De la imperiosa e impostergable necesidad de los venezolanos, de hacer de Venezuela un nuevo país, llaman a la reflexión de todos, las palabras recientes del señor Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos - OEA: “De la nada al todo, del todo a la nada, de la nada al todo (y viceversa). Esta parece ser la definición política del sistema venezolano actual, todos quieren el todo y prefieren la nada antes que ceder y renunciar a la posibilidad de tener el todo. Como está el país desde hace tiempo, la disputa por el todo se ha reducido a una lucha por “toda la nada” (…) La lumpenización de la política venezolana ha sido la más dramática del continente. La falta de principios y valores ha llevado a que 6,8 millones de venezolanos hayan tenido que abandonar el país, un exilio forzoso por la crisis humanitaria, por la crisis de Derechos Humanos, por las violaciones sistemáticas de Derechos Humanos, por los crímenes de lesa humanidad, por las actividades criminales de integrantes del régimen los venezolanos han tenido que tomar las rutas que los alejaban del país. El éxodo más grande del mundo junto al de Siria y Ucrania, pero sin guerra ni desastre natural alguno.”

En estas circunstancias no es fácil es la tarea de hacer de Venezuela un nuevo país, requiriéndose avanzar en el restablecimiento de la libertad, la democracia y el estado de derecho. Así la determinación nacional al cambio hará posible el nuevo país que ansiamos. Uno de vuelta a casa de nuestros compatriotas hoy expatriados. Con orden, trabajo y respeto. Sin hambre, sin miseria. Uno no gobernado a dos manos entre La Habana y Caracas, sin agentes extranjeros. En fin, un nuevo país es Venezuela de vuelta a los venezolanos.

En esta tarea libertaria, la convocatoria nacional ciudadana es permanente, teniendo siempre presentes el concepto de que por la Declaratoria de Independencia del 5 de julio de 1811 obtuvimos “la dignidad y honrosa vestidura de ciudadanos libres, que es lo más apreciable de la sociedad, el verdadero título del hombre racional, el terror de los ambiciosos y tiranos, y el respeto y consideración de las naciones cultas, deben por lo mismo sostener a toda costa esta dignidad”. Como vemos, un nuevo país es Venezuela de hombres y mujeres libres, una vez rescatado el legado de nuestros libertadores.

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