El poeta del pueblo, Andrés Eloy Blanco, escribió hermosos poemas de la Venezuela de su tiempo y, de la política que ensombrecía las páginas de nuestra historia patria a mediados del siglo XX.
Aunque el poema del que hemos tomado el nombre para nuestras letras semanales, pareciera inmerso en la religiosidad popular y las tradiciones de la Semana Mayor, si leemos entre líneas, descubrimos que el Nazareno se convierte, como antaño en las páginas del Evangelio, en un liberador del pueblo menesteroso, ávido de soluciones ante las plagas de la época. La tradición del limonero se remonta a la Caracas infestada por el “vómito negro” que afectaba a los caraqueños en 1597. Al pasar la procesión por la esquina de Miracielos, se enredó la corona de la imagen que andaba en procesión y cayeron unos manojos de limones lo que los fieles interpretaron como un milagro y procedieron a hacer infusiones con estos frutos.
Aunque el poema del que hemos tomado el nombre para nuestras letras semanales, pareciera inmerso en la religiosidad popular y las tradiciones de la Semana Mayor, si leemos entre líneas, descubrimos que el Nazareno se convierte, como antaño en las páginas del Evangelio, en un liberador del pueblo menesteroso, ávido de soluciones ante las plagas de la época. La tradición del limonero se remonta a la Caracas infestada por el “vómito negro” que afectaba a los caraqueños en 1597. Al pasar la procesión por la esquina de Miracielos, se enredó la corona de la imagen que andaba en procesión y cayeron unos manojos de limones lo que los fieles interpretaron como un milagro y procedieron a hacer infusiones con estos frutos.
Hoy, igual que ayer, los caraqueños, los venezolanos, con fe anhelamos un milagro de Dios, basado en su infinita bondad. ¡Malhaya el golpe que cortara
el limonero del Señor…! – como escribió Andrés Eloy.
@RafaelMartinezN
el limonero del Señor…! – como escribió Andrés Eloy.
@RafaelMartinezN
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