En el Llano con las primeras lluvias de abril, el verano se despide y las sabanas comienzan a reverdecer. Se anuncia así la primavera llanera que corta y breve, transcurre hasta la entrada formal del invierno en mayo. Sin rival como inspiradora de bellas coplas y cantas, nuestros grandes poetas de todos los tiempos han dado múltiples pruebas de ello. Tomando como ejemplo algunos de ellos, recuerdo aquí que en su extraordinaria obra “Silva Criolla”, el médico y poeta calabozeño Francisco Lazo Martí (1869-1909) escribió: “La riente primavera, primavera fugaz, del sol amiga: la que lluvia de flores prodiga al monte y la pradera, también como la hierba al pobre arbusto la primorosa dádiva recibe, de su escasa floración primera el botón más hermoso prende sobre el cabello revoltoso la inocente muchacha sabanera” (…) “La llanura tiene otra vez reverdecido manto”.

Más adelante con un par de coplas el poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba (1905-1971) nos ilustra: “Por rutas de hojas quemadas ya marzo se fue al exilio, quiera Dios que abril nos traiga, garúas, toldos y lirios”; “Ya vino la paraulata paraulatica ajicera, anunciando que por fin va a llegar la primavera. Mensajera, Mensajera”. Y su pluma sigue, no se detiene: “En el trópico, en cambio, la primavera es pluvial. Se origina porque la tierra estaba enjuta y la lluvia la humedece, la moja y la fecunda” (…) “Es tolda y llovizna la esencia primaveral en Venezuela. Agua silente y agua ´con sonido´a cuyo beso los bancos sabaneros despiertan como de una desangrante pesadilla”.

De que la primavera llanera inspira sobremanera, el poeta apureño natural de Arichuna, Jorge Plaz (1902-1969) en su “Almanaque Llanero” publicado en el “Diario de un Llanero” de José Antonio Torrealba, nos deleita: ¡Abril! ¡Abril! El mes de las ciruelas, en el cual llegan las primaveras; cabalgando en corcel fresco y radiante, como suaves brisas pamperas” (…) “Mes de remolinos y chubascos que huele a tierra remojada, los que traen alegría a la llanura, y de pronto se alegra la vacada” (…) “Y se oyó un trueno sordo en el oriente y fugaz, un relámpago se vió: ¿Son preludios de invierno que se acerca o fue la primavera que llegó? (…) Es el mes mas templado del verano y las aves lucen sus colores al bajar a beber en el ribazo se contemplan como si fueren flores-”.

Otro poeta que dejó testimonio de la primavera llanera fue Manuel Pérez Cruzati, educador guanareño, cuya poesía hecha canción, interpretaba en 1957 Mario Suárez con Juan Vicente Torrealba y Los Torrealberos: "Aguacerito llanero caído en el mes de abril que le das a la sabana esa belleza sin fin, ya florecieron los lirios y en el estero marchito está la garza cual novia aguacero, aguacerito". Por su parte, “el poeta de Camaguán” - German Fleitas Veroes (1916- 1994), escribió la letra de Primaveral, que cantó Mario Suarez con Los Torrealberos: “con el primer aguacero se puso lindo el rosal, volvió la garza al estero, volvió la copla al corral; y lucen sus trajes nuevos la palma y el pajonal”.

Ciertamente en este escrito, no están todos los poetas que son, ni son todos los que están, pero en definitiva, tal como escribió Andrés Bello (1781-1865) en sus “Borradores de Poesía”: "La bella primavera en su mitad postrera suele traernos la estación lluviosa". ¡Que alegría!

ppinate@gmail.com