El concepto de la súper aplicación no es nuevo; ya es bastante común en Asia. El WeChat (“Nosotros chateamos”) de China es probablemente el más conocido. Aunque comenzó como una humilde aplicación de chat, desde entonces se ha convertido en una aplicación para pedir comida, solicitar el servicio de taxis e incluso obtener aprobación de un préstamo. Es casi imposible vivir en China sin WeChat. Pero puede que no sea el mejor ejemplo para Meta y otros gigantes tecnológicos occidentales que quieren construir Super Aps: la aplicación es parte de la red de vigilancia de China y entrega rutinariamente los datos de los usuarios al gobierno chino.

No es solo Zuckerberg quien quiere una súper aplicación. En junio, Elon Musk esbozó un plan similar para Twitter, en caso de que lo adquiriese. "No hay ningún equivalente de WeChat fuera de China. Hay una oportunidad real de crear eso", dijo Musk. Evan Spiegel de Snap también ha estado construyendo un súper ecosistema de aplicaciones: Desde 2020, Snapchat ha añadido funciones para reservar entradas de cine, meditar y hacer tarjetas resumen para estudiar para los exámenes. Luego está Uber. Una vez sinónimo de servicios de transporte, ahora también ofrece comida y entrega al por menor. Además, es posible que Uber pronto se expanda a reservaciones de aviones y trenes; por lo que, actualmente, está probando un programa de reservas de viajes en el Reino Unido.

"Cuanto más servicios, la Super Ap se hace más pegajosa y más lucrativa", escribió Scott Galloway para la revista New York.

Pero una súper aplicación también tiene sus problemas; es decir, que si no se hace bien, puede volverse inutilizable rápidamente; como en el caso de Instagram, la cual, al intentar convertirse en una súper aplicación, ha provocado la salida de algunos usuarios que dicen que ya no es genial. Peor aún, si es la competencia la que alimenta la innovación, de dónde saldrían las nuevas ideas si las Super Aps dominan el mercado; y a qué otras aps recurrirían los usuarios si una súper aplicación es todo lo que queda? Las súper aplicaciones consolidarían aún más el dominio de los gigantes tecnológicos que ha estado bajo escrutinio de las autoridades anti monopolio durante años.

Luego está el tema de la privacidad, y eso es importante, especialmente en los EE. UU. Facebook no tiene un gran historial de protección de la información privada. Además, como señala en sus temas de servicio, la aplicación continúa "recopilando información de ubicación". Una súper aplicación metaconstruida podría exacerbar este problema.

Ya sea que nazca o no una súper aplicación en los EE. UU., la transición de las aplicaciones de un solo propósito a las súper aplicaciones multifuncionales parece inevitable. Los gigantes tecnológicos necesitan mantener su crecimiento ofreciendo nuevos servicios y expandiendo sus identidades en una economía lenta. Y la cruda realidad es que con docenas de aplicaciones que usamos de vez en cuando, nuestros teléfonos inteligentes se convierten rápidamente en un “botadero” de aplicaciones.”

(Este artículo apareció publicado el domingo 18-09-2022 pasado en el correo electrónico de Morning Brew – un resumen informativo sobre el avance de los negocios en el mundo, de suscripción gratuita - y fue escrito por Sherry Qin. Me pareció tan interesante y formativo en conceptos de comunicaciones, negocios y economía que lo traduje y aquí se los ofrezco; no sin antes recalcar que ninguna de estas inteligentes consideraciones es mia, de allí que abra y cierre entre comillas. ¡Que lo disfruten!)

@joseagilyepes