, Joaquín Crespo, Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez construyeron la “Tiranía Liberal” definida por nuestro profesor Manuel Caballero, que por la fuerza estabilizó y unificó a Venezuela hacia el acoplamiento con las potencias industriales y financieras del Mundo Occidental. El Eje central de dominio se hizo inamovible, con Maracay militar como nuevo punto de poder.

La Unidad de Tiempo 1936-1989. Compuesta de unos 50 años de Historia, reforzó al máximo el Proyecto Centro-Norte-Costero, pese al gradual y cruento camino hacia la democracia representativa, una época del mayor progreso social y material en los dos siglos de Historia republicana, interrumpidos por la dictadura perezjimenista, las guerrillas de los años 60, los golpes militares fracasados y el deterioro de la clase y los partidos dirigentes desde los años de 1980, al menos. Generándose, desde los años ochenta, una sorprendente incapacidad nacional para aprovechar la riqueza petrolera hacia un futuro envidiable.

La Unidad de tiempo comprendida entre los años 1990 y 2020, está en pleno desarrollo, hacia una incertidumbre que puede costarnos la disolución del proyecto nacional, con más de 7.000.000 de migrantes y la pérdida de control institucional sobre buena parte del territorio nacional. Pudiéramos estar también en camino a mejores tiempos, saliendo de un sistema populista, demodistributivo, decadente hacia una democracia limitada pero realista. Los tiempos históricos se hacen cada vez más cortos, acercando las causas a los efectos, impidiendo lapsos de reflexión y potenciando el camino de la violencia y la represión como sistemas provisionales permanentes. Un nuevo Pacto de Punto Fijo podría ser el inicio para la recuperación del progreso y el bienestar, incluyendo a todos los sectores.

ANB Cronista Oficial de la UCV
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario