La Cumbre de las Américas, se realiza sin la asistencia de los presidentes de México, Nicaragua , Honduras y Venezuela . Estados Unidos no cedió al chantaje.

35 países independientes de la región cuyos gobiernos hayan sido “elegidos democráticamente”, forman parte de ese grupo originalmente. .

El problema actual es que la América- Latina hoy esta minada por dictaduras y regímenes violadores de los Derechos humanos.

A decir verdad, esta cumbre, no tiene ningún sentido. Sentarse en una misma mesa con mandatarios que no todos creen en la democracia, o en el caso de Argentina, un país que tiene las manos manchadas de sangre por no terminar resolver el tema de los atentados de la AMIA, el de la embajada de Israel o el asesinato del fiscal Alberto Nisman, simplemente es un acto que lava la imagen de ellos.

A pesar de todo, los regímenes que no asisten a la cumbre , se verán representados por algunos países que les sirven de voceros a cambio de dinero y más.

Cada vez mas estas asociaciones pierden sentido. Lo único que se salva en la región se llama la OEA.

Hoy los países que comulgan respeto y democracia deberían de estar aliados para luchar por las causas comunes.

Estados Unidos intenta con esta cumbre ratificar el rol de influencia en las Américas, esto se reduce a un simple pensamiento que solo está en la mente de los norteamericanos, pues China, Rusia, Irán y Turquía ,han ido tomando grandes espacios y tienen comprometida financieramente a países importantes de la región, ni hablar de la relación entre Cuba y Venezuela.

AMLO, ha cumplido su amenaza de no asistir y ese hecho es un golpe bajo para EEUU, sin embargo México entra en agua caliente por tener un presidente que sobrepone su doctrina particular sobre el futuro de un país tan importante, que debería de estar cada vez más unido a los norteamericanos.

El distanciamiento de Estados Unidos con la región no puede resolverse en colectivo, deben de tejerse alianzas de manera individual.

El gobierno del presidente Biden no ha logrado encaminar una política para la región, Demócratas y Republicanos no terminan de entender la importancia de América Latina.

Lo que pasa en América Latina ya no son altibajos, son cambios drásticos que se están apoderando de esos países en donde cada vez se hará más difícil el cambio.

Por ahora hay que salvar a países menos visibles que reportan una histórica tranquilidad y apego democrático como Costa Rica y Uruguay por ejemplo, para no perderlos y con los demás negociar; inclusive con Venezuela hay que cambiar la receta, es imperativo por la importancia de ese país buscar un acuerdo con dignidad y justicia, aunque se tengan que sacrificar sanciones, hoy en día los conflictos no se resuelvan con vencedores y vencidos.

Canadá por su parte es un jugador pasivo para la región que pudiera involucrarse mucho mas.

La administración de Biden al día de hoy tiene bajas calificaciones en la política internacional, la salida de Afganistán, el conflicto con Rusia , la tarea pendiente con Irán y el poco logro en Latinoamérica juegan en su contra.