Según Yuval Harari, en su obra, Sapiens: De Animales a Dioses, el Homo Sapiens se hizo más inteligente y poderoso que otras especies humanas debido a la cooperación, producto de: 1. La aparición de palabras. 2. La flexibilidad en la combinación de palabras o signos. 3. La utilización de esa flexibilidad para emitir juicios sobre las circunstancias y personajes, hablar del pasado y el futuro, o chismorrear, a través de lo cual nos decimos en quien confiar, quien puede hacer o no tal o cual cosa, etc. 4. Construir sueños, creer en cosas imaginarias que no existen; tales como la protección del león sobre la tribu; el valor del oro o del dinero; el otorgar créditos por valor 10 veces mayor a los depósitos recibidos por la banca; los Derechos Humanos; las leyes; los principios filosóficos y las religiones. Especialmente, los sueños compartidos nos dieron la capacidad de ser más inteligentes y de cooperar entre grupos grandes, logrando ser más poderosos.
Los mayores niveles de vida se concentran en los países desarrollados, los cuales se caracterizan por compartir e implementar cuatro sueños: el Pluralismo (cooperación entre actores diferentes), la Educación Masiva de calidad, la Democracia Pluralista y el Capitalismo Responsable.
Aunque estos sueños presentan fallas, la mayoría de los habitantes de los países desarrollados creen en ellos, los implementan y los resultados son mucho mejores que los que obtienen la mayoría de los países llamados “en vías de desarrollo”. En estos últimos, sólo minorías creen en esos sueños y no se ponen en práctica. Más bien se caracterizan por democracias limitadas, dictaduras demagógicas, desconfianza entre sectores, empresas del Estado, controles exagerados y, por ello, las mayorías son pobres.
Si Venezuela se ha encontrado históricamente entre los países subdesarrollados, lo inteligente y sensato es cambiar inventándo un mejor sueño, un sueño de cooperación entre seres inteligentes. De aquí saldría una Venezuela y unos venezolanos que…
- Sientan orgullo de su patronímico, hablen de nuestros logros, de personajes destacados mundialmente, y de recursos y productos bandera exportados al mundo.
- Respeten los personajes y regímenes que han sido factores de cambio en nuestra historia. Nos gusten o no, son parte de lo que somos. Necesitamos políticos y ciudadanos que propongan mejores soluciones, en vez de descalificalificaciones; que luchen por acompañar a la gente en la solución de sus problemas, en vez de luchar por el poder.
- Vuelquen el sueño de que “somos ricos porque tenemos petróleo” por el sueño de Arturo Uslar Pietri, según el cual tenemos que “sembrar el petróleo” para dejar de ser una país rentista, monoexportador, de alta volatilidad económica y pobre. Este vuelco induciría la riqueza y nos haría más democráticos porque la diversificación de las fuentes de poder económico acarrea la diversificación de las fuentes de poder político.
- Rescaten la educación masiva hasta llevarla a una educación de calidad para todos y con énfasis en la educación para el trabajo, para que, con ella, los pobres puedan salir de la pobreza por su propio esfuerzo, en vez de depender de la dádiva.
- Sustituyan el mito de los “Ajustes de la Economía” mediante restricciones monetarias, empobrecedoras, por el de la “Reestructuración de la Economía”, enriquecedora. Así lucharíamos contra la inflación incrementando la productividad y la oferta. Para ello necesitamos invertir y producir más, liberando el crédito, democratizando el capital de las empresas del Estado, orientando el comercio exterior según aranceles comparables a los de los países con los que comerciamos o según tratados de libre comercio; no en cero aranceles ni en contrabando apadrinado por personajes influyentes.
- Rescaten la descentralización para potenciar las sociedades regionales, su producción, servicios públicos, la rendición de cuentas, atractivos regionales, su identidad y el orgullo de cada región.
Siendo la clave para formar el “Equipo Venezuela” el que cada uno crezca en inteligencia emocional para superar la verticalidad e individualismo que genera nuestra alta motivación al poder, que induce a huir y someterse o atacar y someter. Necesitamos sustituir ese síndrome por la horizontalidad y cooperación que genera la motivación al logro sobre metas compartidas.
@joseagilyepes
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