Las Zonas Económicas Especiales
Las ZEE son clave porque permiten concentrar los recursos económicos del país en las zonas con mayores ventas comparativas para exportar o atraer turismo. Y esas ZEE luego catapultan al resto del país...
Las ZEE se conocen a nivel mundial también como: Zona Franca Industrial, Zona de Libre Comercio, Maquiladora o simplemente Zona Franca. Hay muchos casos de éxito principalmente en Asia y Centroamérica.
En su forma moderna se iniciaron en los años 50 en Irlanda y en la década de los 80 recibieron un gran impulso cuando China las implementó en el contexto de su programa de reformas. Numerosos países han seguido, tales como EAU, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Republica Dominicana, Colombia, Sudáfrica, con distintos niveles de éxito. A pesar de que no existe un censo, se estima que existen en el mundo más de 4.300 zonas económicas especiales (en 1995 existían 500) y que emplean a más de 68 millones de personas.
El plan original del gobierno chino establecía como objetivos principales la duplicación del PIB del país y mejorar las condiciones de vida en general, además de resolver los problemas en la alimentación y vestido de su población. Para la década de 1990 se planeaba volver a doblar el PIB y alcanzar unas cotas de bienestar propias de países desarrollados para mediados del siglo XXI.
Apenas dos años después de ponerse en marcha, las cuatro zonas especiales en China acaparaban el 59,8% de la inversión extranjera y solo la ciudad de Shenzhen concentraba el 50,6% de la inversión de todo el país. Sin embargo, es conveniente puntualizar que en los primeros momentos la mayor parte de la inversión procedía de Hong Kong o ciudadanos chinos residentes en otros países. En ese año la ciudad tenía comprometidos 1700 millones de dólares (USD) en inversiones procedentes del extranjero y el 80% de las empresas recién establecidas o que habían formado alianzas con empresas locales estaban generando beneficios. Tras una fase de inicio entre 1979 y 1982, se vivió una etapa de cierta desaceleración entre 1983 y 1985 y una fase de contracción en 1985 tras un escándalo. Entre 1979 y 1991, las ZEE concentraron el 43% de la inversión extranjera directa de toda China, más concretamente las provincias de Cantón y Fujian. Dada la rápida modernización de los programas de las ZEE y el hecho de que muchas de las innovaciones obtenidas se transfirieron a otros lugares del país, es justo reconocer que las ZEE contribuyeron al proceso de modernización de China.
Las características principales de las ZEE se resumen en tres grandes áreas.1.- Incentivos: Reducción de aranceles, impuestos, y tasas, repatriación de beneficios, subsidios, opciones atractivas de inversión y financiación. 2.-Regulación: Autoridad regulatoria dedicada, marco regulatorio basado en estándares internacionales, transparencia, servicios gubernamentales, ventanillas únicas. 3.- Operación: Infraestructura industrial, comercial y/o residencial, infraestructura de comunicaciones, consultoría in situ, marketing, courier o transporte.
Ofrecer solamente incentivos fiscales puede hacer que una zona en particular se ponga en marcha, pero no garantiza un proyecto duradero: las zonas más exitosas están entrelazadas con la economía doméstica. Tener acceso a mercados globales y una infraestructura adecuada para este propósito tiene un impacto mayor que las exenciones de impuestos. En África, por ejemplo, la falta de estas inversiones, de un suministro eléctrico confiable y la distancia respecto a los puertos ha sido la causa del fracaso de muchas zonas económicas especiales.
El Banco Mundial por su parte, concluye en un estudio publicado el año pasado (basado en más de 1000 zonas económicas especiales) lo siguiente: El desempeño de estas zonas en economías emergentes ha sido afectado por el contexto nacional y regional de cada una de ellas. Los costes, la estructura de la industria y la cercanía a mercados grandes han sido las ZEE.
Las ZEE son clave porque permiten concentrar los recursos económicos del país en las zonas con mayores ventas comparativas para exportar o atraer turismo. Y esas ZEE luego catapultan al resto del país. El presidente Nicolás Maduro ha promulgado una Ley Orgánica para la creación de cinco zonas económicas especiales para atraer a los inversores al país y "equilibrar el desarrollo" de las regiones. Para que tengan un impacto positivo, Venezuela debe dejar de ser parte en los conflictos geopolíticos, debe reducir los niveles de corrupción y generar un marco regulatorio estable en el tiempo. Celebramos que el gobierno nacional siga dando pasos dirección a recuperar el PIB. Ya el gobierno comenzó con un conjunto de medidas claves que ahora se complementan con el ZEE: el fortalecimiento del mercado de valores, el establecimiento de libertades cambiarias y de fijación de precios, llevar empresas del estado a la bolsa lo que reducirá la corrupción. También celebramos el que gobierno de Maduro este negociando con el gobierno de EEUU para liberar las sanciones económicas. El gobierno debe estar claro que ha tomado las acciones económicas acertadas pero sin el levantamiento de las sanciones petroleras de EEUU no veremos las mejoras económicas que Venezuela necesita para quintuplicar su PIB. El gobierno de EEUU también debe estar claro que no debe condicionar el levantamiento de las sanciones petroleras a un acuerdo Guaidó – Maduro. Estas sanciones debilitan al pueblo venezolano y concentran mas poder en Maduro y a Guaidó y no en el pueblo productivo.
En su forma moderna se iniciaron en los años 50 en Irlanda y en la década de los 80 recibieron un gran impulso cuando China las implementó en el contexto de su programa de reformas. Numerosos países han seguido, tales como EAU, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Republica Dominicana, Colombia, Sudáfrica, con distintos niveles de éxito. A pesar de que no existe un censo, se estima que existen en el mundo más de 4.300 zonas económicas especiales (en 1995 existían 500) y que emplean a más de 68 millones de personas.
El plan original del gobierno chino establecía como objetivos principales la duplicación del PIB del país y mejorar las condiciones de vida en general, además de resolver los problemas en la alimentación y vestido de su población. Para la década de 1990 se planeaba volver a doblar el PIB y alcanzar unas cotas de bienestar propias de países desarrollados para mediados del siglo XXI.
Apenas dos años después de ponerse en marcha, las cuatro zonas especiales en China acaparaban el 59,8% de la inversión extranjera y solo la ciudad de Shenzhen concentraba el 50,6% de la inversión de todo el país. Sin embargo, es conveniente puntualizar que en los primeros momentos la mayor parte de la inversión procedía de Hong Kong o ciudadanos chinos residentes en otros países. En ese año la ciudad tenía comprometidos 1700 millones de dólares (USD) en inversiones procedentes del extranjero y el 80% de las empresas recién establecidas o que habían formado alianzas con empresas locales estaban generando beneficios. Tras una fase de inicio entre 1979 y 1982, se vivió una etapa de cierta desaceleración entre 1983 y 1985 y una fase de contracción en 1985 tras un escándalo. Entre 1979 y 1991, las ZEE concentraron el 43% de la inversión extranjera directa de toda China, más concretamente las provincias de Cantón y Fujian. Dada la rápida modernización de los programas de las ZEE y el hecho de que muchas de las innovaciones obtenidas se transfirieron a otros lugares del país, es justo reconocer que las ZEE contribuyeron al proceso de modernización de China.
Las características principales de las ZEE se resumen en tres grandes áreas.1.- Incentivos: Reducción de aranceles, impuestos, y tasas, repatriación de beneficios, subsidios, opciones atractivas de inversión y financiación. 2.-Regulación: Autoridad regulatoria dedicada, marco regulatorio basado en estándares internacionales, transparencia, servicios gubernamentales, ventanillas únicas. 3.- Operación: Infraestructura industrial, comercial y/o residencial, infraestructura de comunicaciones, consultoría in situ, marketing, courier o transporte.
Ofrecer solamente incentivos fiscales puede hacer que una zona en particular se ponga en marcha, pero no garantiza un proyecto duradero: las zonas más exitosas están entrelazadas con la economía doméstica. Tener acceso a mercados globales y una infraestructura adecuada para este propósito tiene un impacto mayor que las exenciones de impuestos. En África, por ejemplo, la falta de estas inversiones, de un suministro eléctrico confiable y la distancia respecto a los puertos ha sido la causa del fracaso de muchas zonas económicas especiales.
El Banco Mundial por su parte, concluye en un estudio publicado el año pasado (basado en más de 1000 zonas económicas especiales) lo siguiente: El desempeño de estas zonas en economías emergentes ha sido afectado por el contexto nacional y regional de cada una de ellas. Los costes, la estructura de la industria y la cercanía a mercados grandes han sido las ZEE.
Las ZEE son clave porque permiten concentrar los recursos económicos del país en las zonas con mayores ventas comparativas para exportar o atraer turismo. Y esas ZEE luego catapultan al resto del país. El presidente Nicolás Maduro ha promulgado una Ley Orgánica para la creación de cinco zonas económicas especiales para atraer a los inversores al país y "equilibrar el desarrollo" de las regiones. Para que tengan un impacto positivo, Venezuela debe dejar de ser parte en los conflictos geopolíticos, debe reducir los niveles de corrupción y generar un marco regulatorio estable en el tiempo. Celebramos que el gobierno nacional siga dando pasos dirección a recuperar el PIB. Ya el gobierno comenzó con un conjunto de medidas claves que ahora se complementan con el ZEE: el fortalecimiento del mercado de valores, el establecimiento de libertades cambiarias y de fijación de precios, llevar empresas del estado a la bolsa lo que reducirá la corrupción. También celebramos el que gobierno de Maduro este negociando con el gobierno de EEUU para liberar las sanciones económicas. El gobierno debe estar claro que ha tomado las acciones económicas acertadas pero sin el levantamiento de las sanciones petroleras de EEUU no veremos las mejoras económicas que Venezuela necesita para quintuplicar su PIB. El gobierno de EEUU también debe estar claro que no debe condicionar el levantamiento de las sanciones petroleras a un acuerdo Guaidó – Maduro. Estas sanciones debilitan al pueblo venezolano y concentran mas poder en Maduro y a Guaidó y no en el pueblo productivo.
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