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Antecedentes peruanos de la Universidad de Caracas, siglo XVIII

Diego de Baños también fue el primero en gestionar ante el rey de España la elevación del colegio a la categoría de Universidad al poder otorgar los grados correspondientes, especialmente ante la corte de Felipe V

  • ALBERTO NAVAS

25/03/2024 05:02 am

Las Universidades llegaron en tiempos muy tempranos a la realidad Hispanoamericana, desde el siglo XVI, casi simultáneamente con el proceso de descubrimientos y conquista. La monarquía española, la Iglesia Católica y Órdenes Religiosas, abordaron esta dura tarea hasta llegar a la fundación de unas 32 Universidades en América Hispana, mientras que Portugal, Inglaterra, Francia y Los Países Bajos, no prestaron ningún interés significativo al respecto. Las órdenes de San Ignacio de Loyola (Jesuitas) y especialmente la Orden de Predicadores (Dominicos), fueron vitales en este florecimiento cultural ocurrido desde 1538 parece existir en la Isla de La Española (Sto. Domingo) una casa de Estudios creada por los Dominicos, siendo aún hoy discutida su carácter primado, pues parece ser que no contó con Real Cédula fundacional hasta 1558.

Pero, documentalmente hablando, consta que fue en Perú y Lima, cuando el 12 de mayo de 1551 se dictó la Real Cédula fundacional de la Universidad de San Marcos de Lima, seguida el 21 de septiembre de ese mismo año la Universidad de México. En la Recopilación de Leyes de Indias, realizada bajo el reinado de Carlos II en 1680, se observan 57 Leyes que regulaban aspectos generales y particulares de las Universidades Hispanoamericanas, lo que demuestra que la conquista de América española no fue solamente sangre y espadas. La Universidad de Salamanca de España funcionó principalmente como modelo estatutario para esta vasta red de universidades, aunque también se observa la influencia de la Universidad de Alcalá de Henares.

Ya en el siglo XVII encontraremos una figura fundamental de enlace entre la Universidad de San Marcos de Lima y el proceso de creación de la Universidad de Caracas, se trata de la persona del Obispo Antonio González de Acuña, nacido en Lima en 1620, “proveniente de buena familia, con probanza económica y linaje establecido”. Quien vistió el hábito de los Dominicos desde 1640 en el convento del Rosario de Lima, pasando luego a estudiar en la Universidad de San Marcos donde egresó como Doctor en Teología y se hizo catedrático de la misma materia. Desde 1657 y por trece años se desempeñó como Procurador de la Universidad de Lima ante Roma y la Corte Española, donde adquirió experiencia y relaciones importantes. En 1672 la Reina Regente, Mariana de Austria presentó al Papa la propuesta para la designación de González de Acuña como obispo de Santiago de León de Caracas, quien asumió el cargo en 1673.

El nuevo Obispo inició una labor positiva con la construcción del primer acueducto de Caracas, la culminación del Palacio Episcopal, la creación de las vice parroquias de Altagracia y San Pablo, su énfasis en la enseñanza primaria de los niños y, principalmente, la creación y primera construcción del Colegio Seminario de Santa Rosa de Lima de Caracas, adyacente al Palacio episcopal en la actual esquina de Las Monjas, frente a la Plaza Mayor hoy Plaza Bolívar. Recaudó recursos para mantener un Instituto con 24 colegiales y el Colegio se inició en 1673 con las cátedras de Filosofía y Teología, bajo el patronazgo de la santa peruana y de América Santa Rosa de Lima, de quien González de acuña había sido biógrafo y actor en la causa de su canonización ante el Vaticano. Su biblioteca, de más de 2000 volúmenes, pasó al Colegio siendo la mayor biblioteca de la Provincia. El obispo falleció en Trujillo en 1682.

Un nuevo Obispo, también peruano, el doctor Diego de Baños y Sotomayor, nacido en Lima en 1637 y graduado de Doctor en Teología en Santa Fe de Bogotá, ocupó el obispado caraqueño entre 1684 y 1706, se ocupó de terminar el edificio del colegio y de la Capilla Universitaria, incorpora nuevas Cátedras y redacta las Constituciones del Colegio que fueron aprobadas por el rey Carlos II en 1698. Diego de Baños también fue el primero en gestionar ante el rey de España la elevación del colegio a la categoría de Universidad al poder otorgar los grados correspondientes, especialmente ante la corte de Felipe V. Sin estos esfuerzos fundacionales de los Obispos peruanos González y de Baños y Sotomayor, no se hubiese contado con la base para que el Rey Felipe V, el 22 de diciembre de 1721 hubiese decretado la erección del antiguo Colegio en la Real y luego Pontificia Universidad de Caracas, continuando siendo su Patrona la santa Rosa de Lima condición que se conserva hasta nuestros días, aunque muchos de los ucevistas no lo conocen. Sin embargo, en la capilla de la Ciudad Universitaria de Caracas, de los Chaguaramos, se mantiene una figura de nuestra santa patrona peruana en un pequeño nicho a la derecha del Altar Mayor, donada hace algún tiempo por la comunidad peruana de Caracas.

ANB. Cronista de la UCV
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