Por el tiempo transcurrido y las circunstancias actuales, es oportuno evocar la actitud del Libertador focalizada en un proyecto integracionista. Pues mientras Bolívar había ideado un esquema geopolítico lúcido en pro de conformar en Hispanoamérica una alianza de estados nacionales, paradójicanente, muchos de sus gobernantes o líderes actuales se enervan por correr de un bloque a otro (economías emergentes [BRICS] y bloques geopolíticos) [G-7] para sugerir ideas inertes ante una comunidad mundial enajenada y convulsa por las armas de destrucción masiva, los agiotistas de la NYMEX, así como de las energías alternas, además de otros temas de sobrevivencia, en 1815 Bolívar crea la República de Colombia (1819-1830); luego, durante 1815, redacta el primer augurio político del futuro de Panamá mediante una visión consumada, en pesquisa de una ciudad capital para el futuro estado; ofrecía la aptitud de que Santa Fe de Bogotá, Maracaibo o Panamá llegasen, potencialmente, a ser el núcleo de la República en ciernes. “Panamá sería para Hispanoamérica como Corintio para los griegos”, acopio y enlace de los pueblos que se zafarían del yugo español. Desde su exilio en Jamaica proyecta los fines de la revolución americana y sus ideas políticas. Mediante la asamblea del Congreso de Panamá busca impeler a un puntal de anexión entre las naciones americanas (panamericanismo). Adelantádose, quizá, a la Doctrina Monroe, que surge en 1823.

Cuando crea a Colombia, pasa de Angostura a la liberación de la Nueva Granada y admite la autoliberación de Panamá, en 1822.

Por el Tratado Hay-BunauVarilla, en 1903, Panamá sale desmembrada, adredemente, de la Nueva Granada (hoy, Colombia). Y, en 1904, se otorga a EEUU, a infinitud, los derechos de la obra y ejercicio de un canal interoceánico, y del uso de una franja análoga a unas 10 mn a cada riba del canal, a construirse, posteriormente, adonde ejercería una soberanía plena e integral”.. Pero, el Tratado, su draga e instalación abusiva de bases militares estadounidenses en territorio panameño indujo a conflictos bilaterales, lo que propició, a su vez, injerencias militares EEUU en Panamá entre 1916-1921; la última y más violenta, el 20/12/1989, denominada “Causa Justa”.

Isaimar@gmail.com